sábado, 26 de febrero de 2022

Excursión X326: Cabezón de Oro

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Pla de la Gralla. Busot
Final: Pla de la Gralla. Busot
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 11,4 Km
Desnivel [+]: 854 m
Desnivel [--]: 854  m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 2

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta





TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Tenía ganas de subir al Cabezón de Oro (en valenciano, Cabeçó d'Or), una sierra situada en los términos municipales de Jijona, Relleu y Busot, provincia de Alicante y, también, el pico principal de dicha sierra.

Siempre presente en las panorámicas vistas que se tienen desde Playa de San Juan, de todas las montañas que se ven desde ella, era la única a la que no había subido todavía. Su imponente presencia, con una intrincada orografía surcada por crestas y espolones, es visible desde toda la comarca, siendo seña de identidad de la misma y omnipresente telón de fondo.

A pesar de lo que literalmente indicaría su nombre, "Cabezón de Oro", o de la antigua mina de oro que existiría en el lugar, el vocablo Oro no hace referencia al mineral del oro, como podría intuirse, sino al agua.

De hecho, en época del Al-Ándalus los árabes mantuvieron el vocablo íbero "Ur" para denominar a esta sierra, que significa "Agua", ya que en su interior fluía agua.

Así pues, el agua sería el verdadero tesoro de Cabeçó, como confirman los manantiales que antaño brotaban en su ladera oriental, dando origen al pueblo de Aigües de Busot, y su famoso Balneario, construido en el siglo XIX, y hoy en día en lamentable estado de abandono.

Las Cuevas del Canelobre (Candelabro) son también una muestra de cómo el agua ha moldeado de forma casi mágica este gran relieve calizo de origen jurásico.

Tras la conquista y repoblación cristiana, se transliteró fonéticamente (y no semánticamente) al valenciano "Or" y al castellano "Oro". Así, "Cabezón de Oro" vendría a significar algo parecido a "Cabezo de Aguas".

Existe una leyenda popular local, probablemente de origen mudéjar, en la que se ridiculiza la inteligencia de los conquistadores cristianos porque creían que había oro en el lugar, cuando en realidad es agua.

Quedamos en el aparcamiento de Pla de la Gralla, cerca de las Cuevas de Canelobre. Decidimos hacer la ruta en sentido horario, para ver si mientras tanto se despejaba la niebla con la que habíamos amanecido y así poder disfrutar de las vistas del mar a la vuelta.

Un cartel informativo daba cuenta de los detalles del trazado del sendero de pequeño recorrido PR-CV 2, que íbamos a seguir, uno de los decanos y más famosos de Alicante, por las vistas y lo hermoso de los parajes por los que transcurre.

El sendero se dirige hacia el noreste, es de tierra, ancho y cómodo, de momento con poca pendiente, lo que se agradece al comenzar a andar. 

Pronto cruzamos el Barranco de Agua Amarga y continuamos ascendiendo por la loma del macizo, con poca vegetación y montañas a lo lejos cubiertas de nubes.

A nuestra derecha, empiezan a hacerse más presentes los enormes murallones del Racó de Calderó, donde se practica la escalada, y más adelante, el Racó de la Mina, donde las monumentales paredes ocultan innumerables minas, que hoy en día están en desuso.

Tras una amplia curva a la izquierda, divisamos la Casa de Gorjas o de Gorges, en aparente buen estado y uso.

Al llegar al Barranco de la Umbría, que no cruzamos, giramos a la derecha para continuar ascendiendo, ahora con más pendiente, hasta alcanzar la casa del Racó de Seva.

Allí es donde nos tomamos un respiro, junto a un poste de señalización, en el que se indica que el Collado de Polset está a 1.740m/45´y la cumbre a 2.950m/1h 30´.

Dejamos la pista, girando a la derecha para seguir un sendero en zig-zag, con bastante pendiente, que se adentra en una de las partes más bonitas de la ruta.

La senda va tomando altura rápidamente, ganando en vistas, introduciéndose en un espeso bosque de pinos y arbustos en flor, una zona de umbría con variada vegetación.

Dejamos a nuestra derecha el desvío a la cueva que hay a unos 160 metros del sendero, otra vez será, y antes de un kilómetro, llegamos al Collado de Polset.

Ahora el poste de señalización nos indica que estamos a 957m de altura y que la cumbre la tenemos a 1.210m/45´, en concordancia con la anterior.

Tras el breve descanso, desde el Collado de Polset iniciamos el ascenso final a la cumbre, por una senda de ida y vuelta, casi en la misma dirección noreste por el que hemos venido desde el Racó Seva.

Esta parte está muy erosionada, con empinadas pendientes, pequeñas pedreras y multitud de variantes, aunque al final todas van a parar al mismo sitio.

Pasamos un tramo en el que caminamos en la base de una gran cornisa rocosa y a unos 500 metros del collado, llegamos a un alto escalón en la pared, que de primeras impresiona un poco.

Se requiere una pequeña y sencilla trepada, facilitada por unas grapas, en lo que llaman, de forma bastante exagerada, paso Hillary, ¡ahí es nada!.

Solventado el divertido escollo, giramos un poco a la derecha hasta alcanzar un pequeño collado donde se encuentra las ruinas de Casa Marqués con impresionantes vistas.

Aquí giramos ligeramente a la izquierda hasta ascender a los restos del refugio Cueva de la Granota (Rana).

Curiosa cavidad, en la que de una gran grieta en su suelo emerge un constate chorro de aire caliente en todas las épocas del año, lo que agradecimos, dado lo fresquita que estaba la mañana.

Poco nos quedaba de subida para alcanzar los 1.209 metros de altura de su vértice geodésico, que ocupa la 21ª posición en el ranking de techos de Alicante.

Cuenta con majestuosas vistas: al sur, la Playa de Muchavista/San Juan (casi puedo ver mi casa), el Cabo de la Huerta, Alicante ciudad. Más al norte, Benidorm y la Serra Gelada, el Puig Campana, la Serra d’Aitana.

Hacia el interior, la Serra dels Plans, la Penya Migjorn, el Maigmó. Dicen que en días claros se pueden ver las montañas de Ibiza desde aquí arriba. Desgraciadamente no pudimos disfrutar de ellas por lo nublada que estaba la cumbre.

Junto al vértice geodésico se encuentran los restos de un aljibe, cercado por una valla metálica para evitar que alguien se caiga dentro.

Dada la poca visibilidad, tras las fotos en el vértice, iniciamos el descenso y al llegar a la Cueva de la Granota paramos a calentarnos y dar cuenta de los bocadillos.

Tras el reponedor descanso, continuamos el descenso, volvimos a superar el paso de Hillary, que en bajada impresiona más que en subida y unos metros después de llegar al Collado de Polset, atravesando un frondoso pinar, pasamos junto a los restos de la Cava del Polset, un antiguo nevero.

Otro poco más abajo, alcanzamos lo que queda de la Casa del Polset, una pena verla en tan avanzado estado de ruina.

Desde aquí iniciamos el descenso por la solana cara este de la sierra, en dirección suroeste, hasta llegar a la zona de los acantilados, un magnífico mirador de las escarpadas paredes que miran al oeste.

Aquí, el sendero PR-CV 2 gira a la izquierda por terreno árido de escasa vegetación y toma dirección sureste, con vistas directas al mar. Pasamos bajo la falda de una especie de peñotillo, característico de esta sierra, a modo de pulgar hacia arriba, otro excelente mirador. natural del entorno.

Tras un fuerte descenso, minimizado por una serie de zetas y pasar bajo una torre del tendido eléctrico, conectamos con el PR-CV 226, que va de Busot a Aigües, coincidente en este tramo con el nuestro. Por él seguimos, ahora en dirección noroeste, cruzamos el Barranco de Vidrier, en el que se nota una mayor vegetación.

En dirección suroeste, alcanzamos una pista que rodea unas casas, donde abandonamos el PR-CV 226 para continuar, a la derecha por el nuestro, que inicia una zigzagueante subida de 100 metros, que por no esperada se nos atragantó un poco.

Por fin llegamos s la entrada a las cuevas del Canelobre, precedida de un magnífico mirador. La cueva cuenta con una de las bóvedas naturales más altas de España, de unos 70 metros de altura. Se encuentra habilitada, parcialmente, para su visita por el público general y, debido a sus características, en su interior se ofrecen diferentes conciertos de forma periódica. Habrá que venir algún día a disfrutarlo.

Finalmente, la carretera que accede a la cueva nos llevó, en suave descenso a cerrar el círculo, dando por concluida esta estupenda la ruta de hoy que bien se merece 5 estrellas, pero que. por la niebla que hemos tenido, la deja en 4.
Paco Nieto

FOTOS

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