martes, 28 de agosto de 2018

Excursión X147: Los Petroglifos de Cercedilla

FICHA TÉCNICA
Inicio: Cercedilla

Final: Cercedilla
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 14,6 Km 
Desnivel [+]: 835 m 
Desnivel [--]: 835 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 4

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Creo que es un vecino de Cercedilla el artista que ha dibujado en el granito de algunos riscos de la zona unos bonitos petroglifos relacionados con la fauna o temática local.

Y para visitar tres de ellos, nos acercamos al aparcamiento municipal de Cercedilla, desde donde salimos para girar a mano derecha por la carretera, cruzamos por un puente el arroyo del Tejo, donde antaño se aprovechaba su agua en los lavaderos públicos que aún se conservan y al llegar al barrio de San Antonio, nos desviamos a la izquierda hacia el polideportivo.

Descendemos en busca del arroyo del Pradillo, al encuentro de la senda del GR-10, y sin cruzar el puente que lo salva, lo remontamos alejándonos progresivamente de él, dejándolo a nuestra derecha, en dirección noroeste, con una preciosa vista de Siete Picos frete a nosotros.

Pasamos junto a un depósito de agua, giramos para seguir, en dirección norte, el Camino de Majavilán y al poco entre bonitos chalets de la Colonia Camorritos alcanzamos el apeadero del tren que sube a Cotos, ahora llamado de la Naturaleza.

Cruzamos las vías y seguimos por el GR-10, en suave ascenso por la Vereda de las Encinillas, que discurre paralela pero más al este del GR-10. Cruzamos el arroyo del Polvillo y al poco, tras un par de curvas a la izquierda, alcanzamos el Camino de la Pata la Cabra (PR-8), a 300 metros de la Pradera de Navarrulaque, cerca de donde se supone existió un pozo de la nieve, o al menos eso es lo que en algunos mapas aparece.

Seguimos el Camino de la Pata la Cabra en dirección noreste hasta llegar a las llamadas Rocas de Laín porque hay escrito en una de ellas unos párrafos sobre la Sierra de Guadarrama en homenaje de la agrupación Aurrulaque, del Club de Senderismo de Peñalara a Pedro Laín Entralgo, que fue médico, historiador, ensayista, filósofo y amante de la naturaleza.

Junto a la roca, en un canchal se encuentra el petroglifo del dragón, en referencia a cómo se le conocía antaño a Siete Picos, y que desde este mirador se contempla imponente.

Admirado el primer petroglifo de la ruta, continuamos por el camino hacia el Cóncavo de Siete Picos, pasando primero junto a la fuente Ignacio, que sale a la izquierda, donde paramos a beber su fresquita agua.

A unos 300 metros, dejamos el cómodo camino y ascendemos a la izquierda del mismo por una empinada senda a poco de llegar a donde nace el arroyo del Pradillo y está situada la bonita fuente de los Acebos, enmarcada en un bello rincón de la ladera de Siete Picos.

La, a veces, desdibujada senda se dirige, en dirección oeste, hacia la parte alta de la Pradera de Majalasna, a la que llegamos tras cruzar un arroyuelo y pasar junto a la fuente Ezequiel. En este vídeo podemos conocer a su constructor.

Aunque nos dieron tentaciones de subir a la cumbre de Majalasna, preferimos hacer la parada para comer fresquitos junto a la fuente del mismo nombre, una vez cruzada la pradera.

De postre, teníamos que encontrar el segundo petroglifo, el único que yo aún no conocía, y tras un despiste por mi parte buscando en las rocas que no eran, lo hallamos finalmente unos metros a la derecha, bajo la fuente, nada más andar unos pocos metros por la senda de los Alevines. 

Se trata de un magnífico petroglifo de un buitre en una de las rocas y su correspondiente cabeza en otra.

Satisfechos de haberlo encontrado, regresamos a la senda, por la que descendemos en dirección este para luego tras una cerrada curva girar hacia el sur.

Con tramos cómodos y otras veces convertida en pedregoso torrente, pasamos junto a la fuente Jesús y más adelante por la Piedra de la Prada, para alcanzar finalmente la Pradera de Navarrulaque donde se cruza el GR-10 con la Carretera de la República.

Siguiendo la carretera , nos acercamos al monumento Siete Picos y al reloj de Cela, antes de llegar a los Miradores. Subimos al rocoso de Vicente Aleixandre y después a la amplia terraza del Luis Rosales donde nos hicieron la foto de grupo.

Nos acercamos al vértice geodésico que hay en la inmediaciones del mirador y enlazamos con la cómoda Senda Sevillanos, por la que continuamos en dirección suroeste, entre pinos albares de gran porte.

Tras un par de curvas, nos desviamos a la izquierda, hasta alcanzar un roquedal donde se encuentra el petroglifo del lobo, también doble, como el buitre, y al igual que antes, en una de las rocas aparece completo y enfrente su cabeza.

Soberbios los tres petroglifos, y que yo conozca hay otro, de un ciervo, subiendo desde los campamentos de Cercedilla a Peña el Águila.

Recuperada la senda, descendimos hasta conectar con la Vereda Alta, que seguimos en dirección sureste hasta el Raso de Pedro Morales. En este cruce de caminos, continuamos descendiendo por la senda que en dirección sur se dirige a Las Eras y el Collado de los Burros.

Solo nos quedaba ascender desde el collado al Cerro Colgado y hacernos unas fotos en su vértice geodésico, cercano al depósito de agua que hay en su cumbre. El resto fue descender hacia Cercedilla, enseguida cruzar las vías del tren y pasar junto a la Iglesia de San Sebastián y terminar tomando las cervezas frente al Ayuntamiento.

Por todo ello esta ruta bien se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS