domingo, 19 de mayo de 2013

Excursión X027: Restos de la Guerra Civil en Torrelodones

FICHA TÉCNICA
Inicio: Torrelodones
Finnal: Torrelodones
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 13,6 Km 
Desnivel [+]: 292 m 
Desnivel [--]: 292 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 1

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC
Esta excursión surgió como cierre del ciclo de conferencias camineras organizadas por el Grupo Caminero de Torrelodones, sobre elementos históricos y culturales pendientes de redescubrir en Torrelodones, una charla ofrecida por este grupo el martes 14 de mayo en la Casa de Cultura del pueblo, una Conferencia a cargo de Ernesto Viñas y Alberto del Río sobre: "La Guerra Civil y Torrelodones. Milicia y población civil".

En ella se comentó el papel que cumplió Torrelodones durante la Guerra Civil. el motivo por el que instaló el General Miaja su puesto de mando en el Canto del Pico, la la función del pueblo durante la batalla de Brunete, el papel que desempeñaron los hospitales de sangre de Torrelodones, por dónde se movió el tren blindado de Torrelodones o cuál fue la presencia de las Brigadas Internacionales.

Allí se dieron respuesta a estas preguntas: ¿Cómo se vivieron en el pueblo los primeros días del levantamiento militar y en general durante toda la guerra hasta ese mes de marzo de 1939 en que es tomado por las tropas del General Franco. ¿Sabias que fueron los vecinos los que salvaron al Conde de las Almenas?, ¿conocías que el pueblo se volcó con los refugiados, acogiendo una colonia de centenares de niños?, ¿Sabes algo de Mariano Cuadrado, el maestro elegido alcalde y juzgado por los dos bandos, o los casos del escritor Ricardo León o el cónsul noruego Félix Schayler?

Como complemento de la conferencia, el domingo 19 de mayo se planteó esta ruta para descubrir los restos que aún quedan de la guerra en los alrededores del pueblo.

Salí desde la Plaza de la Constitución, muy distinta a como era en aquella época, Recorrí la calle Real, y cruzar la Avenida Conde de las Almenas, título que ostentaba el primer propietario del cercano Palacio del Canto del Pico.

Dejé atrás la rotonda del Dedo Gordo, continuando por la calle Daniel Jiménez hasta salir al Cordel de Hoyo de Manzanares, por el que descendí hacia el cementerio, donde había quedado el grupo. Desde allí nos acercaremos a una próxima línea de trincheras que, aunque está muy desdibujada por el tiempo, nos permitió entender las explicaciones del arqueólogo Pablo Schnell sobre su posición estratégica para controlar el paso por la carretera de la Coruña y la prevención de incursiones franquistas desde Las Rozas aprovechando la línea del ferrocarril.

Desde esa línea bajamos hacia los Peñascales por el Área Homogénea Norte, zona salvada por sus altos valores naturales, de la construcción de un campo de golf y una urbanización hace unos años.

Cruzamos el arroyo de Villarejo, el Prado de la Solana y el arroyo del Petril hasta alcanzar la carreta que un poco más abajo cruza el arroyo de Trofas. Seguimos su curso hasta la valla del Pardo, donde subimos hasta unas posiciones donde pudimos observar una línea de trincheras de varios kilómetros de longitud que penetraban hacia el Pardo, así como puestos de francotirador y tres nidos de ametralladoras pesadas.

Estas infraestructuras dan idea de la vigilancia mantenida en la zona para proteger el cuartel general del General Miaja durante la batalla de Brunete, situado en el cercano Palacio del Canto del Pico, y prevenir el riesgo de una incursión de los nacionales hacia Madrid.

Desde ese punto subimos paralelos al arroyo de Trofas, bordeando el embalse de los Peñascales por una senda abierta recientemente por el Ayuntamiento de Torrelodones.

Posteriormente cruzamos la carretera del Pardo para subir hacia la casa de Cantos Negros y desde allí a la Posición Lince, emplazamiento emblemático de observación militar que permitía controlar amplías extensiones de la llanura madrileña.

Desde la posición Lince bajamos por la carretera de Hoyo de Manzanares al pueblo, pasando junto a la finca El Tomillar, donde se situó el puesto de mando sanitario del XVIII cuerpo de ejército republicano, que además albergó un depósito de material sanitario y de ambulancias. Torrelodones quedó dentro de la zona leal al gobierno republicano, y así permanecería hasta el final de la contienda.

Más información del papel de Torrelodones durante la Guerra Civil, y en particular su importancia en la Batalla de Brunete, se puede obtener en este enlace.

Por lo bien organizado y la gran cantidad de datos recibidos, esta histórica ruta se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS