lunes, 10 de octubre de 2022

Excursión X365: Cerro del Castillo y del Jaralón

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Collado Mediano
Final: Collado Mediano
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 11,7 Km
Desnivel [+]: 497 m
Desnivel [--]: 497 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 6

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Estaba previsto que lloviera por las altas montañas de la Sierra y pensé que buscar una ruta por cotas más bajas podría ser una opción para librarnos de mojarnos. Collado Mediano cumplía con los requisitos, además de así poder saludar a Pepa, que no podía venir con nosotros.

Pero durante la madrugada, se desató una buena tormenta con fuerte lluvia que nos hizo a algunos replantearnos la salida, además la previsión había cambiado y ahora daban lluvia durante todo el día.

Con todo, unos cuantos se animaron a continuar, confiando su protección a sus nuevas capas para el agua, que estaban deseando probar.

La sorpresa fue que, conforme se acercaba la hora de quedada, el cielo se fue abriendo y se disipaban las nubes oscuras para dar paso a otras menos peligrosas que incluso dejaban pasar algo al sol.

A última hora nos unimos varios a la aventura y, con muy poco retraso nos reunimos en Collado Mediano, aparcamos junto al Castaño de Indias, árbol singular que hay junto a la rotonda de entrada al pueblo, pasamos junto a la Iglesia de San Ildefonso y nos dirigimos hacia el bar el Castillo, donde Pepa en su comercio nos ofreció café antes de ponernos en marcha.

No es la primera vez que de su mano recorremos la Sierra del Castillo, pero como tiene muchas sendas y pistas a su alrededor, hoy íbamos a seguir algunas por las que todavía no habíamos pasado.

Iniciamos el ascenso callejeando hasta dar con la avenida del Pinar, por la seguimos hacia la izquierda y, al llegar a una bifurcación, seguimos por la derecha haciendo caso a un cartel indicativo de Cerro del Castillo.

Unos pocos metros más arriba, antes de llegar a un depósito de agua, dejamos el asfalto y continuamos por el sendero de la izquierda de los dos que salen a la derecha.

No hay pérdida porque el sendero, entre jaras y pinos tiene grandes escalones en granito, finalizando en el mirador de La Cobañera, un monumento natural formado por dos tolmos graníticos creando un balcón simétrico con un espacio liso en medio, haciendo las veces de mirador.

Tiene una gran relevancia entre los vecinos de esta localidad por dotar de peculiaridad a la fisonomía del pueblo; tanto es así que ha pasado a formar parte de su escudo. En este vídeo se habla de ella.

Continuamos por una senda, en dirección noreste. que va a dar a una pista que pronto abandonamos por un atroche que evita una de sus revueltas, introduciéndonos en la zona devastada por el incendio de julio de este verano.

Aquí daban cuenta de su extinción después de varios días de incertidumbre de los vecinos, que vieron cómo las llamas llegaban hasta las puertas de sus casas.

Cruzar el bosque calcinado, con fantasmales troncos carbonizados y las rocas ennegrecidas nos sumergió en una profunda tristeza, sólo aliviana al comprobar que entre tanta desolación surgía de nuevo la vida y la esperanza, por la fuerza de regeneración de la naturaleza, mostrada por unos brotes de robles que emergían verdes del negruzco suelo.

Llegados a la pradera del collado, el ascenso al Cerro del Castillo es bastante directo y empinado, situándonos a los pies de la plataforma metálica que se levanta por encima de unos riscos.

Desde este privilegiado mirador disfrutamos de las vistas, a nuestros pies, de Collado Mediano, y a nuestra derecha al fondo, Las Machotas y Abantos.

Tras las fotos de grupo, continuamos por el sendero que recorre la creta de la Sierra del Castillo, alcanzando enseguida su punto más alto, situado a 1.341 metros de altitud.

Donde antes abundaban las jaras y las carrascas la desolación se ha adueñado del lugar, pero de nuevo comprobamos que la vida vuelve a surgir de entre las cenizas. Eso y las magníficas vistas de la Sierra de Guadarrama, nos conforta.

En el extremo más oriental de la cuerda se tiene unas magníficas vistas del embalse de Navacerrada y a su espalda una gran parte de la Sierra de Guadarrama, sobresaliendo justo frente a nosotros la Maliciosa, que las nubes apenas nos dejaban ver.

Descendimos en dirección a las antenas de Telefónica, que bordeamos hasta alcanzar un mirador natural por encima de una bonita casa con muchas chimenea, en la parte alta de la urbanización del Reajo del Roble.

Continuamos por la amplia pista que sale a la izquierda, iniciando así el regreso. Enseguida nos internamos en un frondoso pinar, salvado milagrosamente del incendio, quizás con ayuda de los vientos.

Pasamos junto a un chalet en construcción y enseguida abandonamos la pista para descender por una vereda que sale a la derecha y a la que hay que estar atentos para no rebasarla. Ésta nos lleva al Paseo de la Dehesa del Valle, una vez lo alcanzamos, a nuestra izquierda avanzamos en tranquilo paseo por la pista de tierra, hasta el Collado de Roblepoyo, lugar de cruce de caminos.

Continuamos por el sendero que sale a la derecha, en dirección suroeste, que entre robles y chopos revestidos de colores otoñales, pasa junto a una caseta del canal que lleva el agua al pueblo y que poco a poco se va acercando al trazado del ferrocarril y del arroyo de las Pozas, después de dejar a una gran encina a nuestra izquierda por la que luego volveríamos a pasar.

Tras un empinado descenso por un barranco, alcanzamos el arroyo de las Pozas, y enseguida el túnel por el transcurre bajo las vías del tren. Lo cruzamos por una elevada acera sin problemas y poco después de la salida vadeamos el arroyo con la ayuda de unas piedras.

Llegamos a una bonita dehesa de rebollos de gruesos troncos y alfombra verde pradera. Enlazamos con una pista que enseguida dejamos por una senda que sale a la izquierda en busca del Cerro del Jaralón, 

Dejamos una casa a la izquierda y pasamos por encima del túnel de las vías del tren, justo donde se halla una larga hilera de trincheras de la Guerra Civil.

Un poco más arriba nos cruzamos con un sendero que seguimos a la izquierda y que enseguida dejamos para continuar por el que nos sale a la izquierda. 

Aprovechando unas piedras, hacemos un descanso en la subida para tomar el tentempié de media mañana, desde donde vimos cómo las nubes se desparramaban por las cumbres de la Sierra, desde las Machotas a la Peñota.

Aligeramos para que, si se decidían a venir  hacia nosotros, no nos pillaran de camino.

Al poco, alcanzamos el alto del Cerro del Jaralón, situado a 1.151 metros de altitud, un mirador rocoso a su derecha nos brinda unas estupendas vistas, a él se llega dejando la senda principal, cruzando un murete medio caído y luego seguir una sendita que nos acerca a este bonito enclave, en el que un cartel informativo nos da detalles del entorno.

Tras las fotos de rigor, descendimos hasta llegar al siguiente cruce de caminos, por el que habíamos pasado a la ida, precedido por una gran encina,  desde allí, volvemos al Collado de Roblepoyos, y descendimos, por el primer cruce a la derecha, alcanzando enseguida el depósito de agua y, siguiendo la avenida del Pinar, regresamos al punto de partida, haciendo una parada en el bar el Castillo para tomarnos unas cervezas.

En el bar de enfrente de la estación del pueblo nos tomamos un menú para rematar así eta estupenda ruta con un recorrido magnifico y relajante por la Sierra del Castillo, y que bien se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

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