martes, 22 de diciembre de 2020

Excursión X254: Peñalara y Laguna Chica

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Cotos
Final: Puerto de Cotos
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 12,9 Km 
Desnivel [+]: 666 m 
Desnivel [--]: 666 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 7

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta





















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Realizamos esta ruta para cumplir con la arraigada tradición que muchos senderistas tienen de subir a la cima más alta de la Sierra de Guadarrama en fin de año, además de intentar pisar algo de nieve.

Salimos del puerto de Cotos, en el que echamos a andar en dirección a Venta Marcelino, con un sol espléndido gracias al anticiclón, que ha decidido pasar las navidades con nosotros. Pasamos junto al que fue el Albergue de la Real Sociedad Española de Alpinismo.

Dejamos a la derecha, el centro de Interpretación del Parque, para ascender al Mirador de Lucio, comienzo de la exigente Senda del Batallón Alpino, que entre el frondoso pinar remonta, en dirección noroeste, la loma de Dos Hermanas, con vistas a Siete Picos, Bola de Mundo y las pistas de Valdesqui.

El Batallón Alpino, fue organizado en septiembre de 1936 para mantener a raya desde las cimas más altas de Madrid a las fuerzas rebeldes acantonadas en La Granja. Ellos abrieron desde el puerto de Cotos (1.848 metros) esta senda para abastecer las posiciones de Peña Citores (2.181), Dos Hermanas (2.285) y Peñalara (2.428), superando aquí los tres peores inviernos que nadie haya pasado jamás en la sierra de Guadarrama.

Apenas había nieve, pero en algunos puntos del sendero tenían resbaladizas placas de hielo, que tratábamos de evitar pisando en sus laterales cuando se podía.

Pronto alcanzamos el collado donde nace el arroyo del Infierno, cuyo manantial recibe el nombre de Fuente de los Pájaros, arropada entre piedras. Por su tubería brotaba una clara y fresca agua que enfila hacia el valle.

Tras las fotos de grupo, continuamos en dirección oeste, para acercarnos a ver la posición fortificada circular, del tamaño de una plaza de toros, situada a poco de alcanzar la cumbre de Peña Citores y que era conocida como Posición Intermedia.

En la trinchera que hay junto a su muro de la cara este, protegida por un túmulo de piedras, se encuentra la emotiva placa homenaje al capitán Leatherdale, que estuvo al mando de la 2ª compañía del Batallón Alpino del Guadarrama y que su hijo le dedicó:

"Capitán Leatherdale

A mi padre, José Pérez Leatherdale.
No pretendo reparar injusticias,
corren malos días para la épica,
simplemente es un asunto familiar,
una historia perfectamente humilde.
Español y oficial republicano
perdió una guerra y más de media vida
pero nunca perdió la dignidad.
Sentados a la mesa, tras la cena,
me hablaba de su Batallón Alpino:
Navarrulaque, el Cerro de los Locos,
Collado de Marichiva, Peña Bercial...
paisajes de una gesta prescindible,
comienzo de una herida interminable
de silencio, de yugo, de victoria.
Hoy me viene tu voz y me recuerda:
no pudieron vencernos la palabra;
siempre a tus órdenes mi capitán."

Tras las fotos, nos asomamos a la vertiente segoviana, para identificar Segovia, con su esbelta catedral, y todos los pueblos de sus alrededores. Desde aquí las vistas de las más altas cumbres son espléndidas, desde Peñalara, Dos Hermanas, hasta la Mujer Muerta, pasando por Cabezas de Hierro, las Guarramillas, Siete Picos, Montón de Trigo...todo un espectáculo.

Hechas las fotos de rigor, iniciamos la subida a Peñalara, ascendiendo ya con más nieve, siguiendo el arroyo de Dos Hermanas, donde alguno rompió su bastón cuando intentaba no caer en un socavón enterrado bajo la nieve. Así hasta dar con el PR-3, que discurre siguiendo la cuerda.

En el collado de Dos Hermanas, antesala de la gran subida nos asomamos con prudencia la conocida como La Ceja, la cornisa que, formando una media luna, domina los altos que rodean la laguna de Peñalara. Desde allí acometimos el tramo final de subida a la empinada planicie.

A la que subíamos, con amplias bancadas de nieve, nos cruzamos con un pelotón de militares, que con paso ligero, descendían de la cumbre.

Una parada en el hito conmemorativo del centenario del Club Alpino Peñalara nos dio un respiro antes de alcanzar la cima más alta de la Sierra de Guadarrama, que con sus 2.428 metros, se señorea sabiendo que ninguna otra le hace sombra.

No estuvimos mucho tiempo, el frío polar que corría arriba aconsejó iniciar el descenso cuanto antes, volviendo sobre nuestros pasos hasta alcanzar unos riscos situados a poco de llegar al collado de Dos Hermanas, donde paramos a tomarnos los bocadillos, resguardados del viento. En mi caso poco bocadillo pude disfrutar porque en un alarde de habilidad, Twitter, nuestra mascota, me lo robó y en un plis-plas, se lo comió. 

De nuevo en marcha, bajamos al collado para iniciar la subida a Dos Hermanas para después, con inmejorables vistas de toda la sierra, bajar por las zetas del PR-3 hasta llegar a la octava de las revueltas, de la que parte la senda que va al refugio Zabala. Aquí nos encontramos con nuestro compañero Esteban que con dos amigos había bajado también de Peñalara, pero por una de sus canales, ahí es nada.

Por este sendero que conduce al refugio continuamos, pero al poco, decidimos acortar a la derecha, para acercarnos a la Laguna Chica, que estaba completamente helada.

Tras un descanso, dejamos el Circo de Peñalara, siempre sorprende por su austera y recóndita belleza, y comenzamos el regreso al Puerto de Cotos, siguiendo el PR-15.

Disfrutando de las espectaculares vistas de la Cuerda Larga y el Valle de la Angostura fuimos recorriendo la conocida senda sin más parada que la que hicimos en la fuente del Cedrón, de la que manaba una gran cantidad de agua que anegaba la senda, poco antes de internábamos en el pinar.

Alcanzada la pista de las zetas que habíamos dejado en el desvío al refugio de Zabala, en el Cobertizo del Depósito, descendimos por ella, parando brevemente en el Mirador de la Gitana, pasamos junto a la fuente Cubeiro, que sorprendentemente tenía agua, al igual que la erigida en honor del que fuera símbolo del excursionismo y montañismo en el Guadarrama, Bernaldo de Quirós, ya en el puerto de Cotos.

Para rematar el día, decidimos acercarnos al Refugio de Cotos, erigido en la estación del mismo nombre, donde nos tomamos las cervezas de celebración de este conmemorativo día de la lotería de Navidad, en la que no nos tocó nada, pero esta bonita ruta fue nuestro mejor premio, y bien se mereció 5 estrellas.
Paco Nieto

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