lunes, 25 de agosto de 2014

Excursión X036: Las fuentes de La Granja de San Ildefonso

FICHA TÉCNICA
Inicio: San Ildefonso
Final: San Ildefonso
Tiempo: 1 a 2 horas
Distancia: 6,7 Km 
Desnivel [+]: 139 m 
Desnivel [--]: 139 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 3

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
El Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, declarado conjunto Histórico Monumental, es una de las mejores muestras del esplendor monárquico del siglo XVIII. Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, se enamoró de este bello lugar allá por 1717. 

Tal fue el “flechazo” que decidió levantar allí un palacio y unos jardines adornados con esculturas y fuentes que le recordaran su infancia en la corte francesa de su abuelo Luis XIV. La creación de este Real Sitio fue su gran obra personal, había encontrado el lugar ideal para retirarse del mundo.

Ya en la Edad Media, los reyes de Castilla, que con frecuencia residían en Segovia, utilizaban como lugares de caza los bosques situados al pie de las montañas de Guadarrama, y en especial, el paraje de Valsaín. Los sucesivos reyes continuaron utilizando los pinares de Segovia como zonas de recreo y fue así como, en 1717, Felipe V se enamoró de la belleza y riqueza cinegética del lugar.

En 1720 compró a los jerónimos su granja de San Ildefonso para hacer de ella un nuevo Real Sitio en el que poder retirarse. Encargó las obras del palacio a Teodoro Ardemans y las de los jardines a René Carlier. El estilo español tradicional del primer arquitecto contrastaba con el radicalmente francés del segundo, discípulo del arquitecto de Luis XIV. Las obras avanzaron con gran rapidez, de modo que los reyes pudieron instalarse aquí en 1723.

El 10 de enero de 1724, Felipe V anunció en San Ildefonso que abdicaba en su hijo Luis I, pero su prematura muerte en agosto de aquel mismo año obligó a volver al trono al “Rey padre”. El Real Sitio hubo de adaptarse también a este cambio, pues de ser la residencia de un ex soberano se convertía en el Real Sitio favorito del monarca reinante. El Palacio, inicialmente de dimensiones modestas, hubo de ser ampliado, y también lo fue el jardín a costa del parque, añadiéndose nuevas y más espectaculares fuentes.

Cuando en 1736 el arquitecto Filippo Juvarra vino a España, los reyes le encargaron una nueva fachada en el eje central del jardín, terminada ya por su discípulo Giambattista Sacchetti. El conjunto arquitectónico del palacio resulta muy italiano y de una gran densidad debido a todas estas fases construidas en tan poco tiempo.

Tan relevantes como el palacio eran para Felipe V los jardines, en los que puso grandísimo empeño. Los jardines del Real Sitio de La Granja son el mejor ejemplo en España de jardín a la formal a la francesa, una modalidad que empezó a difundirse por toda Europa a finales del XVII, a raíz de la popularidad de las creaciones de André Le Nôtre, jardinero de Luis XIV, el famoso “Rey Sol”.


El Palacio de Versalles es el ejemplo más conocido y admirado del jardín formal del Barroco, pero Felipe V nunca pretendió emular en La Granja la vasta escenografía monárquica de su abuelo, Luis XIV. Siempre tuvo claro que su lugar de retiro se parecería a otro jardín menos conocido que Versalles, ya que la Revolución lo desmanteló: el de Marly, donde el “Rey Sol” pasaba sus jornadas de descanso.

La abundancia de agua, procedente de la montaña, fue uno de los mayores atractivos del lugar para Felipe V, pues le permitió llenar el jardín de fuentes con juegos de agua espectaculares. Su sistema hidráulico original se conserva a la perfección, tanto es así, que siguen en funcionamiento hoy en día. ¡Y lo mejor de todo es que todos podemos disfrutar de este magnífico espectáculo!


La abundancia de agua, procedente de la montaña, fue uno de los mayores atractivos del lugar para Felipe V, pues le permitió llenar el jardín de fuentes con juegos de agua espectaculares. Los surtidores de la fuente “La Fama”, por ejemplo, consiguen elevar el agua a más de 40 metros de altura. ¡Algo impensable hasta para Versalles!

Las fuentes, realizadas en plomo para ser pintadas imitando bronce y mármol, y las estatuas de mármol, forman el conjunto escultórico de mayor riqueza y el mejor conservado de su época. El sistema hidráulico original se conserva, además, a la perfección, tanto es así, que sigue en funcionamiento hoy en día. ¡Y lo mejor de todo es que todos podemos disfrutar de este magnífico espectáculo!


Siempre que la climatología lo permite, el 30 de mayo, el 25 de julio y el 25 de agosto de cada año, puedes ver en funcionamiento el conjunto completo de fuentes. Además, a lo largo de la denominada “Temporada de Fuentes”, que suele ir desde la Semana Santa a finales del verano aproximadamente, algunos grupos de fuentes se accionan, de forma alterna, cada semana.

Y como hoy era precisamente 25 de agosto, festividad de San Luis Rey de Francia y Patrón del Real Sitio de San Ildefonso, se accionaban 8 de las fuentes más monumentales, además gratis.

Siguiendo al abanderado, fuimos recorriendo las siguientes fuentes: Carrera de Caballo, Cascada Nueva, Los vientos, El Canastillo, Las Ocho Calles, Las Ranas, Los Baños de Diana y La Fama, además nos acercamos al gran estanque, llamado El Mar, por sus dimensiones.

Hay un total de 21 fuentes con más de 300 surtidores de agua. En su conjunto consumen 9.000 metros cúbicos por hora. El depósito principal se agotaría en 13 horas. Por ese motivo las fuentes nunca funcionaban a la vez. Estaban pensadas para encenderse solamente al paso del rey.

En resumen, una bonita tarde de paseo llena de encanto y belleza, con algún que otro remojón, lo que agradecimos sobremanera. Por todo ello, a esta excursión le otorgo 3,5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS