lunes, 25 de octubre de 2021

Excursión X307: Castillo de Santa Bárbara

FICHA TÉCNICA
Inicio: Alicante
Final: Alicante
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia: 5,5 Km
Desnivel [+]: 240 m
Desnivel [--]: 240 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 3
Participantes: 12

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
El Castillo de Santa Bárbara se encuentra ubicado sobre el monte Benacantil, una mole rocosa de 166 metros de altitud lindante con el mar, lo que le confería un enorme valor estratégico ya que desde la misma se divisa toda la bahía de Alicante y sus alrededores terrestres, lo que propició el desarrollo de la ciudad.

Llamada esta roca Banu-lQatil por el geógrafo musulmán Al-Idrisi (s.XII), hay historiadores que datan el origen del topónimo en las palabras "bena", transcripción al árabe de "pinna", peña en latín, y de "laqanti", adjetivo que proviene de "Laqant", Alicante para los árabes.

En sus laderas se han encontrado restos arqueológicos de la Edad del Bronce, ibéricos y de la época romana, si bien el origen de la actual fortaleza hay que buscarlo a finales del siglo IX cuando la dominación musulmana.

Y para llegar hasta este castillo lleno de leyendas, quedamos con el grupo de Antonio Lautriz y Hendrik en el quiosco del hotel Meliá, donde fueron llegando los participantes a esta ruta, que repiten por diferentes itinerarios, cada semana, hasta 22 formas distintas de subir tienen.

Reunidos todos, nos pusimos en marcha en dirección a la playa del Postiget, llamada así porque existía una pequeña puerta en la antigua muralla de Alicante que daba acceso a la ciudad,​ y que era denominada "el Postigo",​ la cual acabó dando nombre a la antigua calle alicantina del Postigo y a la playa del Postiguet.

Recorrimos su bello paseo marítimo, cuajado de palmeras, con una ancha franja de dorada arena y aguas tranquilas, todo un icono para los alicantinos.

Alcanzamos el extremo de la playa, junto a la estación de La Marina, donde recibe el nombre tradicional de Playa del Cocó, punto desde donde se lanzan los castillos de fuegos artificiales tras las fiestas de las Hogueras de San Juan. Aquí giramos a la izquierda para adentrarnos en el barrio de Raval Roig, desde donde se tiene una buena vista de la llamada cara del moro. Aquí se cuenta la leyenda que rodea a este capricho de la naturaleza.

Conectamos con el camino de subida al Castillo, una empinada cuesta que asciende por la parte oriental del monte de Benacantil, y que tras subir unas escaleras, nos acercó a un mirador de preciosas vistas hacia Sierra Grossa y el Cabo de las Huertas.

Descendimos siguiendo un sendero que bordea la cara norte del castillo hasta dar con la carretera de subida a la fortaleza. Fue curioso ver a una pareja de recien casados que bajaba la cuesta tras hacerse las preceptivas fotos en su recinto.

Entramos por la puerta que conduce al patio de armas y recorrimos sus murallas en busca de las estupendas panorámicas que ofrecen sus miradores desde todos sus ángulos posible.

El nombre actual le viene del día de Santa Bárbara, ya que el 4 de diciembre de 1248, fue tomado a los árabes por el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio. En 1296 se posesiona de todo el recinto y para la corona de Aragón Jaime II, ordena su remodelación. Casi un siglo después Pedro IV el Ceremonioso manda sea rectificado el recinto y el rey Carlos I ordenará su fortificación a comienzos del siglo XVI.

Hasta el reinado de Felipe II no se produce la gran reforma del castillo, con la construcción de las dependencias que en su mayoría hoy contemplamos. Duraron las obras de 1562 a 1580, según proyectos de Juan Bautista Antonelli y Jorge Palearo "El Fratín".

Los bombardeos que sufrió Alicante en 1691 y las acciones bélicas llevadas a cabo contra el castillo durante el período 1706-1709, cuando la guerra de Sucesión, en que estuvo en poder de los ingleses, afectaron gravemente a todo el recinto tras la explosión de la mina ideada por parte de las tropas francesas. En este simpático vídeo se recrean estos acontecimientos.

La última acción militar se produjo en 1873 cuando la fragata acorazada "Numancia", en manos de rebeldes cantonalistas de Cartagena, lanzó sus proyectiles sobre la población y su castillo, que sería desartillado veinte años después.

Durante la guerra civil española sirvió para recluir primero a prisioneros afines al bando Nacional, y posteriormente a prisioneros afines a la Segunda República hasta finales de 1939, la mayoría procedentes del puerto de Alicante y del campo de concentración de Los Almendros.

Todavía hoy pueden apreciarse las marcas y grabados de aquellos prisioneros en algunas de las zonas del castillo. ​

Hasta 1963, en que fue abierto al público, estuvo en una situación de abandono. Fue en ese año cuando se inauguraron los dos ascensores que hacen un recorrido por dentro de la montaña de 142,70 metros y a los que se accede por un túnel de 204,83 m de longitud que nace en la avenida de Jovellanos, frente a la playa del Postiguet.

Recorrimos la torreta, la vieja Torre del Homenaje, con impresionantes vistas de la bahía de Alicante, y que tiene los vestigios más antiguos de toda la fortaleza, unos basamentos de los siglos XI al XIII.

En este recinto contemplamos, entre otros, el llamado Baluarte de los Ingleses, así como otras dependencias: Parque de Ingenieros, Sala Noble, que fuera hospital, Casa del Gobernador, etc.

La explanada más elevada es conocida por "Macho del Castillo" y allí estuvo la antigua alcazaba.

El recinto intermedio corresponde a las dependencias más importantes concluidas en 1580: Salón Felipe II, antiguo Cuerpo de la Tropa frente al amplio Patio de Armas a cuyas espaldas se hallan las ruinas de la ermita de Santa Bárbara, Cuerpo de Guardia y Baluarte de la Reina.

Del siglo XVIII data el recinto inferior donde encontramos el Revellín del Bon Repós, que hace actualmente las funciones de aparcamiento y en el que se ubica el monumento al ilustre militar alicantino Félix Berenguer de Marquina que fuera capitán general de Filipinas y virrey de Nuevo México.

El gran escudo de mármol blanco (s. XVIII) que hay sobre la puerta de acceso al segundo recinto se hallaba en el Real Consulado del Mar, edificio destruido por una explosión. En su interior se encuentra el Museo de la Ciudad de Alicante (MUSA), integrado po­r cinco salas que se complementan con el Aljibe renacentista.

Se nos hizo de noche contemplando tanta historia, así es que tocaba regresar.

Lo hicimos bordeando el castillo por su lado occidental, la de la puerta de San Jorge, que da paso al parque de la Ereta.

Pasamos junto a la ermita de San Roque, la Plaza del Carmen y callejeando llegamos a la calle Real donde paramos a tomar algo en una de sus terrazas.

Tras el descanso, cada cual se fue hacia sus puntos de origen, dando así por terminada la excursión, que califico con 3 estrellas.
Paco Nieto


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