lunes, 17 de febrero de 2020

Excursión X208: Peña El Águila y La Peñota

FICHA TÉCNICA
Inicio: Majavilán. Dehesas de Cercedilla
Final: Majavilán. Dehesas de Cercedilla
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 14,6 Km 
Desnivel [+]: 987 m 
Desnivel [--]: 987 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 3

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Dicen por ahí que ‘no hay dos sin tres’, pero a la vez que ‘dos son pocos y tres multitud’. Además tenemos los Tres Mosqueteros, los Tres Sobrinos del Tio Gilito, ‘Tres eran Tres las hijas de Elena’, las Tres en Raya, en épocas remotas me pasaba el día escuchando Radio 3, etc, etc… Pero es que además, tres son los picos de La Peñota y, como no, tres, tan solo tres, los participantes en esta jornada de lunes, cuyo objetivo era precisamente alcanzar esos tres picos de La Peñota.

Éramos tan pocos que nos planteamos que no hubiera excursión, por ser tan reducido y sobre todo porque ninguno de nuestros habituales guías podía venir, y había un poquito de temor ¿seriamos capaces de no perdernos sin ninguno de ellos? Pero bueno, haya que fuimos. Y no nos perdimos.

El punto de arranque era el aparcamiento de Majavilán, en las Dehesas de Cercedilla, muy cerquita del Hospital de La Fuenfría. El mismo que tuvimos tres semanas antes (excursión X205). Aunque el panorama este lunes era muy distinto al de entonces. No íbamos a necesitar polainas, ni pinchitos, ni raquetas. En vez de todo lleno de nieve, ahora no había ni gota. El cielo en vez de azul estaba encapotado, más de lo previsto. 

Poco después de las diez comenzamos a caminar. El arranque iba a ser igual al de aquella ocasión, subimos un poco hacia la derecha para coger el Camino Viejo de Segovia, que rápidamente abandonaríamos, desviándonos hacia la izquierda, ascendiendo por la Senda de Marichiva con buena pendiente. Y que, tras un rato de no parar de subir, nos llevó cruzando la zona de El Hoyuelo hasta el Collado de Marichiva. Frontera con la provincia de Segovia, marcada por una valla de piedra. En algo más de un par de kilómetros habíamos ascendido 350 metros.

En este punto nos dividimos, ¡todos los que éramos y nos dividimos! Uno de nosotros toma la Pista de La Calle Alta, hacia la izquierda, para ir directamente hasta el Collado del Rey, donde nos reuniríamos mas tarde, es una pista ancha y de fácil andadura. Los otros dos cruzamos la valla, entrado en territorio segoviano y, pegaditos a la valla-frontera nos dirigimos aún con más pendiente hacia la Peña del Águila, siguiendo la Vereda del Infante, coincidente con el trazado del GR-10.

Según vamos ascendiendo van desapareciendo los pinos, y nos metemos en la nube que hasta ahora nos tapaba el sol, por lo que estamos en niebla. De vistas, por tanto, mas bien poco. Incluso aparece el viento frío, que obliga a que nos abriguemos todo lo que podíamos. 

Tras otros dos kilómetros de ascenso fuerte por la Vereda del Infante, pero fácil y constante, llegamos al que sería el punto más alto de la jornada, La Peña del Águila (2008 metros de altitud). Nos hacemos algunas fotos en la pequeña pirámide de piedras que hay en su cumbre.

Seguimos unos metros más por la vereda-frontera y cruzando de nuevo al lado madrileño encontramos unos restos pétreos de varias cabañas o refugios, que nos sirven de cobijo para protegernos del viento y poder hacer una breve parada para comer algo a modo de ‘Angelus’. ¡No hay vino, ni en bota ni en botella, ni caldito calentito! ¡Nuestros habituales proveedores no han venido! ¡Que sosería de aperitivo!

Seguimos por la frontera, ahora en descenso, hasta el Collado de Cerromalejo (1774 metros). Aquí, ante la niebla que teníamos, el viento y las nulas vistas, nos surge una duda: ¿bajamos a la cercana pista de La Calle Alta, o seguimos a La Peñota según lo previsto? Pues que va a ser ¡a por la Peñota que vamos!, que bien cerquita estaba, a unos 800 metros.

Por tanto seguimos de nuevo en ascenso, al poco aparece la piedra, por algo esto se llama Peñota. Fotos en el primer piquito que encontramos (1936 metros). Un poco más y en la base del segundo, el más alto, dejamos bastones y mochilas, para trepar por las rocas con más facilidad. Estaban bastante húmedas debido a la niebla que aquí arriba era algo llorona, por lo que debíamos movernos con cuidado para evitar peligrosos resbalones. 

Llegamos a la cumbre de La Peñota, al vértice geodésico (1944 metros), donde nos hacemos alguna foto rápida para dejar constancia de nuestro logro, enviándolas rapidito a los que se habían quedado en casa. No estoy muy seguro de si conseguimos darles envidia. Alguna de las fotos la hicimos dejando el móvil apoyado en una roca, con el consiguiente riesgo de que se volara y desapareciera para siempre. Y retrocedemos sobre nuestros pasos por las húmedas rocas hasta las mochilas. 

Más tarde, ya en casa, reflexioné sobre este último ‘trepar por las rocas’. Como había niebla, apenas veíamos más allá de seis u ocho metros, por lo que no éramos conscientes del abismo de caída que teníamos a nuestros pies, y que se aprecia muy bien mirando La Peñota desde la vertiente madrileña. Seguramente, sin esa niebla no nos hubiéramos arriesgado.

Por cierto, mirando la montaña desde este lado, cuesta creer que La Peña del Águila tiene más altura que La Peñota ¿verdad?, pero ya veis, así es. 

Bueno, el caso es que tras ese breve retroceso, ya fuera de la peligrosa zona roquera, iniciamos un pronunciado y escarpado descenso por la zona llamada Los Poyalejos, que nos llevaría directamente hasta el final, o el inicio, de la Pista de La Calle Alta, en que se encuentra el Collado del Rey (1620 metros). Aquí nos unimos de nuevo al otro miembro del mini grupo que, como he citado antes, se desvió en el Collado de Marichiva. Llevaba esperando un rato, por lo que había tenido tiempo de comer y todo.

Tomamos la Pista de la Calle Alta, retrocediendo por la Pradera de Navalcampillo, camino muy fácil y ancho. Kilómetro y medio más adelante llegamos a la Fuente del Astillero, en la misma pista, que abastece al Arroyo del Butrón. Es una fuente grande, con pilón y todo, lleno de algas verdes y bonitos reflejos. Aquí paramos un rato, comimos los que no lo habíamos hecho, insisto ¡sin vino ni caldito! Y nos hacemos la ‘foto de grupo’, de ‘mini grupo’, de ‘micro grupo’.

Seguimos por la pista, en la zona de la Loma de la Cierva, y a unos 500 metros de la fuente la abandonamos, desviándonos por el sendero que sale a la derecha, llamado Vereda de la Piñuela.

Por la Ladera del Infierno seguimos descendiendo hasta el arroyo del Infierno, en que girando a la derecha seguimos descendiendo, con más pendiente, prácticamente siguiendo su curso. Hasta que un par de kilómetros más adelante, y unos 350 metros de desnivel, alcanzamos la pista por la que habíamos comenzado, el Camino Viejo de Segovia. 

Lo tomamos y por él caminamos, hacia la izquierda, durante algo más de un kilómetro y. cruzando el Arroyo de Pinolobero, continuamos prácticamente hasta el punto en que lo habíamos tomado al inicio de la jornada, en el cruce con el arroyo de Majavilán.

Desde aquí ya veíamos el aparcamiento a unos doscientos metros. Y llegamos al final. Junto al aparcamiento se encuentra la Fuente de Majavilán, en la que hay quien aprovecha para limpiarse las botas, ya que un momento antes había tenido la ocurrencia de pisar una ‘caca de vaca’, y no era buena idea meterse así al coche. En mi coche.

Y fin de la jornada. Bueno no, nos quedaba cerrarla con una cervecita en el bar de la estación de tren de Cercedilla. Y tras ella, ahora sí, vuelta a casa. 

En fin, bonita y sencilla excursión, de unos 14 kilómetros, y seguramente con grandes vistas de las que no pudimos disfrutar. Que seguimos sin dificultad, aunque no llevásemos nuestros guías habituales. Pero que, entre otras, contó con la peguilla de que éramos pocos, muy pocos, solo tres ¿dos son pocos y tres multitud? En fin, por estas cosillas la dejaré en 4 estrellas.
Jorge Montero

FOTOS

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