jueves, 23 de febrero de 2017

Excursión X078: Peña Citores

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Cotos
Final: 
Puerto de Cotos
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  11,5 Km
Desnivel [+]: 778 m
Desnivel [--]: 778 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 4

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Para saciar nuestras ganas de nieve, realizamos esta excursión que nos llevó a Peña Citores desde el Puerto de Cotos por la senda del Batallón Alpino.


Iniciamos en el aparcamiento de Cotos esta ruta de marcado ambiente invernal, con cielo nublado y mucha nieve por la mayoría de su recorrido.

Nos acercamos a por agua a la fuente Constancio Bernaldo de Quirós, erigida aquí en honor del que fuera símbolo del excursionismo y montañismo en el Guadarrama. Está situada frente a la Venta Marcelino, que con su tejado de pizarra a dos aguas semicubierto por la nieve y sus travesaños de madera, nos hace trasladarnos a los Alpes.

Dejamos a nuestra izquierda el que fue el Albergue de la Real Sociedad Española de Alpinismo, de los más antiguos de España, desgraciadamente abandonado hoy día a su suerte, y a la derecha, el centro de Interpretación del Parque, para dirigirnos al comienzo de la Senda del Batallón Alpino.


Pasamos junto al Mirador de Lucio y nos internamos en el denso bosque, comenzando así un ascenso constante por la loma de Dos Hermanas, que con tanta nieve se hacía más duro de lo habitual.

La senda discurre por un pinar de pino silvestre, en dirección noroeste, con vistas a la Bola de Mundo y las pistas de Valdesqui y marcada con algún que otro hito y círculos amarillos.


El Batallón Alpino, fue organizado en septiembre de 1936 para mantener a raya desde las cimas más altas de Madrid a las fuerzas rebeldes acantonadas en La Granja. Ellos abrieron desde el puerto de Cotos (1.848 metros) esta senda para abastecer las posiciones de Peña Citores (2.181), Dos Hermanas (2.285) y Peñalara (2.428), superando aquí los tres peores inviernos que nadie haya pasado jamás en la sierra de Guadarrama.

A poco más de una hora, dejamos la emboscada y sombría ascensión por el pinar para continuar por el lampiño piornal, completamente cubierto de nieve, alcanzando enseguida un collado raso donde nace el arroyo del Infierno, paradójicamente en un manantial con nombre mucho más angelical: la Fuente de los Pájaros.


Tras refrescarnos con su gélida agua, reanudamos la marcha, en dirección oeste, directos a la cumbre de Peña Citores, ascendiendo con cierta dificultad, por los numerosos agujeros que el piornal presentaba bajo la nieve.

Coronamos enseguida una posición fortificada circular, del tamaño de una plaza de toros, situada a caballo entre Peña Citores, a nuestra izquierda, y Dos Hermanas, a la diestra. Unos metros más arriba alcanzamos los hitos que señalan la cumbre de la roma Peña Citores.


Desde este espolón se atalayan las más altas cumbres de la sierra: desde Peñalara, Dos Hermanas, hasta la Mujer Muerta, pasando por Cabezas de Hierro, las Guarramillas, Siete Picos, Montón de Trigo, pinares de Valsaín...un festín para nuestra vista.

No es de extrañar que eligieran este privilegiado lugar de vigilancia quienes llenaron esta cresta de trincheras y parapetos durante la guerra civil, con excelentes con vistas a Valsaín y su pinar, La Granja y todas las tierras de Segovia.


Tras cruzar la quebrada línea de trincheras, formadas por dos gruesos muros de piedra paralelos de tosca mampostería de más de un metro de espesor, nos dirigimos, en dirección suroeste, hacia el refugio de Citores, situado en el conocido como Mirador del Cancho. Al abrigo de su pequeño recinto, nos tomamos los bocadillos, mientras contemplábamos las hermosas vistas que ofrece este espigón, la proa más occidental de la Sierra de Guadarrama.

Conseguido el objetivo de la ruta, iniciamos el regreso rodeando el espolón del refugio por el noroeste, buscando azarosamente los hitos de la casi oculta senda que desciende al Boquete Bajo de Majalgrillo y de allí al Alto del mismo nombre, donde retomamos la senda, pasando por una hermosa pradera, donde decidimos acortar la ruta, dejando la senda para evitar dar un gran rodeo, lo que no sabíamos es que iba a ser a costa de tener que salvar zarzas, empinadas pendientes y roquedos intentando no perder la cota de 1700 metros.


Cuando continuar se hizo imposible, descendimos directos hacia el sur hasta encontrar la confortable y casi plana pista, lo que festejamos como si de haber encontrado un tesoro se tratase. Aligeramos al paso, disfrutando de la bondad del camino y la excelente temperatura.

Al poco, en una de las revueltas de la pista, cruzamos por cómodo puente el arroyo del Cancho, que bajaba ruidoso del Mirador del mismo nombre.

Al alcanzar el empinado Camino Viejo del Paular (GR-10.1), que antaño se utilizaba para ir de éste a la Granja, en los tiempos que el monasterio vivió sus momentos de esplendor, giramos a la izquierda para seguir por él el resto del camino hasta el Puerto de Cotos, previo cruce con el arroyo Iniesto y del Infierno.


Entramos en el puerto justo por donde terminan las vías del ferrocarril de Cercedilla a Cotos, donde un portón metálico cierra un túnel inacabado, que estaba previsto permitiese pasar bajo la divisoria del puerto y prolongar las vías hasta Gargantilla de Lozoya, proyecto aplazado "sine die".

Tras recoger el coche, nos fuimos a Las Postas a celebrar el final de esta estupenda excursión invernal, que bien se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

jueves, 16 de febrero de 2017

Excursión X077: Trincheras y Pinos Plateados de la Jarosa

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Jarosa
Final: 
La Jarosa
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia:  13,5 Km
Desnivel [+]: 703 m
Desnivel [--]: 703 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 3
Participantes: 3

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Con idea de andar el tramo del GR-10, desde el Refugio de la Naranjera hasta el Collado de la Cierva, nos trasladamos José Luis, Paco y yo a la zona de La Jarosa, en Guadarrama. Pero nuestros planes se trastocan, la Policía Municipal ha cortado el acceso a las áreas recreativas, por desbordamiento de dos arroyos.


Decidimos dejar el coche junto al dique del embalse y realizar una ruta que comprende dos senda locales; la SL-M-44005 (Por las Trincheras) y la SL-M-44006 (Bosque Plateado).

Estamos a 1.088 metros y partimos con dirección Norte, marchando sobre una pista semiasfaltada. Siguiendo las marcas compuestas por dos franjas; verde y blanca y un circulo rojo sobre los árboles, indicativas de la senda temática SL-M-44005 “por las trincheras”. Pasada la barrera, dejamos de andar por por pista para
transitar por la típica vereda, que recorre paralela el pinar. Poco antes de un kilómetro, atravesamos la pista, dejando a izquierda una bifurcación de caminos.

Continuamos de frente el rastro, que se separa de la pista
momentáneamente para volver a casi juntarse poco más adelante. Ya comenzamos a ver restos de trincheras, que pasan casi desapercibidas ocultas por la vegetación.

Sobre 1,4 km, giramos a izquierda, para ascender a un altozano en el cual quedan restos del puesto de guardia que cubría las trincheras enclavadas en sus laderas.

Regresamos al camino y cruzamos la pista, prosiguiendo por otro ramal que asciende con dirección Norte, en breve estamos en otra bifurcación, las
indicaciones nos guían a derecha para encontrar restos de un refugio y nidos de ametralladora, que defendían este alto.

Son los restos del puesto de mando del ejército nacional, utilizado por la Columna Iruretagoyena que controlaba la ladera de la Solana de Fuente la Teja, un entramando de trincheras y barracones. Este cuerpo del ejército se adueño más tarde de; Villafranca del Castillo y Villanueva del Pardillo (aldea desaparecida) de Villanueva de la Cañada.

Retornamos a la pista, andamos unos metros y torcemos a izquierda, donde hay una gran profusión de trincheras y otro refugio/puesto de guardia, así como un búnker muy deteriorado.

La senda nos lleva en bajada hasta la primera pista (3,48km), justo en el cruce con el Arroyo de la Chorrera, donde esta la Fuente del Horcajo.

Seguimos aguas abajo el arroyo que hoy baja muy crecido y ha producido desperfectos en la senda, caminamos por la vereda del agua, antiguo trazado del canalización de agua, asombrados por el
cañón por el que discurre el Arroyo de la Jarosa, que ha recogido el flujo del Arroyo de la Chorrera y el Arroyo de los Álamos Blancos. 

Escuchamos el torrente de agua que se despeña por una catarata impresionante que vemos a lo lejos. Entendemos ahora que hayan tenido que cortar la carretera junto al embalse.

La vereda nos devuelve al cruce de pistas por el que pasamos anteriormente (4,43km), giramos a derecha sin llegar a él, para continuar por otra pista, que baja hasta el Arroyo de la Jarosa. Lo cruzamos por una estupenda plancha de cemento, donde se ve que hace muy poco el arroyo la desbordo. Remontamos y volvemos a bajar para alcanzar un área recreativa (2h - 5,73km), que aprovechamos para tomar el conveniente almuerzo sentados cómodamente en una de sus mesas de madera que hay junto al Arroyo del Picazuelo.

Comenzamos la segunda parte de la ruta, en la que esperamos ver los pinos plateados. Cruzamos el Arroyo del Picazuelo y proseguimos campo a través en sentido Suroeste, pasando junto a los restos de las Casas de San Macario, cruzamos una zona de jaras y entroncamos con la pista que recorre la vaguada del Arroyo de la Calle de los Álamos. Andamos por la senda temática SL-M-44006 “el Bosque Plateado”, señalizada con dos franjas; verde y blanca más un circulo gris. 

Después de caminar unos quinientos metros por la pista, bajamos al arroyo con intención de cruzarlo para subir al Alto de la Sacristía, pero nos resultó una misión imposible, por ir muy crecido. Lo seguimos aguas arriba disfrutando de su naturaleza virgen, insistiendo varias veces en nuestro
propósito sin conseguirlo. Finalmente alcanzamos el punto en que la pista cruza el arroyo y aunque con alguna dificultad, logramos pasar al otro lado.

Consultado el GPS, aparece un cabo de senda a la izquierda que sube hacia nuestro objetivo, pero al llegar al punto. Nuestro gozo en un pozo, la tal senda ha desaparecido, quedando solo un rastro, al cual nos aferramos para ascender la pendiente. Desde el kilómetro 7,84km, iniciamos la remontada con tramos de hasta el 36%, llegamos casi a tocar, otra vez el Arroyo de la Calle de los Álamos, cuando desembocamos en la pista dejada
atrás (8,74km), volviendo a estar en la senda del bosque plateado, donde hay una gran concentración de pino laricio.

Este pino, es también conocido como: pino salgareño, pino gargallo, pino pudio, pino maderero o pino nasarro. Su nombre específico actual, nigra (pinus nigra Arnold), alude al color oscuro de sus hojas en contraste con el blanco de su corteza. Es un pino de gran talla que puede alcanzar los 50 metros, su copa es irregular y tiene raíces secundarias superficiales, que le permite adherirse a las rocas. Florece en primavera produciendo abundantes piñas cada 4 ó 5 años, madurando en el siguiente otoño y esparciendo los piñones en la posterior primavera.

A pesar de una regeneración difícil, puede supera los 500 años. Resistente a la sequía y fríos invernales, prefiere los suelos calizos, frescos y profundos. Su hábitat esta situado entre los 800 y 1.600 m.

Seguimos ascendiendo por la izquierda la pista, que está siendo camuflada por las jaras, por la derecha hay una bella alfombra de gayuba, que cubre todo el pinar. Llegamos a una curva, donde hay un buen mirador con excelentes vistas, que abarca hasta la Pedriza. Proseguimos viendo los mejores ejemplares de pino, tanto en altura como en grosor y enlazamos con el cortafuegos, sobre los 9,17km.

La ruta temática sigue de frente. Nosotros giramos a izquierda por el cortafuegos, con rumbo Este. Viendo un último cerro que hay que subir, se trata del Alto de la Sacristía, que con sus 1.304 metros, es la máxima altura de la ruta de hoy.

Desde aquí nos descolgamos por este trecho de 1500 metros, con pendientes de hasta el 44%, con ayuda de los bastones, a falta de reductora ¡pues buena falta hace!, aterrizando en la pista asfaltada del Camino de la Carrasqueta, cuando llevamos 10,9km.

Continuamos por la izquierda, volvemos a cruzar el Arroyo de la Calle de los Álamos, que pasa canalizado, pero también se ven huellas de haberse desbordado y entramos en el Área Recreativa La Jarosa II. Pasado el chiringuito, tomamos la senda de la izquierda y en breve cerramos el círculo. Cruzamos otra vez el Arroyo del Picazuelo y proseguimos a la derecha por el camino que nos lleva al Área Recreativa La Jarosa I, donde hay una ermita y un restaurante/chiringuito.

La Ermita de Nuestra Señora de La Jarosa, se construyo en 1956, por voluntarios del pueblo de Guadarrama, coordinado por el párroco. En Agosto se efectúa una romería.

Reemprendemos la marcha, cruzando la carretera y entrando a orilla del embalse, caminamos junto a él y salimos, volviendo a la carretera, por la que andamos unos metros, cruzamos el Arroyo de la Jarosa, que ya ha bajado su caudal y vemos el rastro dejado por la corriente. A continuación abandonamos la carretera para seguir la senda, que paralela recorre el tramo que nos separa del final, donde vemos los restos de una espadaña, entre la carretera y el Embalse.

Se trata de los restos de la antigua Ermita de San Macario, que formaba parte de la aldea de La Herrería, desaparecida en el siglo XVII. Esta zona era conocida como; Berrueco de la Herrería o Berrueco de San Macario.

Continuando la senda que nos lleva al punto de partida, nos espera una pequeña sorpresa, cruzar un zarzal, que nos deja entrar para irnos encerrando y ponernos en tal aprieto al final, que ante la duda de regresar o proseguir, elegimos persistir, teniendo que finalizar casi a gatas. Al fin llegamos a la pista semiasfaltada por la que iniciamos el recorrido y giramos a derecha para concluir esta entretenida ruta.

Por todo lo visto y disfrutado, esta excursión se merece 3 estrellas.
Cristobal

jueves, 9 de febrero de 2017

Excursión X076: Tejos Milenarios del Barondillo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Km 36 de la M-604
Final: 
Km 36 de la M-604
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia:  11,9 Km
Desnivel [+]: 620 m
Desnivel [--]: 620 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua:
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 3

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Por fin he logrado realizar una ruta muy deseada y que por diversas circunstancias siempre aplazaba, se trata de ver los tan rumoreados tejos milenarios, situados a orillas del Arroyo de Valhondillo. Voy acompañado de Paco y Jose Luis, para ello nos desplazamos hasta el punto kilométrico 36,6, de la ctra M-604 situado entre el Puerto de Cotos y Rascafría.

Estamos a 1.500 metros de altitud, cruzamos la carretera y bajamos a tumba abierta 200 metros hasta la pista que une el Puente de la Angostura con el Camino Viejo de El Paular, por el lado Norte del Arroyo de la Angostura. Seguimos a derecha la pista unos 180 metros y antes de unirse al antiguo Camino del Paular, que transitaba desde el Palacio de La Granja de San Ildefonso, pasando por el Puerto de Cotos, hasta el Real Monasterio de Santa Maria de El Paular.

Vemos la pasarela sobre el arroyo, el ansia nos puede y nos vamos hacia ella, atrochando para llegar al pontón, donde hay situado un poste de la ruta RV-1; que enlaza Rascafría, el Paular y el Puerto de Cotos. Cruzamos el Arroyo de la Angostura.

Estas aguas nacen en el Circo de Guarramillas, dando origen al Arroyo de las Guarramillas, al cual se agregan los arroyos; de Cotos, de las Cerradillas, del Toril y de la Laguna Grande de Peñalara.

Nada más cruzar este arroyo, hoy cargado de agua, hay tres pequeñas pasarelas que salvan pequeñas corrientes y poco más adelante se cruza el Arroyo de Peña Mala que también vierte sus aguas al de la Angostura. Andamos 400 metros por este excelente camino, en sentido contrario al que deberíamos llevar, para enlazar con una pista que parte a derechas (0,20h).

Ahora toca subir un tramo de 1,6 km, con pendiente media del 15% y cubierto de nieve, vamos paralelos al Arroyo de Peña Mala, por un camino que está siendo engullido por la vegetación.

Enlazamos con otra pista, cuando llevamos 1 hora, 2,4 km y hemos ascendido hasta los 1.690 metros, máxima altura de la ruta. Continuamos en bajada con sentido Este, avanzando por la ladera Norte de la Loma de Pandasco, pista con bastantes placas de hielo que hace más lenta nuestra marcha, cruzamos el Arroyo del Hierro y dos ramales que forman el Arroyo de la Majada del Espino, antes de llegar a la bifurcación (5,18 km).

Proseguimos de frente, la pista va girando a derechas y con ligera pendiente, hasta finalizar junto al Arroyo de Valhondillo (2,18h - 6,19 km - 1.653 m), que recoge todos los arroyuelos que se descuelgan por la cara Norte de la Cuerda Larga, desde Cabeza de Hierro Mayor hasta el Cerro de Navahondilla.

Ya antes de cruzarlo, vemos al otro lado un tejo con su señalización de árbol singular. ¿Pero como pasamos al otro lado? vemos un paso con pequeños troncos que no nos dan confianza, pues están mojados y uno de sus extremos congelado. Decidimos fabricar nuestro propio paso y cumplir nuestra meta, ya en el otro lado, da comienzo el episodio de leyenda ¡pues este lugar es mágico! con una frondosidad sensacional, donde destacan los tejos y entre todos, el milenario Tejo del Barondillo, de entre 1500 y 1800 años, que según la información es femenino, aunque es conocido como El Abuelo.

El “Texus bacata”, tejo común o tejo negro es un árbol conífero, de la familia primitiva de las taxáceas y crece en zonas montañosas húmedas. Son plantas de gran longevidad, superando los 2000 años y los 20 metros de altura. Sorprende el grosor que puede adquirir su tronco, con ramas que crecen casi desde la base del mismo, terminando en unas hojas finas y puntiagudas, dando un fruto de color carmesí. Otra cosa curiosa es que su tronco está vacío.

Para los celtas el tejo era un árbol sagrado, gracias a su perenne presencia durante cientos de años, era considerado un símbolo de muerte y reencarnación. El cristianismo no lo devaluó, construyéndose muchas iglesias alrededor de estos longevos y venerados árboles.

Tras el merecido descanso y tomarnos un piscolabis, reanudamos el recorrido acompañando el descenso del Arroyo de Valhondillo y despidiéndonos de los tejos. Cruzamos el Arroyo de las Zorras y el Arroyo de Los Pinganillos, antes de reencontrar la pista que habíamos dejado en la bifurcación, después de casi un kilómetro junto al arroyo (3,50h - 7,28km).

Seguimos la pista a nuestra derecha, que continua bajando y cruzamos el Arroyo del Paraje, dos veces y después el Arroyo de Valhondillo, al que ya no volveremos a ver y tras 700 metros estamos en el Camino Viejo del Paular y el Puente de la Angostura, estando en el punto más bajo del circuito a 1.364 metros, habiendo invertido 4 hora y 15 minutos y recorrido 9km.

El Puente de la Angostura, esta acoplado en una estrechez berroqueña por la que fluye el agua del arroyo al que le da nombre. Ordenado construir por Felipe V, para conseguir llegar en coche de La Granja al Monasterio de El Paular, se sustenta en un arco de seis metros de luz, de mampostería sin labrar. Ahora duerme en un camino olvidado por reyes, pero muy utilizado por los amantes de la naturaleza, que gustan de perderse en este valle, donde no dejan de encontrar tesoros, como los tejos milenarios.

No cruzamos el puente y continuamos dirección Oeste, por el Camino del Paular y con el rumor del de los saltos de agua del Arroyo de la Angostura que corre junto a él, hasta regresar al punto en que pasamos en los comienzos de la ruta. Ahora solo quedaba desandar el trayecto hasta el punto de partida, donde habíamos dejado el coche, para finalizar así esta bonita ruta.

Por el encanto de esta excursión, se merece 4 estrellas.
Cristobal

FOTO REPORTAJES
Foto reportaje de Paco Nieto

FOTOS
Fotos de Cristobal López

Fotos de José Luis Molero