lunes, 28 de febrero de 2022

Excursión X327: La Granja por la Fuente del Infante y Buitreras

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: San Ildefonso 
Final: San Ildefonso
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14 Km
Desnivel [+]: 854 m
Desnivel [--]: 854 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 6

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta
















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta


























TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Quería José Luis enseñarnos la escabrosa bajada de las Buitreras, los riscos que forman el Chorro Chico de la Granja de San Ildefonso.

Y para conocerlas, quedamos en el aparcamiento que hay un poco más arriba de la plaza de Toros, al lado del muro norte del palacio de La Granja. Echamos a andar paralelos a él, cruzamos un puente sobre el canal y lo más próximos posibles a la alta tapia, subimos hasta el Esquinazo, llamado así porque es donde hace esquina el inmenso muro que rodea los jardines del Palacio.

Por la pista que sale un poco más arriba, en dirección noreste, llegamos a la siguiente pista que sube al Chozo del Infante.

Unas cuantas zetas nos colocaron a los pies del mirador de Tere, un balcón con un banco de madera desde el que se tienen unas maravillosas vistas de la Granja de San Ildefonso y de las montañas, de Valsaín.

Un poco más arriba, a la izquierda, paramos a contemplar la fuente de Ruper, que con su modesto caño regaba la zona colindante, que a cambio ofrecía una exuberante vegetación. Frente a ella, se alzan unos riscos con un mirador natural llamado de Poyo Judío donde, por una foto que vio Jorge M, parecía situarse un Belén que en el año 1969 colocó su padre junto a otros compañeros en lo alto del pico de Peñalara.

Lo estuvimos buscando por la zona hasta dar con él, para su alegría y la nuestra, contagiados por lo emotivo del reencuentro.

Está construido en hierro forjado, y según nos relató Jorge, que nos mostró una foto de su hermano y él de niños junto a este Belén, permaneció en Peñalara durante muchísimos años, de ahí que se le conozca por el Belén de Peñalara.

Parques Nacionales lo retiró de su ubicación original y alguien lo recoló, no se sabe por qué, cerca de este Mirador de Poyo Judío donde Jorge lo ha vuelto encontrar. Nos lo contó Jorge después, con más detalle, en este vídeo.

Tras las múltiples fotos que nos hicimos con él, retomamos la pista hasta alcanzar el Chozo del Infante, dejando a nuestra derecha las desoladas laderas que se quemaron en el incendio de 2019. Pocos metros antes del chozo, hay un hito de los que el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama ha colocado en sus lugares más significativos, en este caso la Puerta del Reventón, porque desde aquí arranca el sendero que sube a este puerto.

Alrededor del chozo paramos un rato a tomar el tentempié de media mañana, reconfortados por el estupendo sol que nos acompañaba desde el principio. En la cercana fuente del Infante repusimos las cantimploras con su cristalina agua.

El nombre hace referencia a don Luis, hermano del rey Carlos III, que parece le gustaba cazar por esta zona cercana al palacio construido por su padre, Felipe V.

Proseguimos por la senda, que en dirección noreste, cruza el arroyo de Santa María, con bastante agua, a continuación, por planicies de tundra y pantanosas, llegamos al arroyo del Chorro Grande, con más agua todavía, y después el arroyo del Chorro Chico, que a pesar de su nombre no desmerecía al anterior.

Los tres bajan de los Montes Carpetanos y mueren en el embalse del Pontón Alto.

A partir de este punto comenzó la diversión, nos esperaba un kilómetro vertical de bajada por las Buitreras, con un desnivel de 400 metros, lo que da una considerable pendiente que desde arriba parecía imposible descender sin despeñarnos.

El precipicio es como un paredón de piedra granítica, con esquirlas y cavidades que la hacen propicia al anidamiento o refugio de buitres, de ahí su nombre. Con cuidado de no resbalar y sufrir una caída de imprevisibles consecuencias, fuimos bajando sin mirar mucho al fondo, para no asustarnos con las imponentes vistas.

En las paradas que realizamos en zonas más seguras, pudimos disfrutar desde estas alturas de la fantástica vista de Segovia y la meseta castellana.

En la parte final de la bajada, pudimos disfrutar de la fantástica vista de la cascada del Chorro Chico con sus aguas precipitándose con fuerza por las lisas rocas.

Un poco más abajo, alcanzamos la pista que, tomándola en dirección suroeste, cruza por un puente el arroyo del Chorro Chico, con sus revoltosas aguas procedentes del soberbio salto. Una poza junto al puente nos mostraba sus aguas claras y transparentes que dejaban ver su verdoso fondo.

Una subidita por la pista, seguido de otra bajada, nos llevó a un mirador natural con estupendas vistas de la Granja y su entorno.

Cruzamos un pequeño arroyo y vadeamos a continuación, con la ayuda de unas grandes rocas, el arroyo del Chorro Grande.

No pude resistir la tentación y me acerqué a la base del Chorro Grande, desde donde se tiene una singular perspectiva de esta cascada, la más alta de toda la sierra de Guadarrama.

El salto está dividido en tres tramos, interrumpidos por pequeñas pozas, y juntos suman 80 metros de caída casi vertical.

Recuperada la pista, ya solo quedaba regresar al aparcamiento, cruzar el arroyo del Infante, con poca agua, una acequia y atravesar el hermoso robledal que casi deshojado, dejaba pasar el sol entre los alargados troncos.

Un portón nos dio acceso a las calles de la urbanización Seo de Urgel que nos puso en el camino hacia el aparcamiento donde habíamos dejado los coches.

A la hora prevista, estábamos celebrando el fin de la ruta comiendo en la terraza del Bar Segovia, donde degustamos, como no podía ser de otra forma, los judiones que le han hecho famosos a la localidad, dando así por finalizada esta excursión con unas vistas esplendidas, tiempo estupendo, emocionante bajada y buena compañía, que se merece la nota más alta, un 5.
Paco Nieto

sábado, 26 de febrero de 2022

Excursión X326: Cabezón de Oro

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Pla de la Gralla. Busot
Final: Pla de la Gralla. Busot
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 11,4 Km
Desnivel [+]: 854 m
Desnivel [--]: 854  m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 2

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta





TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Tenía ganas de subir al Cabezón de Oro (en valenciano, Cabeçó d'Or), una sierra situada en los términos municipales de Jijona, Relleu y Busot, provincia de Alicante y, también, el pico principal de dicha sierra.

Siempre presente en las panorámicas vistas que se tienen desde Playa de San Juan, de todas las montañas que se ven desde ella, era la única a la que no había subido todavía. Su imponente presencia, con una intrincada orografía surcada por crestas y espolones, es visible desde toda la comarca, siendo seña de identidad de la misma y omnipresente telón de fondo.

A pesar de lo que literalmente indicaría su nombre, "Cabezón de Oro", o de la antigua mina de oro que existiría en el lugar, el vocablo Oro no hace referencia al mineral del oro, como podría intuirse, sino al agua.

De hecho, en época del Al-Ándalus los árabes mantuvieron el vocablo íbero "Ur" para denominar a esta sierra, que significa "Agua", ya que en su interior fluía agua.

Así pues, el agua sería el verdadero tesoro de Cabeçó, como confirman los manantiales que antaño brotaban en su ladera oriental, dando origen al pueblo de Aigües de Busot, y su famoso Balneario, construido en el siglo XIX, y hoy en día en lamentable estado de abandono.

Las Cuevas del Canelobre (Candelabro) son también una muestra de cómo el agua ha moldeado de forma casi mágica este gran relieve calizo de origen jurásico.

Tras la conquista y repoblación cristiana, se transliteró fonéticamente (y no semánticamente) al valenciano "Or" y al castellano "Oro". Así, "Cabezón de Oro" vendría a significar algo parecido a "Cabezo de Aguas".

Existe una leyenda popular local, probablemente de origen mudéjar, en la que se ridiculiza la inteligencia de los conquistadores cristianos porque creían que había oro en el lugar, cuando en realidad es agua.

Quedamos en el aparcamiento de Pla de la Gralla, cerca de las Cuevas de Canelobre. Decidimos hacer la ruta en sentido horario, para ver si mientras tanto se despejaba la niebla con la que habíamos amanecido y así poder disfrutar de las vistas del mar a la vuelta.

Un cartel informativo daba cuenta de los detalles del trazado del sendero de pequeño recorrido PR-CV 2, que íbamos a seguir, uno de los decanos y más famosos de Alicante, por las vistas y lo hermoso de los parajes por los que transcurre.

El sendero se dirige hacia el noreste, es de tierra, ancho y cómodo, de momento con poca pendiente, lo que se agradece al comenzar a andar. 

Pronto cruzamos el Barranco de Agua Amarga y continuamos ascendiendo por la loma del macizo, con poca vegetación y montañas a lo lejos cubiertas de nubes.

A nuestra derecha, empiezan a hacerse más presentes los enormes murallones del Racó de Calderó, donde se practica la escalada, y más adelante, el Racó de la Mina, donde las monumentales paredes ocultan innumerables minas, que hoy en día están en desuso.

Tras una amplia curva a la izquierda, divisamos la Casa de Gorjas o de Gorges, en aparente buen estado y uso.

Al llegar al Barranco de la Umbría, que no cruzamos, giramos a la derecha para continuar ascendiendo, ahora con más pendiente, hasta alcanzar la casa del Racó de Seva.

Allí es donde nos tomamos un respiro, junto a un poste de señalización, en el que se indica que el Collado de Polset está a 1.740m/45´y la cumbre a 2.950m/1h 30´.

Dejamos la pista, girando a la derecha para seguir un sendero en zig-zag, con bastante pendiente, que se adentra en una de las partes más bonitas de la ruta.

La senda va tomando altura rápidamente, ganando en vistas, introduciéndose en un espeso bosque de pinos y arbustos en flor, una zona de umbría con variada vegetación.

Dejamos a nuestra derecha el desvío a la cueva que hay a unos 160 metros del sendero, otra vez será, y antes de un kilómetro, llegamos al Collado de Polset.

Ahora el poste de señalización nos indica que estamos a 957m de altura y que la cumbre la tenemos a 1.210m/45´, en concordancia con la anterior.

Tras el breve descanso, desde el Collado de Polset iniciamos el ascenso final a la cumbre, por una senda de ida y vuelta, casi en la misma dirección noreste por el que hemos venido desde el Racó Seva.

Esta parte está muy erosionada, con empinadas pendientes, pequeñas pedreras y multitud de variantes, aunque al final todas van a parar al mismo sitio.

Pasamos un tramo en el que caminamos en la base de una gran cornisa rocosa y a unos 500 metros del collado, llegamos a un alto escalón en la pared, que de primeras impresiona un poco.

Se requiere una pequeña y sencilla trepada, facilitada por unas grapas, en lo que llaman, de forma bastante exagerada, paso Hillary, ¡ahí es nada!.

Solventado el divertido escollo, giramos un poco a la derecha hasta alcanzar un pequeño collado donde se encuentra las ruinas de Casa Marqués con impresionantes vistas.

Aquí giramos ligeramente a la izquierda hasta ascender a los restos del refugio Cueva de la Granota (Rana).

Curiosa cavidad, en la que de una gran grieta en su suelo emerge un constate chorro de aire caliente en todas las épocas del año, lo que agradecimos, dado lo fresquita que estaba la mañana.

Poco nos quedaba de subida para alcanzar los 1.209 metros de altura de su vértice geodésico, que ocupa la 21ª posición en el ranking de techos de Alicante.

Cuenta con majestuosas vistas: al sur, la Playa de Muchavista/San Juan (casi puedo ver mi casa), el Cabo de la Huerta, Alicante ciudad. Más al norte, Benidorm y la Serra Gelada, el Puig Campana, la Serra d’Aitana.

Hacia el interior, la Serra dels Plans, la Penya Migjorn, el Maigmó. Dicen que en días claros se pueden ver las montañas de Ibiza desde aquí arriba. Desgraciadamente no pudimos disfrutar de ellas por lo nublada que estaba la cumbre.

Junto al vértice geodésico se encuentran los restos de un aljibe, cercado por una valla metálica para evitar que alguien se caiga dentro.

Dada la poca visibilidad, tras las fotos en el vértice, iniciamos el descenso y al llegar a la Cueva de la Granota paramos a calentarnos y dar cuenta de los bocadillos.

Tras el reponedor descanso, continuamos el descenso, volvimos a superar el paso de Hillary, que en bajada impresiona más que en subida y unos metros después de llegar al Collado de Polset, atravesando un frondoso pinar, pasamos junto a los restos de la Cava del Polset, un antiguo nevero.

Otro poco más abajo, alcanzamos lo que queda de la Casa del Polset, una pena verla en tan avanzado estado de ruina.

Desde aquí iniciamos el descenso por la solana cara este de la sierra, en dirección suroeste, hasta llegar a la zona de los acantilados, un magnífico mirador de las escarpadas paredes que miran al oeste.

Aquí, el sendero PR-CV 2 gira a la izquierda por terreno árido de escasa vegetación y toma dirección sureste, con vistas directas al mar. Pasamos bajo la falda de una especie de peñotillo, característico de esta sierra, a modo de pulgar hacia arriba, otro excelente mirador. natural del entorno.

Tras un fuerte descenso, minimizado por una serie de zetas y pasar bajo una torre del tendido eléctrico, conectamos con el PR-CV 226, que va de Busot a Aigües, coincidente en este tramo con el nuestro. Por él seguimos, ahora en dirección noroeste, cruzamos el Barranco de Vidrier, en el que se nota una mayor vegetación.

En dirección suroeste, alcanzamos una pista que rodea unas casas, donde abandonamos el PR-CV 226 para continuar, a la derecha por el nuestro, que inicia una zigzagueante subida de 100 metros, que por no esperada se nos atragantó un poco.

Por fin llegamos s la entrada a las cuevas del Canelobre, precedida de un magnífico mirador. La cueva cuenta con una de las bóvedas naturales más altas de España, de unos 70 metros de altura. Se encuentra habilitada, parcialmente, para su visita por el público general y, debido a sus características, en su interior se ofrecen diferentes conciertos de forma periódica. Habrá que venir algún día a disfrutarlo.

Finalmente, la carretera que accede a la cueva nos llevó, en suave descenso a cerrar el círculo, dando por concluida esta estupenda la ruta de hoy que bien se merece 5 estrellas, pero que. por la niebla que hemos tenido, la deja en 4.
Paco Nieto

FOTOS

lunes, 21 de febrero de 2022

Excursión X325: Puentes y molinos de Navalagamella

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Navalagamella
Final: Navalagamella
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 13,3 Km
Desnivel [+]: 477 m
Desnivel [--]: 477 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 10

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Lunes 21 de febrero, hace un día espectacular con fresco pero con mucho sol. Paco se había escapado a la playa, desde ella nos propuso esta ruta por Navalagamella con "muchas cosas que ver" según nos decía.

Quedamos en el parking de la iglesia y, una vez que estamos todos, emprendemos camino desde una calle que gira hacia la izquierda de la iglesia y que luego desemboca en una pista ancha muy agradable. Muchos árboles están ya floreciendo, no sé si son almendros o cerezos pero están preciosos. La pista hay veces que está con agua pero se puede caminar fácilmente.

Llegamos al primer molino de los varios que jalonan el río Perales. Está casi derruido, pero conserva en buen estado parte de la acequia y el cubo de presión, además de ruedas utilizadas para la molienda del grano, con sus características estrías, esparcidas a su lado.

Junto a él también hay un puente de piedra muy bonito, puente del Pasadero, uno de los cinco construidos durante la dominación islámica del centro de la península, a lo largo del camino que enlazaba Talamanca de Jarama con el Valle del Tiétar.

Formaba parte del sistema defensivo de la Marca Media, articulado por el poder andalusí para hacer frente a las avanzadillas cristianas durante la Reconquista. Su función era servir de nexo a las diferentes ciudadelas y atalayas de observación erigidas por los musulmanes.

Es uno de tres de los puentes que actualmente se conservan, con trazados prácticamente idénticos. Tanto el del Pasadero como el de la Alcanzarla (Galapagar), sobre el río Guadarrama, y el del Grajal (Colmenar Viejo), sobre el Manzanares, constan de un único arco, de medio punto, donde todo el grupo nos hacemos una foto.

A partir de ahí, seguimos por la parte izquierda del rio y la verdad es que es una preciosidad, hay veces que tenemos que escalar alguna piedra pero el camino es siempre fácil y agradable. El calor empieza a apretar y nos vamos quitando los abrigos. Llegamos a la presa del embalse de Cerro Alarcón y es allí donde decidimos tomar el aperitivo de media mañana.

Vamos bordeando todo el embalse, que estaba precioso, y vemos que hay en la otra parte del embalse como un trampolín para hacer esquí acuático o algo así.

Volvemos a seguir la linde del Perales y al poco nos sorprendemos con el color rojo intenso que tiene alguna parte del río. Los expertos nos comentan que es debido a un alga.

Hacemos un montón de fotos porque es una estampa muy curiosa. Siguiendo el track nos topamos con un cartel diciendo que es una finca particular y que no podemos pasar por allí. Tenemos que desviarnos. Así que bajamos un poco y la bordeamos para más tarde volver a la ruta inicial. En esta zona también teníamos que escalar algunas rocas, no era difícil pero se hacía un poco incómodo.

Pensábamos todos que iba a ser una ruta corta y tranquila y todavía nos quedaba un montón de kilómetros. Una vez que cruzamos la carretera que viene de Valdemorillo (M-510), nos dice Juan que todavía quedan bastantes kilómetros y que hay dos opciones: una, seguir la ruta y ver los molinos que quedan y la otra coger una alternativa que lleva directa al pueblo por una pista muy bonita. Unos siguieron para ver el resto de molinos y tres nos fuimos directos a Navalagamella.

Habíamos quedado en un bar del pueblo para que dos cumpleañeros nos invitasen a un aperitivo y la verdad es que se nos hizo bastante tarde. Allí nos reunimos todos y celebramos los cumpleaños y el buen día que pasamos de ruta, por lo que le doy a esta preciosa ruta 4 estrellas
Teresa Abella