lunes, 6 de marzo de 2023

Excursión X393: Cabeza Lijar desde el Alto del León con nieve


FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Alto del León
Final: Alto del León
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 10 Km
Desnivel [+]: 429 m
Desnivel [--]: 429 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 6

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Estaba el día muy nublado y los pronósticos eran de lluvia, pero afortunadamente luego vimos que no era para tanto y hasta acabamos viendo el sol.

Iniciamos la marcha ascendiendo por la antigua carretera del puerto a Peguerinos, que cada vez está más intransitable para los coches en el lado de Madrid, suponemos que desde hace años la han abandonado a propósito a su suerte y ya tiene baches que se tragan un camión.

Con mucha niebla pasamos junto a un búnker muy bien conservado, de los muchos que abundan en la zona, donde estuvo en la Guerra Civil la línea del frente que separaba las tropas franquistas, asentadas aquí, de las republicanas, situadas en la Jarosa.

A la derecha dejamos una cruz, de las pocas que quedan en pie de lo que fue un Vía Crucis. Le siguen las antenas de uso militar que coronan el puerto,

Pasado un portón, continuamos por la carretera, acercándonos a ver otro de los búnker, a la izquierda, muy cerca, usado como puesto de ametralladora.

Hay que tener en cuenta que el denso bosque que hoy circunda la zona, no existía por aquel entonces, gozando estos puestos de una amplia visibilidad de la que ahora carecen.

Un poco más adelante, nos desviamos ligeramente de la carretera para contemplar la fuente de las Hondillas, construida con un amplio frente en piedra y a su lado un alargado pilón.

Retomada la pista, llamada de la Mina, por conducir al collado del mismo nombre donde está situada la mina de wolframio que le da nombre, proseguimos con cada vez más nieve y en moderada pendiente, hasta llegar, tras una cerrada curva, a lo que fue el altar donde terminaba el Vía Crucis.

Una enorme cruz, partida en dos es lo único que queda de él. Conjeturamos si fue derribada a propósito o por "causas naturales", aunque dada la envergadura y el estar construida con hormigón, sospechamos que fue por lo primero. 

La pista gana un poco de pendiente y se adentra entre pinos por la ladera de la Gamonosa, hasta alcanzar el Collado de la Gasca, dándonos una momentánea tregua la subida. A nuestra izquierda se entreveía la plateada silueta del embalse de la Jarosa y poco más, por la niebla.

Poco antes de alcanzar el Collado de la Mina, o de la Cierva, Carlos propuso acercarnos a ver la escondida fuente que hay a la derecha y que no conocía. Una pequeña trepada por una desdibujada senda nos llevó a los que le seguimos hasta ella.

Tenía su caño tapado seguramente por hojas o tierra y el agua se desbordaba por un lateral, en cuanto Carlos lo desatascó, el agua fluyó con intensidad por él, con el consiguiente aplauso por haberle devuelto la vida.

Al descender, encontramos al resto tomando el tentempié de media mañana en la cantera de la mina, al resguardo del viento. Tras hacer lo propio, reanudamos la marcha hacia el cercano Collado de la Mina, pasamos la barrera, que estaba abierta y comenzamos la subida a Cabeza Líjar siguiendo el GR-10, que tenía bastante nieve.

Se me había olvidado comentar que durante todo el recorrido, fue Jorge I el que iba tirando a buen ritmo del grupo, prueba de su prometedora recuperación.

Al coronar los 1.823 metros de altura de su cima, visitamos el refugio que hay bajo su circular mirador, algo descuidado y sucio, una pena.

Esta emblemática cumbre es límite de tres provincias, Madrid, Segovia y Ávila. Junto a su vértice geodésico nos hicimos la foto de grupo, sin poder disfrutar de las extensas vistas que desde aquí se tienen en días sin niebla.

Rodeando el cerro de El Penacho iniciamos la bajada al Collado de la Gasca, siguiendo el trazado del GR-10, pegado al muro de piedra que delimita El Espinar de Guadarrama. Hubo que echar mano de prudencia en algunos de los pasos rocosos, que estaban muy resbaladizos por la nieve.

La explanada del collado estaba completamente cubierta de un blanco manto de nieve y desde él iniciamos el último ascenso de la jornada.

Sin perder el GR-10, subimos al Cerro Piñonero, acercándonos primero al búnker que hay en su cumbre, provisto de escaleras y construido entre las rocas. Por momentos la niebla desaparecía, dejando paso incluso a algo de sol, lo que nos permitió divisar con más calidad La Jarosa y su embalse, además de llanura segoviana y Cabeza Líjar, de donde veníamos.

Girando hacia el noroeste, hacia La Cerca, a buen ritmo descendimos finalmente hasta llegar a la zona de las antenas y de allí al Alto del León, donde la mayoría nos quedamos a degustar un estupendo menú, dando así por terminada esta bonita excursión con nieve, que bien se ganó 4 estrellas.
Paco Nieto

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