domingo, 24 de marzo de 2013

Excursión X024: Canal del Guadarrama y Presa del Gasco desde Las Matas

FICHA TÉCNICA
Inicio: Las Matas
Final: Torrelodones
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 14,1 Km 
Desnivel [+]: 301 m 
Desnivel [--]: 226 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 2

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RESUMEN
Había leído algo sobre esta titánica obra hidrográfica del Canal del Guadarrama y tenía ganas de conocerla. Y para explorarlo en todo su recorrido hasta la presa de donde se iba a surtir de agua, nos acercamos a Las Matas, donde termina el rastro visible de este sueño inacabado de unir por barco Madrid con los mares.

Par llegar al punto de inicio de la ruta fuimos en coche hasta la salida 26 de la A-6, aparcando poco después de la rotonda en la que acaba la calle Monte Abantos de Las Matas y cuyas coordenadas se pueden ver en este enlace.

Desde allí comenzamos a caminar por un sendero serpenteante que enseguida busca los meandros que el canal realiza a lo largo de unos 8 kilómetros hasta llegar a la Presa del Gasco sin apenas desniveles.

El Canal del Guadarrama, fue una ciclópea obra que pretendía realizar un canal navegable de 771 km, que, salvando un desnivel de 700 metros, hubiese unido fluvialmente la ciudad de Madrid con el océano Atlántico, partiendo de una presa que habría de construirse a la altura de Torrelodones, enlazaría las cuencas de los ríos Guadarrama, Manzanares, Jarama, Tajo, Riansares, Záncara, Jabalón, Guarrizas, Guadalén, Guadalimar y Guadalquivir. Sólo pudieron ejecutarse los primeros 27 km del canal y la Presa de El Gasco, su embalse regulador. Aquí muchos más detalles del proyecto.

El recorrido por el sendero ofrece la posibilidad de caminar, entre encinar y arbustos, por el propio lecho del canal en aquellos tramos en los que no tiene agua, lo que ayuda a comprender mejor la envergadura de este frustrado proyecto.

A unos 7 km del inicio, llegamos al plácido pinarcillo donde aflora el canal a nuestra vista y la pista que sube a las Casas de Isabela, desde donde disfrutamos de unas hermosas vistas tanto del embalse de Molino de la Hoz como de la Sierra y presa del Gasco.

Descendimos de las casa de Isabela para volver al Canal del Guadarrama que seguimos a nuestra izquierda por el camino que nos lleva hasta la Presa del Gasco, donde disfrutamos de sus vistas y de los bocadillos que llevábamos, resguardados del viento al fondo del muro.

La presa es un inmenso muro diseñado, en su momento, como la más alta del mundo, con 93 metros. De este proyecto, sólo se conserva un lienzo de 53 metros de altura y 251 de longitud, con una anchura que oscila entre los 72 metros de la base y los cuatro de la parte superior.

El infortunio hizo que el 14 de mayo de 1799 se derrumbara parte del muro meridional, después de que una terrible tormenta, dejando al descubierto sus juntas laterales y muros transversales, cuando se llevaban 53 metros construidos y 12 años invertidos.

Descansamos un buen rato en el privilegiado mirador en el que se ha convertido la presa, que los siglos han coronado de encinas y enebros, mientras nos asomábamos a sus precipicios, no aptos para gente con vértigo, pensando en el triste final del ingeniero francés Carlos Lemaur, al que se debió la iniciativa de su construcción, y que se suicidó, antes de ver acabada su obra. Tampoco sus hijos, continuadores del proyecto, lograron verlo acabado, permaneciendo desde el día de la tormenta tal como lo contemplamos hoy.

Tras la parada, volvimos sobre nuestros pasos, hasta alcanzar de nuevo el pinarcillo, donde cruzamos una puerta, que antes mantenían cerrada y que por la presión vecinal se ha abierto al ser un camino de obligado paso.

Desde aquí, comenzamos un prolongado ascenso hasta Torrelodones, en dirección norte, pasando junto al Cerro Gurugú, a cuyos pies están situadas la Casa de Panarrás, caserón de estilo vasco que fue construido por un marqués a principio del siglo XX. Durante la Guerra Civil se convirtió en puesto de mando republicano en la batalla de Brunete por sus vistas estratégicas al flanco norte de esta ofensiva.

De nuevo en el Camino del Pardillo, continuando en dirección norte, pasando, un poco más adelante, junto a la Casa del Enebrillo, descendiendo hasta alcanzar, por arriba, el túnel del ferrocarril, donde seguimos una senda que pasa por varios riscos y un par de miradores naturales de excelentes vistas al suroeste de la urbanización Las Marías.

Atravesamos un bonito pinar, continuando en dirección norte hasta alcanzar la Torre de los Lodones, con vistas especialmente bellas de la Sierra de Guadarrama, la planicie de Madrid y todo Torrelodones, destacando al fondo el Palacio del Pico, otro de los iconos del pueblo.

La atalaya toma su nombre del almez, árbol que también es conocido como lodón o lotonero y que era abundante en su enclave y por extensión, el caserío surgido a sus pies acabó llamándose Torrelodones.

Fue erigida en algún momento indeterminado del período omeya de Al-Ándalus, entre los siglos IX y XI, durante el periodo andalusí, y formaba parte del muy jerarquizado sistema defensivo omeya de la Marca Media, que tenía su centro en Toledo, con la que la población musulmana intentaba frenar el avance de los reinos cristianos.

Sólo quedaba descender por una empinada pendiente de escalones con traviesas de madera en dirección al pueblo, pasar por el viaducto bajo la A-6 y llegar a la plaza del Ayuntamiento.

Pero primero nos desviamos a la izquierda para acercarnos a contemplar la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, posiblemente del siglo XVI, realizada en mampostería de piedra berroqueña, con ábside poligonal.

Por todo lo visto y disfrutado, esta plácida excursión cargada de historia se merece 4,5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

domingo, 3 de marzo de 2013

Excursión X023: Torrelodones - Embalse de los Peñascales

FICHA TÉCNICA
Inicio: Torrelodones
Final: Torrelodones
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia: 9 Km 
Desnivel [+]: 194 m 
Desnivel [--]: 194 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 3,5
Participantes: 2

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
Ver esta ruta en Wikiloc

RESUMEN
Torrelodones tiene muchos encantos naturales, pero quizás el que visitamos en esta ruta sea el de mayor belleza, el embalse de los Peñascales. Y para descubrirlo, comenzamos el paseo en la Plaza de la Constitución, seguimos por la calle Real, y cruzamos la Avenida Conde de las Almenas, título que ostentaba el primer propietario del cercano Palacio del Canto del Pico.

Pasamos junto a la rotonda del Dedo Gordo, y nos dirigiros hacia el campo de fútbol, que dejamos a la derecha, para bajar hacia el Tanatorio del pueblo y el cementerio, que bordeamos por su cara sur. Allí, giramos a la derecha para bajar por el Prado de la Solana, rodeados de encinas, entre el arroyo de Villarejo y el arroyo del Pretil hasta la Avenida del Lago, donde alcanzamos la antigua depuradora de los Peñascales.

Cruzamos la carretera,y remontamos el arroyo por su orilla izquierda, siguiendo una senda con escaleras, hasta alcanzar la presa del embalse de los Peñascales, oficialmente llamado de Gabriel Enríquez de la Orden, en memoria de quien fundara Los Peñascales a comienzos del siglo XX. Una severa efigie suya se reproduce en el medallón de piedra que decora la presa.

Él adquirió los terrenos en los que se asienta esta gran zona residencial situada entre Torrelodones y Las Rozas. También fundó la Granja de Peñascales, hoy sede del SEPI, donde en los años 30 del pasado siglo se producía miel de forma industrial y donde se aclimató a España el karakul, una variedad de ganado ovino procedente de Asia, del que se obtiene el astracán.

Bordeamos la ribera de este embalse, que fue construido en 1962 para abastecimiento de agua de las urbanizaciones de su entorno, si bien ha perdido este uso con el desarrollo de otras infraestructuras hidráulicas por parte del Canal de Isabel II, que suministran agua a las urbanizaciones de Los Peñascales.

El embalse ocupa unas dos hectáreas de terreno y tiene una capacidad para 120.000 metros cúbicos de agua. La presa es del tipo de ‘gravedad de planta recta’, con una altura máxima sobre el cauce de 15,70 metros. La coronación de la presa, es decir, la parte superior, tiene una longitud de 179 metros y su acceso está cerrado por dos puertas metálicas en ambos extremos. La presa cuenta con una galería de inspección longitudinal en la base con una sección de 1,80x1,00 metros. En este espacio se controlan las filtraciones y la presión que ejerce el agua del embalse en la presa.

El agua que llega hasta el embalse, procedente del arroyo de Trofa, es agua residual depurada que viene de la depuradora de Hoyo de Manzanares. El agua no es apta para el consumo, pero sí supera todos los controles del Canal de Isabel II y de la Confederación Hidrográfica del Tajo para que pueda discurrir por los cauces.

Seguimos la preciosa senda que entre juncos, zarzamoras y flora de ribera serpentea entre las lujosas viviendas que lo circundan. Al llegar al arroyo de Trofas, lo cruzamos por un puente de madera y continuamos bordeando el embalse siguiendo una bonita senda que entre claro y claro de la vegetación deja contemplar las quietas aguas del embalse desde distintas perspectivas.

En el embalse se pueden encontrar carpas y barbos, tortugas leprosas en sus alrededores, cangrejos, sapos, patos y garzas.

Al llegar al otro extremo de la presa, descendimos siguiendo la margen derecha del arroyo, hasta alcanzar de nuevo la depuradora.

El regreso hasta la plaza de Torrelodones lo realizamos prácticamente por donde habíamos venido, con una pequeña variante al llegar al cementerio, dando así por finalizado este bonito paseo por un espacio ambiental privilegiado que muchos vecinos elegimos como lugar de esparcimiento y que califico con 3,5 estrellas.
Paco Nieto