domingo, 17 de abril de 2011

Excursión X012: Cascadas del Purgatorio y Monasterio de El Paular

FICHA TÉCNICA
Inicio: Monasterio de El Paular
Final: Monasterio de El Paular

Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 13 Km 
Desnivel [+]: 276 m 
Desnivel [--]: 276 m 
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua:
Ciclable:
Valoración: 4
Participantes: 5

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN

Iniciamos la ruta en el aparcamiento del Monasterio de El Paular, continuando por la pista que pasa por el puente del Perdón, desde el que nos acercamos a las piscinas naturales de Las Presillas, que a como era de esperar estaban vacías, no como en la época estibal, donde no cabe un alma.

Continuamos por el arroyo Aguilón, subiendo, con poca pendiente, a las Cascadas del Purgatorio, primero por el Camino Viejo de Segovia y tras un desvío a la izquierda, por una pista que nos llevó hasta un puente de madera sobre el arroyo Aguilón.

Desde allí ascendimos por una estrecha senda que discurre junto a la rivera derecha del arroyo. Al final de la misma, se encuentra una plataforma de madera que facilita la contemplación de la primera de las Cascadas del Purgatorio, un salto de agua muy vertical de una altura de 10 metros.

Para ver la siguiente, es necesario remontar la pared granítica de la margen derecha del arroyo, un acceso complicado y no recomendable para principiantes. Una vez rebasado el paredón, se continua unos pocos metros más remontando el arroyo hasta toparnos con el segundo salto, éste de 15 metros y más encajonado que el anterior.

Tras la obligatoria parada para deleitarnos con el sonido del agua al caer, volvimos sobre nuestros pasos, hasta el puente de madera que cruza el arroyo, continuando por la pista que sale a la derecha.

La senda se aleja un poco del arroyo, hasta regresar a Las Presillas y al Puente del Perdón, continuando desde allí al aparcamiento del Monasterio, que visitamos por dentro, contemplando su iglesia, con su precioso pórtico, el patio y la huerta, todo ello de la mano de uno de los nueve frailes que aún habitan en él.

Por todo ello esta excursión se merece 4 estrellas.
Paco Nieto