sábado, 20 de abril de 2013

Excursión X026: Cascadas del Purgatorio desde Rascafría

FICHA TÉCNICA
Inicio: Rascafría
Final: Rascafría
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 16,1 Km 
Desnivel [+]: 319 m 
Desnivel [--]: 319 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 8

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RESUMEN
Esta excursión la planteé para darles a conocer a compañeros del gimnasio lo que para mí es uno de los rincones más paradisíacos de la sierra, las cascadas del Purgatorio, un lugar que descubrí en mis primeras salidas montañeras.

Esta vez iniciamos la ruta en Rascafría, aparcando a la salida del pueblo, junto al arroyo del Artiñuelo, dirigiéndonos enseguida a la carretera M-604 en dirección al Puerto de Cotos, para enseguida coger el Camino Natural del Valle del Lozoya, paralelo a la carretera.

Es un agradable paseo utilizado por senderistas y habitantes del pueblo para acercarse al Monasterio de El Paular entre chopos, olmos y rebollos, con el río Lozoya saltando de piedra en piedra a nuestra izquierda y la carretera a la derecha.

En una caseta, que parece la parada del autobús, nos hicimos entre risas la foto de grupo, continuando el camino mientras nos asomábamos de vez en cuando al río para disfrutar de sus bonitas vistas. Um mirador con un banco y un pilón nos acerca aún más al río.

Al cabo de dos kilómetros, llegamos al Monasterio de Santa María de El Paular, que visitaríamos luego por la tarde. Pasamos junto a la entrada del Arboreto Giner de los Ríos y nos adentramos al valle cruzando el puente del Perdón, erigido a comienzos del siglo XIV, en 1302, para sortear el curso del río Lozoya.

Las crecidas del río y la dura climatología invernal del Valle Alto del Lozoya deterioraron el puente, por lo que a mediados del siglo xviii fue reemplazado por uno nuevo que es el que actualmente existe. Está edificado en sillería de granito y cuenta con tres arcos de medio punto y dos descansaderos levantados sobre los pilares que cuentan con bancos de piedra.

Sirvió a los monjes de vía de acceso hacia el Molino de papel de Los Batanes, una de las principales industrias que explotaban los monjes cartujos de Santa María de El Paular. Como anécdota, de este molino salió el papel con el que se imprimió la primera parte de Don Quijote de La Mancha, publicada en Madrid en 1605.

Dado el relativo aislamiento del valle del Lozoya, separado de Madrid y Segovia por sendas cordilleras que superan los 2000 metros de altura, las autoridades locales tenían por costumbre efectuar los juicios junto al puente.

Los reos apelaban su sentencia ante el tribunal en el mismo puente y, si eran perdonados, volvían sanos y salvos. Si no era así los alguaciles les conducían a la Casa de la Horca, situada a unos dos kilómetros en dirección al puerto de Cotos, donde eran ejecutados. De aquella tradición le viene el nombre.

Por la amplia pista que hay tras el puente nos acercamos a las piscinas naturales de Las Presillas, y siguiendo el arroyo Aguilón, ascendimos, con poca pendiente, a las Cascadas del Purgatorio, primero por el Camino Viejo de Segovia y tras un desvío a la izquierda, por una pista que nos llevó hasta un puente de madera sobre el arroyo Aguilón.

Desde allí ascendimos por una estrecha y preciosa senda que discurre junto a la rivera derecha del arroyo, entre pequeños saltos de agua y fantásticas pozas, al pie de los riscos donde vimos unos buitres. Al final de la misma, se encuentra una plataforma de madera que facilita la contemplación de la primera de las Cascadas del Purgatorio, un salto de agua muy vertical de una altura de 10 metros.

Para ver la siguiente, es necesario remontar la pared granítica de la margen derecha del arroyo, un acceso complicado y no recomendable para principiantes. Tras la obligatoria parada para deleitarnos con el sonido del agua al caer, volvimos sobre nuestros pasos.

Con el arroyo a nuestra izquierda, descendimos hasta el puente de madera y sin cruzarlo continuamos por la pista que sale a la derecha, acercándonos a contemplar el arroyo y algunas de sus pozas, para luego alejarnos del arroyo, hasta regresar a Las Presillas, ahora apenas sin gente.

Proseguimos hasta las proximidades del Puente del Perdón, donde nos desviamos, antes de llegar a él, hacia el Bosque Finlandés, haciendo una parada en el precioso lago donde se bañaban los oriundos de este país que vinieron a trabajar en la serrería que explota estos bosques, la Sociedad Belgas de los Pinares de El Paular.

Al poco cruzamos un puente pintado de rojo que cruza el río Lozoya, para conectar, cerca de las instalaciones de la serrería, con el Camino Natural del Valle del Lozoya por el que ya habíamos ido por la mañana, solo que ahora en sentido contrario y que nos llevó de vuelta al aparcamiento de Rascafría, no sin antes hacer una visita a la fábrica de chocolates que hay justo antes de llegar al pueblo.

Por las bonitas vistas de la ruta, el día tan expléndido y las impresionantes cascadas, a esta excursión le otorgo 4,5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

sábado, 13 de abril de 2013

Excursión X025: Nacimiento del río Mundo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto del Arenal. Albacete
Final: Puerto del Arenal. Albacete
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 17,9 Km 
Desnivel [+]: 952 m 
Desnivel [--]: 952 m
Tipo: Circular 
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 2

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta




















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
















TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RESUMEN
El entorno del nacimiento del Río Mundo es conocido como El Calar del Mundo, una imponente plataforma caliza que da lugar a un gran conjunto kárstico, donde se desarrollan dolinas, simas, cuevas y valles.

El Río Mundo tiene su origen en la entrañas del Calar del Mundo, donde se concentran las aguas de las lluvias y las nieves, que se filtran en la cueva de más de 32 kilómetros de longitud explorada, se estima que puede ser el doble, recorriendo el interior de estas formaciones calizas, hasta surgir en la Cueva de los Chorros, donde el agua se despeña por las rocas formando cascadas espectaculares desde una altura de más de 100 metros, en mitad de un paredón calizo de unos 400 metros de altura, situado en un valle en fondo de saco.

Iniciamos la ruta en el aparcamiento de los Chorros del Río Mundo, en el Puerto del Arenal (Albacete). Se llega a él desde el pueblo de Riopar, por la carretera CM-3204, kilómetro 6,3. En el Parque de los Calares del Mundo y la Sima.

Desde aquí realizamos en realidad dos rutas concatenadas, una al mirador de la parte superior de la pared en la que nace el Río Mundo, en el Calar del Mundo, y una vez de nuevo en este punto, otra ruta para ver desde abajo la pared donde la Cueva de Los Chorros vierte las aguas del Río Mundo en singular cascada.

Para la primera, seguimos en dirección sur el Sendero Calar del Mundo, coincidente en su mayoría con el GR-66, rodeando, con suave pendiente y entre pinos la Loma del Agetar, dejando a la izquierda la Morra de Navacico. Ascendemos unos 200 metros en 3 km persiguiendo las marcas blancas y rojas que señalizan el GR.

Al alcanzar el arroyo de los Mojones, dejamos el GR para continuar por el sendero que conduce al Mirador de los Chorros. Es un tramo bastante empinado en el que se subimos 100 metros en poco más de un kilómetro, para salvar la gran pared caliza que se aboca al abismo.

Después de algo más de una hora de caminata por el gran vergel de toda clase de árboles, llegamos a la cornisa de este farallón calizo. Una vez aquí, la senda se allana y se estrecha, a la vez que se acerca al precipicio que hay bajo nuestros pies, por lo que hay que ir con cuidado y desde luego, nunca con niebla.

Enseguida alcanzamos el mirador, protegido por un muro de piedra y una barandilla de madera, desde el que las vistas son sobrecogedoras. La recompensa al esfuerzo realizado hace que haya merecido la pena.

Estamos en El Calar del Mundo, sorprendidos y extasiados de lo que la naturaleza muestra a nuestros ojos. Se divisa todo el paraje de la sierra de Alcaraz y bajo nosotros, intuimos la boca de la cueva escupiendo toneladas de agua.

Tras las múltiples fotos, regresamos sobre nuestros pasos hasta alcanzar de nuevo el aparcamiento del Puerto del Arenal, donde tras un descanso, iniciamos la segunda parte de la excursión, la que nos lleva a contemplar la cascada desde desde su lado más turístico.

Para ello, seguimos una agradable y cómoda senda, disfrutando de la frondosidad arbórea. Al poco cruzamos la carretera ABR-03 para proseguir por la antigua carretera hasta alcanzar la explanada que precede a la cascada.

Nos quedaban apenas 750 metros de distancia hasta los miradores y unos 100 metros de altitud que se ganan tras caminar por varios tramos de escaleras en piedra.

Siguiendo las indicaciones, de los carteles indicadores del Parque Natural, llegamos al primer mirador. Un puente sobre el río nos permite disfrutar de la belleza del agua resbalando por la roca.

La escalinata está acompañada de barandilla de troncos de madera para dar seguridad a la escalinata, sobre la que pisamos, que está muy pulida por el continuo trasiego de personas.

El estruendo del agua al caer es atronador y forma una nube de agua fina que se extiende casi hasta nosotros. Las fotos son continuas y todo el mundo posa con la gran cola de caballo detrás.

Una vez disfrutados de este espectáculo del primer mirador, retrocedimos sobre nuestros pasos, para tomar el sendero que sale hacia nuestra izquierda, que tras un pequeño repecho y nueva escalinata nos llevó al segundo mirador. Desde el que seguimos admirando este espectáculo único que nos brinda la naturaleza.

Debe ser espectacular contemplar el Reventón, fenómeno que se produce con la salida de golpe de una gran cantidad de agua retenida. No consta de ninguna otra cueva de origen kárstico ocurra este mismo fenómeno.

Cuando se produce, durante todo un día la cascada de los chorros multiplica por 100 su caudal, haciendo que se inunde la explanada y cercanías, un espectáculo impresionante que podemos contemplar en este vídeo.

El agua cae desde aproximadamente la mitad de la vertical pared, en un imponente salto. Varias pozas, que aquí denominadas calderetas, la van recibiendo de forma escalonada, creando un conjunto visual precioso.

Tras las fotografías de rigor y una vez saturados nuestros sentidos de la vista y el oído, descendimos al lecho, ya más sosegado del río, plagado de vegetación de ribera e iniciamos la vuelta, desandando el camino recorrido, para dirigirnos de nuevo al aparcamiento del Puerto, dando así por terminada esta fantástica excursión a la que le otorgo la nota máxima, 5 estrellas, y pocas son.
Paco Nieto

FOTOS