viernes, 29 de mayo de 2020

Excursión X221: Las Dehesas y Tortuga de Hoyo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Hoyo de Manzanares
Final: Hoyo de Manzanares
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia: 6 Km 
Desnivel [+]: 378 m 
Desnivel [--]: 378 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta


TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RESUMEN
Para nuestra segunda ruta en fase 1 de la desescalada nos planteamos dar un paseo por las dehesas de nuestra vecina Hoyo de Manzanares y hacerle una visita a su gigantesca tortuga.

Con un día espléndido, soleado pero tirando a fresquito, que nos hizo muy placentero el caminar, quedamos al inicio de la Dehesa La Viña, en una curva pronunciada de la calle Gargantilla, al norte del pueblo.

Emotivo reencuentro con amigos y mascotas a los que no veíamos desde hacía más de tres meses por el encierro. Con mascarillas y guardando la distancia de seguridad, en animada conversación de puesta al día de cada cual, fuimos recorriendo en dirección noreste las verdes praderas que entre encinas y un promontorio rocoso, nos fueron regalando bonitas vistas de la Sierra de Hoyo.

Tras pasar un portón de la alambrada, nos acercamos a contemplar la enorme y alargada cantera, ya abandonada, excavada en la rocas, que debió contener un filón de pórfidos, y en cuyo vacío se acumulaba un agua oscura que no dejaba ver el fondo.

Para contemplarla desde más arriba, la rodeamos hasta alcanzar ver su longitud completa, que debe rondar los 100 metros, continuando hacia el este, ascendiendo con la pendiente ya más acentuada pero sin mucho esfuerzo.

Pasamos junto a un vivac al abrigo de una gran roca, y enseguida junto a un magnífico ejemplar de alcornoque, con gran parte de tronco desnudo por haberle arrancado su corcho protector.

Un enorme lanchar a nuestra izquierda nos obligó a esforzarnos en su ascenso, como premio, junto a una enorme roca que parecía poder salir rodando en cualquier instante, nos deleitó con unas espléndidas vistas de las dehesas, de Hoyo y su sierra hasta donde se perdía la vista.

Atentos a un giro a la izquierda, no muy definido, buscamos un enorme hito, que va creciendo en cada visita, y la conexión con la senda principal, que en dirección noreste zigzaguea entre rocas cubiertas de musgo y un espeso encinar, hacia el collado del Portachuelo.

Antes de llegar a él, paramos junto a un magnífico mirador natural, en las cercanías de un Belén acoplado entre dos grandes rocas, con inmejorables vistas. Rodeamos los pedruscos para buscar un paso que desciende en dirección oeste hacia el collado del Portachuelo.

Pasamos junto a un mirador natural sobre un roquedal, desde el que se tiene una estupenda vista de la Tortuga, que parece querer esconderse entre el espeso bosque de encinas en el que se encuentra. También desde aquí se divisan todos los enclaves que al norte ofrecía la Cuerda Larga, marcada en la línea del horizonte.

Tras la amplia sesión de fotos con nuestro objetivo de fondo, un descenso a un colladito, dio paso a una pendiente antes de llegar a los pies de la Tortuga, a la que accedimos tras un angosto paso triangular entre las rocas que forman el cuello y su abultado caparazón.

Sin tiempo para subir, como en otras ocasiones a él, iniciamos el descenso siguiendo una senda con bastante pendiente entre rocas en dirección sur, hasta dar con una pradera que hace de mirador de la cara sur de la Tortuga.

Teníamos previsto acercarnos desde aquí al Estepar, la cumbre más alta de la Sierra de Hoyo, a escasos 500 metros, pero el tiempo que nos quedaba para poder cumplir los horarios establecidos nos hizo desistir del empeño e iniciar el regreso al pueblo.

Seguimos para ello una senda que en dirección sur se precipita entre canchales rápidamente hacia las dehesas de Las Viñas, pasando por una fuente de piedra sin nombre, pero rotulada con "NOV 1994".

El olor y el colorido del tomillo, romero, jaras, gran cantidad de gamones y cantueso nos acompañó en el descenso por el paraje conocido como La Ladera.

La senda conecta con un camino de tierra que al poco dejamos tras un paso de una tapia de piedra, para bordear las últimas casas al norte de Hoyo, siguiendo una senda rodeada de exuberante vegetación en flor, con bonitas vistas a Los Picazos y así regresar al punto de partida, finalizando así esta bonita y ansiada ruta de entrenamiento que bien se merece 3,5 estrellas.

En el bar de la plaza nos tomamos, unos café, y otros las cervezas de premio por haber finalizado la ruta y para celebrar el reencuentro, poco a poco, del grupo, esperando que pronto sea al completo.
Paco Nieto

FOTOS

1 comentario:

  1. hola!
    los tracks que has puesto son del gasco!

    un abrazo!

    ResponderEliminar