jueves, 23 de marzo de 2023

Excursión X397: Isla de Tabarca

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Isla de Tabarca
Final: Isla de Tabarca
Tiempo: x a x horas
Distancia: 8,4 Km
Desnivel [+]: 28 m
Desnivel [--]: 28 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 2

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Hacer una ruta por la Isla de Tabarca era mi objetivo desde que paso largas temporadas por tierras alicantinas y, por fin, hoy iba a saldar esa cuenta pendiente.

La isla de Tabarca, de Nueva Tabarca o Plana, que de todas esas formas se conoce, se encuentra a unos 22 km de Alicante y a unos 8 km del puerto de Santa Pola, desde ambos puertos se puede salir, aunque en nuestro caso preferimos hacerlo desde el segundo.

El trayecto se hace en las llamadas tabarqueras, embarcaciones turísticas de diferentes capacidades que son explotadas por tres compañías, distinguidas por colores, todas con el mismo precio, 10€ ida y vuelta.

La isla ha recibido diversas denominaciones a lo largo de la historia Planesia, en griego, Planaria para los romanos, San Pablo en la Edad Media, ya que según la tradición este fue el lugar donde desembarcó el apóstol, en latín medieval se la conocía como Alones [insula], por la creencia de que la antigua Alonis se situaba en Alicante.

Cambió su nombre por el de Nueva Tabarca, con la llegada de los refugiados genoveses de la isla tunecina de Tabarka en 1770, tras ser rescatados, por mandato de Carlos III, de la esclavitud a la que habían sido sometidos por Ali I, bey de Túnez, en 1741 tras llevarlos ala fuerza a Argel.

Unos 25 minutos estuvimos navegando placenteramente, sin oleaje y con un día espléndido y soleado.

Atracamos en el puerto de la Caleta y nos dirigimos hacia la derecha, en busca de la entrada principal, pasando primero por un mirador donde antiguamente estaba situado el Revellín del Real Infante, que nunca llegó a completarse, aunque se conservan algunos restos. La isla abarca una superficie total de 30 ha, con una longitud máxima de 1800 metros de NO a SE y una anchura de 450 metros, además cuenta con tres pequeños islotes en sus extremos. Tenía 51 habitantes en 2019, aunque en verano puede llegar a recibir alrededor de 3000 visitantes diarios

Entramos en el recinto amurallado por la Puerta de Levante o de San Rafael, situada al este. En su interior, a cada lado se encuentra una hornacina con una imagen de la Virgen.

En el de la derecha de la Inmaculada Concepción, con una poesía a sus pies, a la izquierda de la Virgen del Carmen, patrona del mar.

Nada más pasar al recinto interior, destaca el esquema urbanístico de Tabarca, que responde a la tradición española de creación de nuevas ciudades. Formalmente recoge el planteamiento utópico barroco, al estar amurallada en el límite oeste de la isla mientras que el resto, denominado el campo, estaba destinado a la agricultura que, junto con la pesca, constituirían las fuentes de subsistencia de los habitantes.

El plano está integrado por dos ejes principales, uno EO y otro NS, que se cruzan en la gran plaza central. las calles están alineadas en paralelo con estos ejes.

Pasamos junto a la Plaza de Carloforte, donde estaban antaño los pozos que surtían de agua a la población. Hoy día se trae de Santa Pola por una tubería subterránea.

Unos metros más adelante, cruzamos la Plaza Grande, un poco desangelada, desde que los pórticos que estaban previstos construir, nunca llegaron a levantarse.

Un reloj de sol en una de las blanqueadas fachadas, con puertas pintadas de amarillo, marcaba las 11,en realidad las 12, hora oficial.

Al llegar al extremo oeste, giramos a la derecha para salir por la Puerta de la Trancada o de San Gabriel, donde hay una imagen de la Virgen del Esclavo. Da paso a la antigua cantera de la Punta del Bol y el Islote de la Cantera, de donde se extrajo la piedra para realizar las construcciones de la ciudad.​ En este islote se preveía la construcción de un astillero y una torre, que no llegaron a realizarse.​ En los alrededores de la puerta se han hallado enterramientos y vertederos de época romana.

Regresamos para dirigirnos a la calle de la Iglesia, visitando primero, a nuestra izquierda, las bóvedas subterráneas, construidas para almacenar los pertrechos militares y víveres.

La Iglesia de San Pedro y San Pablo, es el edificio que más destaca de la isla, fue levantada a partir de una pequeña capilla, que se amplió a iglesia y fue bendecida en 1770.

Bajo su pavimento hay tres bóvedas con sepulturas.​ Cuenta con dos puertas, una en la fachada de poniente y otra en la fachada sur, donde comienza el eje NS que se dirigía, en principio, al castillo que nunca llegó a construirse.​ Tanto el pórtico como los huecos de las ventanas son de inspiración barroca, dominando en ellas las curvas y las superficies alabeadas. Contiguo a la iglesia se construyó un edificio destinado a casa del cura y a escuelas.

Lamentablemente, la fachada de la cara este presentaba un lamentable estado de ruina​ y todo el entorno parecía estar en obras, esperemos que sean para bien.

Lidiando con los sacos de escombros, una pareja de novios se prestaba a posar para los fotógrafos , procurando que no aparecieran en el encuadre.

Poco antes de llegar al extremo este, giramos a la izquierda para salir por la Puerta de Tierra, de Alicante o de San Miguel.

Es la menor de las tres, también de estilo barroco, como las anteriores y se abre a una pequeña cala en la que se encontraba antiguamente el puerto,​ del embarcadero sólo queda constancia por el reducido espigón formado por la roca natural.

Salimos de la cala para acercarnos a la siguiente playa, con bonitas vistas del puerto. Subimos por una escalera de piedra a la muralla, en la que una gaviota parecía haber montado su puesto de vigilancia.

El perímetro de la Muralla se adapta al de la isla y se construyó en su mayor parte según los planes originales. Está construida en piedra, con las caras exteriores en sillería.​ Existen tramos muy deteriorados e incluso desmoronados sobre el mar, y las almenas casi han desaparecido. No obstante, desde 1980 se han llevado a cabo varias obras de reconstrucción y rehabilitación.​

La recorrimos de este a oeste, pasando por detrás de la Iglesia. Al llegar al final, nos dirigimos a las playas del sur. Aquí la muralla está bastante degradada o no existe.

Desde ellas pudimos contemplar la Calas del Birros y la Guardia y más al este, la Cueva del Llop Marí, que tiene dos bocas contiguas con acceso por mar y es visitable por embarcaciones de pequeño calado, con un recorrido de 100 metros.

Según la leyenda popular es el refugio de un horrible monstruo marino, de cuerpo liso y viscoso con boca armada de dientes de diferentes tamaños y formas, al que persiguen los tabarquinos por las noches.

Continuamos bordeando el litoral, pasamos junto a Casa Gloria y nos dirigimos a la Playa de Tabarca, frente a la Cofradía de Pescadores, la única de arena de toda la isla, por lo que, en verano es la más codiciada.

La recorrimos hasta llegar a su extremo más oriental. donde se encuentra la Virgen del Mar, a la que se encomiendan los marineros al partir del puerto en busca de los caladeros donde pescar.

Desde allí, nos acercamos a la Torre de San José, proviene de las construcciones realizadas en los siglos XIV y XV y está situada en el tercio oeste del campo.

El edificio actual, ​ tiene forma de tronco piramidal con planta cuadrada y alrededor de ella se proyectó un foso que nunca se construyó.

La puerta de acceso se encuentra a elevada altura sobre el terreno, desde donde se puede acceder a través de una reducida escalera. En su interior existe un patio cuadrado.

Los paños de las fachadas son lisos y las esquinas estaban provistas de garitones que han desaparecido al abandonarse el edificio.​ Durante el siglo XIX fue utilizado como prisión del estado​

El 12 de noviembre de 1838, en el curso de la Primera Guerra Carlista, fueron fusilados en esta torre 19 sargentos​ del bando carlista por orden de la Junta de Salvación y Defensa del Reino de Valencia (del bando liberal). En 1996 se instaló una placa conmemorativa en la ciudadela de Nueva Tabarca.

A pocos metros está el Faro, que se inauguró en 1854,. Es un edificio de grandes dimensiones que sirvió de escuela de fareros. Está formado por un cuerpo inferior de volumen cúbico de dos plantas destinadas a vivienda. Sobre él se alza la torre prismática que sostenía el mecanismo de iluminación, hoy desmantelado. Estilísticamente pertenece al neoclasicismo, aunque su cronología es algo tardía. En 1971 se construyó a su lado un nuevo faro de hormigón armado, que fue sin embargo demolido en 1998 para recuperar el faro original.​

Volvimos para seguir recorriendo el litoral más meridional, con estupendas vistas del islote de la Galera, la Playa de la Faroleta y Punta Falcón e Islote de la Nau.

Toda esta zona de la isla carece de arbolado y la vegetación es escasa. En el extremo este de la isla se sitúa el cementerio, de altos muros encalados.

Desde allí recorrimos la costa norte, increíble reserva marina, declarada en 1986, lo que la convierte en la primera reserva marina de España.​ Es un auténtico refugio tanto para la flora como para la fauna marina.

De vuelta al istmo que separa la ciudad del resto de la isla, pasamos junto al gigantesco reloj de sol y el Museo Nueva Tabarca, situado en el edificio de la antigua Almadraba, un antiguo almacén usado principalmente para la pesca del atún.​

El museo, fundado en 2004,​ se centra en el estudio y difusión de las relaciones que las poblaciones costeras han establecido, a través del tiempo, con su entorno natural, empleando como paradigma la isla de Tabarca.

Entramos de nuevo por la puerta de San Rafael, girando a la izquierda para recorrer la calle que nos faltaba conocer, donde se encuentra el restaurante Nou Collonet.

Más adelante llegamos a la Plaza de Carlos III, donde se ubica la Casa del Gobernador, construida en un lateral de la plaza, sobre una casa para caballerizas, a fin de instalar un «alojamiento decente e interino que tiene para el Gobernador y Ayuntamiento». En la actualidad está totalmente restaurada y alberga un hotel.

Cruzamos la Plaza Nueva y nos fuimos a comer, en el restaurante Don Jerónimo, un estupendo arroz, tras lo cual nos dirigimos al puerto para regresar a Santa Pola, dando así por finalizada esta estupenda excursión que nos ha mostrado los rincones de la isla y que bien se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

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