sábado, 15 de mayo de 2021

Excursión X284: Baterías Militares y Sierra Minera de Portmán

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Portmán
Final: Portmán
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 13,6 Km
Desnivel [+]: 560 m
Desnivel [--]: 560 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 9

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
En esta ocasión Kika había preparado una ruta mezcla de mar y montaña cargada de historia por un espacio natural protegido en la franja costera de la Región de Murcia, entre la Bahía de Portmán (Portus Magnus en época romana) y el parque regional de Calblanque en las cercanías del Municipio de Cartagena.

Para iniciar la ruta, quedamos en el pequeño aparcamiento que hay cerca de la playa del Lastre, aquí sus coordenadas. Buscamos la senda que sube al faro, que sale junto a unos carteles informativos que hay en un extremo del aparcamiento en dirección al faro. Gran parte del sendero está hecho con traviesas de tren.

Enseguida, desde el mirador de Punta Negra, tenemos unas estupendas vistas de la bahía de Portmán, en la que se aprecian dos franjas, la más cercana al pueblo parece artificial y está separada de la que da al mar.

La causa hay que buscarla en la colmatación que sufrió la bahía por el vertido directo al mar de los residuos de la explotación minera que se reanudó en los años cincuenta del pasado siglo en el complejo minero a cielo abierto de Portmán, el Lavadero Roberto, que estuvo en funcionamiento desde 1957 hasta 1990, causando el mayor desastre ecológico del Mediterráneo. Aquí y, también aquí, más información. En este otro enlace, un vídeo muy ilustrativo sobre este tema.

Un poco más arriba alcanzamos el Faro de Portmán. Situado a casi 50 m sobre el nivel del mar, en el promontorio que origina la Punta de la Chapa, que cierra la ensenada de Portmán por la izquierda.

Fue proyectado en 1863, para dar servicio al concurrido fondeadero de Portmán, e inaugurado en 1865. Tras varias modificaciones de modernización de la fuente de luz, se electrifica en 1960 y en 1977 se automatiza y se reforma de forma importante, respetándose sólo la torre y la linterna. Junto a él existe un búnker defensivo y un vértice geodésico en el que nos hicimos la foto de grupo.

En dirección sureste descendimos hacia el mirador de Tamara, construcción semicircular de estupendas vistas hacia los acantilados y la bahía.

Retrocedimos sobre nuestros pasos para dirigirnos a la Batería de La Chapa, la primera de las tres baterías de costa que recorre nuestra ruta, las más interesantes desde el punto de vista histórico y paisajístico.

Fue construida dentro del Plan Primo de Rivera de 1926 , para la defensa de las bases navales y estuvo en servicio hasta 1993 , durante la marcha pasamos junto a los emplazamientos desartillados de las cuatro piezas Vickers de 152,4 mm. (6 pulgadas) de calibre, que suponían la dotación principal de armamento. Posteriormente fue declarada Bien de Interés Cultural y ahora está en un penoso estado de abandono. Más información aquí.

Dejamos atrás la fortificación y seguimos por un sendero con preciosas vistas al mar que enseguida termina en lo que fue el búnker de observación, parcialmente restaurado.

En él se conservan imágenes que ayudaban a la guarnición a identificar los diferentes barcos, así como saber su posición según las marcas dibujadas en el mirador.

Bordeamos el búnker y de nuevo nos acercamos a los acantilados, protegidos por una valla de madera, que ofrecen unas estupendas panorámicas de la ensenada. Al llegar a un cruce, seguimos por la derecha, en dirección norte, pasamos junto a un pozo y nos alejamos momentáneamente de la costa.

Tras un tramo de cuesta, alcanzamos un rellano donde hay una construcción en ruinas y una vez alcanzamos el Barranco de la Culebra iniciamos un ascenso por una bonita senda que, en dirección sureste, salva casi doscientos metros de desnivel en un kilómetro.

Unos escalones de madera al final del sendero nos llevan a la Batería Antiaérea de Cabo Negrete, que recorrimos de este a oeste. Primero visitando un búnker, algo escondido entre la vegetación, que protegía el flanco occidental de la fortaleza.

A continuación los pabellones, de largos y oscuros pasillos, en los que se guardaban los repuestos y material bélico que utilizaba la instalación.

Formaba parte del amplio despliegue defensivo para Cartagena y su base naval. Las nuevas armas, ya probadas eficazmente durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), habían demostrado la letalidad de los grandes cañones y la versatilidad de la aviación, por lo que urgía la modernización de las fortificaciones cartageneras.

Se artilla en el año 1931 con el emplazamientos de cuatro piezas antiaéreas Vickers de 105/45.

Las pruebas de explanada se realizaron el 2 de Mayo de 1933. Fue la primera batería antiaérea. que se artilló en el Frente de Costa de Cartagena. Durante la Guerra Civil realizó 293 disparos con proyectil rompedor de alto explosivo.

Fue totalmente desartillada en el año 1953. Para más información, pinchar aquí.

Continuamos por la pista hacia la tercera batería, que se encuentra muy cerca de aquí, la Batería de Cenizas. Fue construida entre 1930 y 1934 en unas explanadas con excelentes vistas, junto a la cima del Monte de las Cenizas (307 m.), donde se ubican las piezas y sus respectivos puestos de mando, antenas y observatorios, desde donde se cubría buena parte del litoral cercano a la base naval, que junto a su gemela, la Batería de Castillitos, situada en el cabo Tiñoso, posibilitaban un fuego cruzado que impedía la entrada de barcos hostiles.

La batería está compuesta por dos piezas Vickers 381/45 modelo 1926, fabricados por la casa británica Vickers-Amstrong en su factoría de Sheffield. Sus dimensiones son colosales, tienen más de 17 m de longitud, aunque a la vista se oculta casi un tercio de su longitud total que queda en el interior de la coraza, así como el foso. Podían disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros de distancia.

Eran de los más modernos y eficaces de la época. Han sido las segundas mayores piezas de artillería de costa instaladas en el mundo, solo superadas por las de 406 mm. instaladas por Estados Unidos en la Costa Este y Pearl Harbour, y por Alemania en la Segunda Guerra Mundial.

En 1994, como consecuencia de un plan de reorganización racionalización de los recursos existentes de las Fuerzas Armadas Españolas, Cenizas dejaba de estar en servicio y era abandonada. Desde entonces no ha dejado de ser expoliada, y actualmente se encuentra en un penoso estado de conservación. Para más detalles, aquí y en este otro enlace, un vídeo que cuenta su historia.

Junto a los cañones nos hicimos un sin fin de fotos, lo mismo que hacían la gran cantidad de gente que había en la explanada. Recorrimos las instalaciones, en las que se puede ver el sistema de vagonetas y grúas que se utilizaban para armar los colosales cañones y los pabellones de la tropa.

Salimos de las instalaciones por la amplia pista que se construyó para dar servicio a la Batería y que enlaza con la carretera RM-314 en unos 2 kilómetros, desde donde parten la mayoría de los que vienen a ver este lugar.

Pasamos bajo el pórtico de entrada, que se asemeja a los existentes en los templos mayas y comenzamos a descender por la pista, que abandonamos momentáneamente a los pocos metros para acercarnos a contemplar las impresionantes panorámicas que se tienen de la bahía de Portmán desde un cercano mirador.

En agradable paseo proseguimos entre cipreses y pinos, primero en dirección norte para después girar hacia el noroeste. Pasamos junto a la cueva de Lucas y casi sin darnos cuenta, llegamos a la carretera y vemos al otro lado de la carretera el aparcamiento donde dejan los vehículos los que suben a la Batería.

Alcanzada la carretera, la seguimos unos 200 metros en dirección este por su carril bici un tramo de unos trescientos metros, hasta llegar al desvío que nos sale a la izquierda hacia la Calzada Romana.

Por ella descendimos el casi kilómetro y medio que tiene, coincidente con el PR-MU 3, siguiendo el Barranco del Moro que cruzamos en tres ocasiones por pequeños puentes de madera. La longitud del tramo empedrado es de unos quinientos metros, y para mi sorpresa, está en muy buen estado.

La Calzada Romana de Portmán, unía Portus Magnus con el Mar Menor, facilitando el comercio de las importantes explotaciones de plata de La Unión y de plomo, cobre y estaño de Cabo de Palos, así como el de conservas de salazones (garum) y la industria del esparto, resultando ser esta Calzada la principal vía de distribución de estos productos. Aquí más información.

Desde el final del Barranco del Moro algunos regresaron al punto de inicio siguiendo la carretera, el resto continuamos hacia Portmán.

Pasamos enseguida, tras una curva, junto a las ruinas de lo que fue la Villa romana del Paturro, de la que destaca sobre todo un gran mosaico polícromo (el más grande de la Región de Murcia) que muestra las figuras de una deidad y un pavo real.

A partir del s.III d. C. se constata el abandono de la Villa. Aquí más información.

Nada más entrar en Portmán por la carretera, nos desviamos a la derecha para recorrer un tramo de la sierra minera, pasando por la Mina Roberto, en la que nos adentramos unos metros, tras subir por unas empinadas escaleras laterales.

Una vez arriba de la bocamina, recorrimos hacia el noroeste las vías que utilizaban las vagonetas y la boca del túnel José Maestre por donde discurría el ferrocarril minero.

Tras descender y cruzar el pueblo, regresamos al aparcamiento de inicio siguiendo el Camino del Faro, pasando junto al lavadero Roberto, ahora en fase de regeneración y algunas antiguas casas de pescadores, hasta llegar al puerto deportivo y de allí al aparcamiento donde dejamos los vehículos.

Rematamos la jornada degustando una excelente caldero en Casa Cegarra, dando así por terminada esta excursión que se ganó las 5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

2 comentarios:

  1. Enhorabuena una vez más por tan documentada crónica de lo que sin duda fue una excelente jornada. Básicamente con ella se han visto una parte de las baterías que rodean Cartagena, pero hay más. Cuando os planteis como objetivo las del flanco sur en el Tiñoso (Castillitos, El Jorel, El Atalayon, ...) o las del propio puerto, o en el Roldan acordaros de mi. Un abrazo. Jose Ramón

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  2. Por supuesto José Ramón y espero seas nuestro guía. Un abrazo.

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