viernes, 8 de octubre de 2021

Excursión X301: Valle de Barrosa

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Valle de Barrosa
Final: Valle de Barrosa
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 10,4 Km
Desnivel [+]: 551 m
Desnivel [--]: 551 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Para recuperarnos de la dura ruta del día anterior, Juan cambió los planes previstos para poder hacer esta otra, bastante más asequible, y que efectivamente agradecimos, por ser cortita y sin demasiado desnivel.

Sin madrugar tanto, en esta ocasión desayunamos sin prisas, porque la salida era a las 10:15 y solo estábamos a media hora del punto de salida, en un pequeño aparcamiento situado en el kilómetro 88 de la carretera A-138, en un claro que sale a la izquierda, cerca del túnel que desde 1976 comunica Bielsa con Aragnouet (Francia), a 30 Km del hotel Arnal de Escalona, donde nos hospedábamos.

Desde el aparcamiento, señalizado como punto de inicio del Valle de Barrosa, echamos a andar por una pista que se adentra en el bosque con ligera pendiente. Antes de llegar a la primera curva, seguimos por otra pista, muy plana, que surge a la derecha y que se dirige a lo que fueron las antiguas instalaciones del lavadero de minerales y teleféricos de las minas de Liena o Mallo Ruego.

La explotación de estas minas viene de muy antiguo, siendo a partir del siglo XVI cuando se generó una gran industria minera en el valle, aunque, posiblemente, ya fueran explotadas en época romana.

En 1912, la sociedad franco belga Minas de Parzán, creada en 1912 comenzó a extraer el mineral de plata argentífero (galena), además de, en menor medida, plomo, cinc, plata, hierro o fluorita.

Estuvo operativa hasta 1928, cuando cerraron por falta de rentabilidad, ya que los filones eran escasos y su explotación bastante complicada, a lo que también contribuía una climatología desfavorable durante varios meses al año, debido a la nieve.

En el siglo XIX partía de Bielsa un hierro acerado que fue muy usado para la confección de herramientas con un reconocimiento internacional dada su altísima calidad (las verjas del Monasterio del Escorial están hechas con material de la zona). En 1943 se vendió a la Sociedad Peñarroya. Unos carteles informan d

Desde aquí, el mineral era llevado a Francia mediante vagonetas que iban colgadas en un cable aéreo, el llamado “Transpirenaico”. El paso lo hacían a través del puerto de Salcorz (2490 m). Este moderno sistema de transporte representó a principios del siglo XX un significativo cambio en cuanto a la organización de los trabajos y el transporte de los materiales, pues, anteriormente, debían hacerlo mediante mulos.

Unos metros más adelante llegamos a lo que queda de la casa de dirección, llamada “Casa Bosar” porque en ella vivía el subdirector alemán Jacob Bosshard. Durante la Bolsa de Bielsa, en la Guerra Civil española, fue el cuartel general de la 43ª división.

Junto a ella se encontraba la central eléctrica. Un canal desde el río Barrosa propiciaba un salto mediante un tubo que hacía funcionar un generador que facilitaba la energía para el complejo minero.

Por una empinada senda, frente a la casa, recuperamos la pista inicial y por ella continuamos. Unas vacas ocupaban el camino, las rebasamos intentando no llamar su atención, y al poco pasamos junto a los restos de una de las torres del teleférico.

Al llegar a la cabecera del azud que capta el agua para la central eléctrica, la pista pasa a ser una senda, que en suave ascensión, nos lleva hasta el fondo del valle que el Barrosa ha labrado a lo largo de miles de años.

El valle de Barrosa es un modesto valle glaciar, con un bonito circo en sus inicios, encajonado entre la sierra de Liena por su lado sur y la sierra Pelada por el norte, lindante ésta con el glaciar de La Pinarra justo donde se encuentra el Puerto de Bielsa (2375 m), de triste recuerdo, además del de La Forqueta (2434 m).

El valle de Barrosa se comunica con la cercana Francia a través del también denominado Puerto de Barrosa (2536 m), cuya vía era la que utilizaban los ingenieros franceses cuando venían a trabajar a las cercanas minas, además de ser también un lugar de paso que utilizaron antaño contrabandistas, maquis y otros viajeros que buscaban un paso apartado hacia el vecino país.

Conforme nos adentramos, el valle va ganando belleza bajo la imponente mirada de las moles pétreas de los picos Robiñera (3001 m) y La Munia (3118 m), que le dan una espectacularidad muy potente.

El río surca y modela todo el fondo del valle, serpenteando y haciendo algún que otro meandro, va superando los desniveles a base de pequeñas o altas gradas lo que origina bonitos saltos y pozas de las que paramos a disfrutar.

Al llegar al final del valle, el río Barrosa da una amplia curva hacia la derecha, buscando su nacimiento, a los pies del puerto al que da nombre, en el macizo de La Munia, formando unas preciosas cascadas al precipitarse por los riscos a gran altura, con un espectacular salto del Barranco de las Neveras en las mismas paredes que cierran el circo, de pizarras verdes y areniscas detríticas y que datan de la época del Carbonífero (375 mills/años).

El Barrosa es el primer afluente del río Cinca, después de recorrer 15 km e ir recibiendo las aguas de varios barrancos con fuertes pendientes como el de Pinara, Trigoniero, Ordiceto, y las del río Real, que baja encajonado entre las sierras de Liena y Espierba y que desemboca en el pueblo de Parzán una vez pasado Chisagües. El río Barrosa pierde su nombre en Bielsa al ceder sus aguas al potente río Cinca que es el principal colector de las aguas pirenaicas aragonesas.

Junto a una de las cascadas paramos a comer los bocadillos, que nos supieron el doble de ricos bajo tan impresionante paisaje.

Tras el descanso y el remojo de pies que algunos nos dimos, regresamos buscando la cabaña refugio de Borrosa, que antes habíamos dejado a nuestra derecha.

Está situada a 1.745m, en el PR-HU 187 que sube al Puerto de Barrosa, según figura en unos carteles en su fachada.

En su interior hay unas mesas y unas literas de madera, además de una chimenea. Por un cartel en su interior, se sabe que fue acondicionado por el club de montaña Cadets de Toulouse. Ejemplo a seguir. En su libro de firmas dejamos una nota para el recuerdo.

Con el objetivo cumplido, en agradable paseo, iniciamos el regreso por el mismo recorrido seguido hasta aquí. A mitad de camino nos encontramos con una chica francesa que nos preguntó si faltaba mucho para llegar al refugio, donde pensaba pasar la noche. Solo pensar en el espectacular manto de estrellas que iba a tener como sábanas, me dio una envidia tremenda.

Al llegar a los coches nos fuimos a dar un paseo por las calles de Bielsa, donde recordamos la vez que paramos por aquí en otra escapada a Pirineos, dando así por terminada esta bonita excursión que se merece 4,5 estrellas.
Paco Nieto

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