lunes, 29 de agosto de 2022

Excursión X354: Cerro de Valdemartín por las Cortadillas

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Puerto de Cotos
Final: Puerto de Cotos
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 12,7 Km
Desnivel [+]: 840 m
Desnivel [--]: 840 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 3

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Este lunes habíamos sido convocados por Juan a las 09:30h en el parking de Cotos, para realizar una excursión, en principio corta.

Después de la salida que realizaron a Gredos algunos compañeros el fin de semana anterior, y con todas esas maravillosas experiencias vividas durante esos tres días de esfuerzo, calor y adrenalina, aún recientes, alguno ya tenía las piernas inquietas y mono de más montaña. Sin embargo, a otros todavía les debía pesar el cansancio y el esfuerzo de progresar por tanta roca, ya que solo respondimos a esta convocatoria tres de nosotros.

Y en verdad debía haber mono de patear, porque 20 minutos antes de la hora prevista, ya estábamos todos en el puerto. Comenzamos a andar desde el extremo superior del parking de Cotos, y antes de cruzar el pequeño puente que separa el parking inferior y el pequeño aparcamiento superior que hace las veces de helipuerto, giramos dirección sureste, para una vez superada la pequeña valla que separa la zona de estacionamiento de vehículos del incipiente arroyo de Cotos, y cruzado este, buscar un pequeño sendero que parte de ese punto y transcurre entre pinos en paralelo a la carretera de acceso a la estación de Valdesquí.

Esta carretera está cerrada fuera de temporada de esquí, y ya en el mismo Puerto de Cotos, hay una valla impide el acceso de vehículos no autorizados a los estacionamientos de la estación.

Continuamos por este sendero prácticamente sin perder cota durante kilómetro y medio, hasta converger con la pista que parte desde la carretera de Valdesquí en dirección hacia el cerro Pingarrón

Tomamos esa pista que rápidamente se transforma en sendero y se dirige hacia el citado cerro. Antes de llegar a la misma, giramos dirección suroeste rodeando el cerro sin llegar a coronarlo.

Haciendo un inciso en este punto, si hubiéramos subido a él, nos hubiéramos encontrado que en su punto más alto y colgado sobre el valle que está a sus pies, está enclavado el Albergue Juvenil Pingarrón. La ubicación del mismo es inmejorable y ofrece unas vistas impresionantes hacia el valle de la Angostura/Lozoya (No toma el nombre de río Lozoya hasta que el arroyo de la Angostura suma las aguas del arroyo Aguilón, prácticamente a la altura del área recreativa de las presillas) y las cuerdas de los montes carpetanos y cuerda larga.

Desde este punto podemos divisar hacia el Este las cumbres de Dos Hermanas y Peñalara, techo este último de las provincias de Madrid y Segovia. La prolongación de cumbres de la cuerda de los Montes Carpetanos hasta el Puerto de Navafría. Delante de nosotros tendríamos el cerro de cabeza Mediana, justo encima de los aparcamientos de los restaurantes de la zona de la Isla. Por el Sureste parte de la Cuerda Larga, incluyendo el collado de Valdemartín y las dos Cabezas de Hierro Mayor y Menor, el collado Entrecabezas y la loma del Empalotado, con sus famosos pulmones y canales tan ansiadas por los amantes de la escalada invernal.

Por último, indicar que este refugio lo gestionaba hasta hace unos meses la Comunidad de Madrid, pero sin embargo ahora mismo ya no aparece en su WEB entre los refugios que se pueden reservar. Por lo último que he leído ha dejado de gestionarlo la entidad autonómica, y es conveniente contactar con el centro de interpretación del parque Nacional si se tiene interés en pernoctar en el mismo, ya que no he sido capaz de encontrar si sigue operativo.

Volviendo de nuevo a la ruta que estábamos siguiendo, y una vez que giramos a la izquierda del cerro, vamos buscando el desdibujado sendero que tras unos metros localizamos, casi paralelo de nuevo a la carretera de Valdesquí. Tras andar por el mismo unos 900 mts, se cruza el arroyo de las Guarramillas, que nace en las laderas del Alto de las Guarramillas, mas conocido por el público en general como Bola del Mundo.

Una vez franqueado el citado arroyo tomamos dirección Este por un sendero poco definido, que poco a poco va ascendiendo hacia la loma de las Cerradillas que baja desde las cercanías del cerro de Valdemartín.

Desde aquí tenemos una panorámica prácticamente de todas las pistas de la estación. Una vez alcanzada la loma, cota aproximada de 1960 mts, el sendero prosigue en prolongado y ligero descenso hacia la otra vertiente encaminado nuestros pasos hacia el fondo del circo glaciar de las Cerradillas, que preside una pequeña pradera herbosa.

Buscamos un lugar entre las rocas al abrigo del cerro de Valdemartín y tomamos el tentempié de media mañana. Tras recobrar fuerzas, se nos abren ahora dos alternativas para continuar. La primera y más fácil sería subir al collado de Valdemartín y luego ascender el cerro del mismo nombre. La segunda alternativa, es tirar por la vía directa sin sendero aparente en fuerte subida hacia el cerro de Valdemartín por las Cortadillas.

Ni que decir cabe, cual fue la alternativa que tomamos. Parece ser que las pedreras de Gredos no dejaron mucha mella en la confianza de algunos. Pues voilá, allá vamos. Mientras Juan y Flor suben realizando zig-zags buscando las zonas más pisadas, un servidor decide tirar por la directa subiendo por la pedrera.

Al cabo de un rato, y tras un baño de realidad, uno se va dando cuenta que además de los kilos demás, también empiezan a pesar los años, y tengo que realizar varias paradas para recuperar el resuello durante la subida. Afortunadamente hace una temperatura agradable y esto también facilita la ascensión.

Después de ascender algo más de 300 mts de desnivel desde el circo, alcanzamos la cuerda y tenemos que desviarnos unos 150 mts al suroeste para poder alcanzar la cima del cerro de Valdemartín, primer reto del día, o segundo si se toma como el primero el circo de las Cerradillas.

En la cuerda sopla con algo de fuerza el viento, y Flor pierde por un momento las gafas de sol que se había puesto sobre la cabeza para realizar la foto en el cerro. Finalmente hubo suerte, y pudimos localizarlas entre unas piedras, y las pudo poner a buen recaudo. Nos quedamos un rato disfrutando de las vistas a ambos lados de la cuerda.

En un momento dado, observando la loma de las Cabezas y el Escalerón, sugiero que un día tenemos que hacer esa ascensión partiendo del Puerto de Navacerrada, bajando a la confluencia de los arroyos de Valdemartín y Manzanares y subiendo a las cabezas de Hierro. Cuando me escucha Juan, piensa por qué dejarlo para otro día, cuando se puede hacer hoy.

En un principio la idea era bajar por la loma del noruego, pero vimos que la ruta se nos iba a quedar algo corta y había ganas de más. Visto esto Juan nos invita en ese momento a proseguir hacia al Alto de la Guarramillas, de ahí luego a la Maliciosa, bajar al río Manzanares y coger la loma completa hasta las Cabezas.

Cuando Juan terminó de describirnos su propuesta, Flor y yo nos miramos unos segundos, y casi al unísono decidimos que era mejor dejarlo para otro día, porque augurábamos que lo que se planteaba era una buena pateada rompe piernas de subir y bajar, a sumar a casi los 500 mts de desnivel que ya llevábamos hoy. Viendo la negativa a esta propuesta, Juan nos propuso bajar al collado de Valdemartín y proseguir la subida en dirección a la Cabeza de Hierro Menor, y realizar la vuelta al Puerto de Cotos por el collado entre ambas cabezas, siguiendo el PRM-27.

Aceptada esta segunda propuesta nos encaminamos, primero hacia el collado de Valdemartín y luego en sosegada subida a la Cabeza Menor, siguiendo las trazas del PRM-11. Una vez alcanzada la cima y sin mayor dilación, bajamos de la misma buscando su franco izquierdo siguiendo unos hitos que en poco tiempo nos enlaza con el camino que desciende del collado entre ambas Cabezas, conectando con el PRM-27.

Tras pasar la zona del Hombro de las Cabezas, vamos perdiendo altura siguiendo el arroyo que nace bajo la cumbre de Cabeza Menor. La bajada la realizamos por la parte izquierda del arroyo, que aunque con más rocas, resulta más cómoda de bajar que la zona más descompuesta que comparte trazado con el lecho del arroyo, que por esta época en las zonas altas tiene el cauce seco.


En este punto, me adelanto, recordando viejos tiempos donde solía saltar como las cabras de piedra en piedra, aunque siempre con precaución. Más pausadamente y en animada conversación me siguen a cierta distancia mis dos compañeros. 

Antes de llegar al arroyo de las Cerradillas, Juan nos busca un lugar con una pequeña pradera para realizar el almuerzo.

Justo en esta zona el arroyo que hasta ahora se mostraba seco, nos enseña parte del agua que transporta bajo su lecho, aunque sea en un corto tramo, antes de volver a esconderla de nuevo bajo las piedras.

Tras unos 20 minutos de asueto, retomamos la marcha. Pasamos el arroyo de las Cerradillas que en este tramo también viene seco. Continuamos por el sendero bordeando la zona de las Navas de Cabeza de Hierro, siguiendo el sendero marcado con franjas blancas y amarillas.

En este tramo Juan nos va contando historias de rescates en los que se ha visto implicado, haciendo más amena la bajada. Llegado a la zona llamada de El Pinar, nos acercamos a un mirador natural que nos muestra unas buenas vistas hacia el valle de la Angostura.

Proseguimos la senda, cruzando el arroyo de las Guarramillas que, sí trae algo de agua y, rodeando de nuevo por su parte izquierda el cerro del Pingarrón, alcanzamos de nuevo la pista que sale a la carretera. Para la vuelta hacia el puerto desde este punto, tomamos un sendero que transcurre por la parte inferior y paralelo a la carretera que da acceso a Valdesquí. En 15 minutos llegamos a aparcamiento, dando así por finalizada la excursión de hoy que califico con 4,5 estrellas.
Carlos Revilla

martes, 23 de agosto de 2022

Excursiones X351 a X353: Travesía de Gredos por las Cinco Lagunas, La Galana y Almanzor desde Navalperal de Tormes

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Navalperal de Tormes
Final: Navalperal de Tormes
Tiempo: 3 días con rutas de 5 a 6 horas
Distancia: 33 Km
Desnivel [+]: 1659 m
Desnivel [--]: 1659 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5+5+5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK COMPLETO DE LA TRAVESÍA
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH DE LA TRAVESÍA
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA DE LA TRAVESÍA EN WIKILOC
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RUTA DE LA TRAVESÍA EN RELIVE

CRÓNICAS DE LA TRAVESÍA
En estos enlaces se puede ver los datos técnicos y descripción de cada una de las tres etapas que componen la travesía:




FOTOS DE LA TRAVESÍA

Excursión X353: Travesía por Gredos. Etapa 3: Refugio Laguna Grande de Gredos - Navalperal de Tormes

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Refugio Laguna Grande de Gredos
Final: Navalperal de Tormes
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,4 Km
Desnivel [+]: 209 m
Desnivel [--]: 922 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Media
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Nos levantamos de los primeros en el refugio, con el objetivo de tener todo preparado nada más terminar de desayunar.

Al poco, se incorporaron los que habían preferido el vivac, a costa de perderse el confort de la colchoneta de las literas, pero evitando, eso sí, los inconvenientes inherentes a este tipo de aposentos, léase ronquidos. Con la cena, la estancia y el desayuno, nos salió todo por 25,5 euros por persona.

El refugio tiene varios dormitorios, con un total de 65 plazas, la han asignado nombres de las montañas cercanas, a nosotros nos tocó dormir en el Morezón. La pena es que carece de duchas y agua caliente, aunque se agradece lo cuidado que está.

Nos hicimos la foto de grupo antes de abandonar el refugio y nos pusimos en marcha a poco más de las 8 de la mañana. El refugio era ya un hervidero de gente que iba y venía, preparándose para sus respectivas rutas.

Nos dirigimos hacia la Laguna Grande, bastante menguada de agua, nos esperaban más de 14 km y casi mil metros de desnivel en bajada. La bordeamos por la izquierda, muy cerca de sus aguas.

La laguna se formó por la acción de grandes masas de hielo würmiense, que modelaron la cubeta de sobreexcavación glaciar que ocupa la laguna a una altura de unos 1940 msnm.

Se trata de una laguna exorreica, de aguas transparentes que se hiela en invierno. Es una laguna oligotrófica por los escasos nutrientes que recibe desde su cuenca. Tiene una profundidad máxima de 6,5 metros.

Desde su parte final se tienen unas excelentes vistas del Circo de Gredos y todas las montañas que lo rodean: los Hermanitos, Cerraíllos, el Morezón al este; por Risco Moreno y Cerro de las Huertas al oeste y presidida por la cumbre del Almanzor al sur.

Nueva foto de grupo con tan imponente marco y continuamos el descenso siguiendo los hitos. a los que hay que estar atentos para no desviarnos por los que llevan al Gargantón y Portilla del Rey, la otra forma de ir a las Cinco Lagunas.

La consigna era no alejarnos nunca de la Garganta de Gredos, a la que siempre teníamos a la derecha, excepto hacia el kilómetro 2, en la llanada de los Pinarejos, que lo cruzamos para después recorrer por una bella pradera llena de vacas casi un kilómetro por su margen derecha, esto es con el río a nuestra izquierda. El sendero es inexistente y seguimos los esporádicos hitos de pastores y marcas del ganado.

Tras este último cruce, ya siempre tuvimos el río a nuestra derecha. Estamos en la zona conocida como los Callejones, donde se empieza a complicar un poco el paso debido a que los hitos son discontinuos y hay que aguzar la vista en ocasiones, duplicándose a veces las posibilidades de paso por el casi inexistente sendero sorteando canchales y lancheras, e incluso, tras el paso de un arroyo hay que remontar unos riscos.

A la sombra de uno de ellos paramos a agruparnos y tomar algo, además de mucha agua porque el calor ya se hacia notar. Continuamos, cada cual a su ritmo.

Un par de regajos más y llegamos al arroyo de Cervunal, éste rodeado de vegetación y con un buen chorro de agua que nos permitió llenar las cantimploras.

Unos metros más adelante nos aproximamos al río, llevándonos la grata sorpresa de que había un estupenda y gran laguna en la que no tardamos en refrescarnos. Lo mejor de la ruta, sin duda.

De nuevo en marcha, cruzamos una pradera delimitada con muretes de piedras a modo de grandes corrales para el ganado.

El sendero, a partir de aquí, se hace más reconocible. Entramos en la zona conocida como Roncesvalles, de mucho matorral y algo escarpada, separada del río.

Cruzamos otro regajo seco y un poco más adelante, desde la altura en que estamos, a media, ladera, vemos el Puente de Roncesvalles, de madera, sobre el Barranco de Gredos.

Cruzarlo y seguir por la margen derecha del río era una buena alternativa, pero nosotros preferimos no hacerlo y continuar por la que íbamos y eso que bajo el puente se veía una gran poza que parecía estar llamándonos, pero el tiempo apremiaba al tener reservada mesa en Navalperal de Tormes.

Al poco, llegamos al refugio Labradillo. Es un refugio libre en buen estado de conservación. Está dividido en dos estancias del mismo tamaño equipadas con mesas, bancos, chimenea y camas corridas con plazas para al rededor de 14 personas.

Me sorprendió que en las estanterías había muchas botellas y alimentos dejados por visitantes. En la entrada dispone de un banco largo y de un pequeño patio delimitado por un muro de piedras para impedir la entrada de ganado.

A partir de aquí, el sendero se hace más agradable de seguir y más cercano al río, en el que incluso rozamos su lecho, es la zona conocida como Las Vegas. No tenía muchas sombras, por lo que agradecíamos sobremanera cada árbol que encontrábamos en el camino para disfrutar de un efímero descenso de la temperatura.

Un poco más adelante, enlazamos con el sendero que seguimos el primer día de subida a las Cinco Lagunas, en el Soto.

Por camino ya conocido, cruzamos el bello robledal, ahora de subida, donde coincidimos con unos chavales que venían de las Cinco Lagunas.

Cruzamos el puente de las Tenadas, el de las Ranas y al llegar al de las Cadenas, junto al aparcamiento donde habíamos dejado los coches, como nos sobraba algo de tiempo, nos refrescamos en las cristalinas aguas del río Tormes.

Fresquitos y más relajados, cargamos los coches (¡por fin sin mochilas!) y nos fuimos a comer al restaurante El Marinazo, situado a la entrada del pueblo, dando así por terminada esta dura travesía, pero que nos ha revelado alguno de los más bellos rincones que esconde celosamente la Sierra de Gredos.

A esta ruta exigente por su longitud, pero llena de encantadores paisajes, le otorgo 5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

lunes, 22 de agosto de 2022

Excursión X352: Travesía por Gredos. Etapa 2: Las Cinco Lagunas - Refugio Laguna Grande de Gredos

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Las Cinco Lagunas
Final: Refugio Laguna Grande de Gredos
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 5,7 Km
Desnivel [+]: 522 m
Desnivel [--]: 697 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta




























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
No había amanecido aún y vi como se acercaba una luz hacia nuestro vivac, era Juan que como nos adelantó en la cena, hoy tocaba madrugar. Uno a uno fue llamado a todos antes de disponerse a preparar el café. No eran las 8 de la mañana cuando ya estábamos desayunados y con las mochilas preparadas.

Faltaba recoger agua de las lagunas y potabilizarla con unas gotas de lejía, los unos, o con botellas potabilizadoras mediante la producción de ozono, otros.

Foto de grupo antes de empezar hecha por nuestros vecinos de vivac y todos listos para nuestra segunda aventura. Nos esperaba hasta la cima de la Galana una subida de 400 metros de desnivel en poco menos de 2 km, ahí es nada.

Con el sol asomando por las crestas de las montañas rociándolas de un dorado que las hacia parecer estar cubiertas de oro, buscamos el sendero que sube a la laguna del Gütre por el Canchal de la Galana.

Primero en dirección este, superando grandes bloques de piedra, que enseguida hicieron que nos sobrase la ropa de manga larga que algunos no nos habíamos quitado aún.

Después, en dirección sur, siguiendo los hitos que perfilan el ascenso, fuimos bordeando la laguna Cimera, que a cada paso se iba empequeñeciendo más. En ella se reflejaba, como en un espejo los 2.414 metros del Picurucho.

Las lanchas y los enormes pedruscos ponían constantemente a prueba nuestro equilibro, había que estar atentos a los mojones, algunos muy destruidos, para no errar el camino, por eso íbamos muy juntos unos con otros.

De frente, las moles del Risco de las Natillas (2.529m) y el Pico del Güetre (2.549m) nos servían de faros de referencia. Atrás, unas espectaculares vistas del Circo de las Cinco Lagunas.

Cuando nos acercamos al nacimiento de la Garganta de las Cinco Lagunas, giramos a la izquierda, en dirección sureste, en busca de la laguna del Gütre, subiendo por una rampa plagada de piedras que hacía lento el poder avanzar.

La laguna del Güetre o del Buitre, está situada a los pies del Cuchillar del Güetre, entre la portilla y el risco de las Cinco Lagunas, en un pequeño y solitario circo glaciar, de forma casi circular, que suele estar rodeado de neveros y es el origen de la garganta del Pinar.

Cerca de ella paramos para reagruparnos e hidratarnos, porque el sol comenzaba a merodear nuestras cabezas. Nos esperaba la parte más dura de la subida porque los grandes bloques graníticos no nos lo ponían fácil.

A los pocos metros los hitos parecen indicar dos caminos posibles, seguimos por el que en dirección sur se dirige más recto a la ya evidente Portilla de la Muesca, de la que no hay que explicar de dónde le viene el nombre.

Con fuerte pendiente y teniendo cuidado de no resbalar, fuimos ascendiendo sorteando pedrizas inestables y escurridizas.

En la parte final del congosto desfiladero hay que echar las manos en más de una ocasión para trepar algunos bloque de piedra. Ya en la Muesca, los cuatro que íbamos a subir a la cumbre de la Galana, que nos queda a la izquierda, nos preparamos los arnés para acometer una trepada catalogada como PD, en la que la cuerda es recomendable.

No quiero ni pensar en lo "divertido" que se puede poner este tramo en presencia de placas de hielo o nieve.

Superado el primer desnivel, el siguiente es más fácil, acabando rodeando un risco para finalmente llegar a la repisa final por la izquierda y de ahí a las dos estrechas puntas que componen su cumbre. No tiene vértice geodésico, pero en su lugar hay unas pequeñas piedras cimeras.

Un par de montañeros se unieron a la fiesta y a ellos les debemos las fotos que nos hicieron en lo más alto. Desde los 2.572 metros de altura de la Galana se ve el circo de las Cinco Lagunas y la salida del circo de Gredos, así como todos sus vecinos picos de más de 2.400 metros, con el Almanzor como destacado coloso.

Aunque es la segunda cima de Gredos, yo creo que es la primera en belleza y vistas.

Durante la bajada pudimos presenciar un nutrido grupo de escaladores que subían encordados con más desparpajo que nosotros a la cumbre, apoyados por unos monitores que se veía que no era la primera vez que pasaban por aquí.

Mientras, los tres compañeros que prefirieron ahorrarse la emocionante escalada, intentaron descender por la continuación de la portilla de la Muesca, hasta que se dieron cuenta que era misión imposible y que el track no iba por ahí.

Efectivamente, desde la portilla había que continuar bordeando la pared opuesta a la Galana, esto es, a la derecha de la portilla, superando con cierta dificultad un primer tramo algo expuesto en el que hay que buscar las grietas y apoyos para conseguir llegar a la parte trasera de la pared, donde ya sin peligro de caídas, buscamos los hitos que atraviesan una pedrera de grandes bloques en descenso hacia el Venteadero.

Intentamos buscar sombras para hacer una parada de reagrupamiento y tomar algo, pero no había sitio apenas para uno en los riscos cercanos porque, dada la hora, el sol caía a plomo sobre nosotros.

De frente, en dirección este, se señoreaba el Ameal de Pablo, con 2509 metros de altura, solo 82 metros menos que su vecino Almanzor, al que le hace sombra. Está arropado por Risco Moreno (2.499m) a su izquierda y Punta Esperanza (2.374m) a su derecha, ofreciéndonos unas panorámicas espectaculares.

Tras el descanso, dos decidieron emprender la bajada hacia el refugio de la Laguna Grande por la canal de Isabel II y la Hoya Antón, ahorrándose la fatigosa subida al Almanzor y el pedregoso descenso por la Portilla del Crampón.

El resto continuamos en busca del mítico Almanzor, en la creencia de que sería un paseo por la cresta, sin apenas desnivel hasta llegar a la base de su cumbre.

Nada más lejos de la realidad, el terreno hacia el Almanzor continúa por pedrizas y grandes bloques donde prácticamente, a falta de hitos fiables, cada cual se tuvo que buscar la vida por donde mejor le parecía, eso sí, siempre teniendo como referencia la mole del techo de Gredos.

A estas alturas, nunca mejor dicho, ya me había dado cuenta de que Gredos no regala nada y que te hace sudar cada metro que pisas de sus escarpadas cumbres.

Por fin alcanzamos la Portilla de los Cobardes, en la que tenemos que trepar con las manos su parte final. El nombre se lo debe a que cuando la gente no se atrevía a ir por la del Crampón, subían por esta otra, al parecer más factible, aunque visto lo visto, lo dudo.

Proseguimos, con vistas del imponente Cuerno del Almanzor a nuestra derecha. A pocos metros, nos encontramos el desvío para subir al Pico Almanzor, una trepada catalogada como PD+ y algo más prolongada que la de la Galana.

A ella subimos todos menos uno, con una trepada II, a la que le sigue una segunda trepada II+. Con nieve o placas de hielo, esta subida puede complicarse bastante.

De nuevo Juan nos tiró la cuerda para ir más seguros y poder así superar su escalón final con mayor seguridad. Esta vez no había viento, como ocurrió en mi primera subida, y pudimos disfrutar de las impresionantes vistas que se tienen desde los 2.591 metros de altura de su vértice geodésico, el techo de Gredos.

El nombre le viene de Abu ʿAmir Muhammad ben Abi ʿAmir al-Maʿafirí, más conocido como Almanzor, el líder militar y político andalusí con el más amplio reguero de victorias sobre los cristianos durante el Califato de Córdoba.

La leyenda cuenta que Almanzor fue el primero en subir a este pico,​ según la tradición lo habría hecho a caballo, después de combatir a los cristianos en la zona de Béjar, Almanzor vendría a descansar con sus tropas a la ribera del Tormes. Tras oír hablar a los lugareños de una extraña y recóndita laguna —se sobreentiende que la Laguna Grande de Gredos— se habría hecho guiar hasta ésta y habría ascendido al más alto de los picos circundantes.

Cuando nos disponíamos a bajar, llegó una chica que nos preguntó por dónde habíamos subido, ya que a ella le resultó algo complicado, cuando nos dijo por donde lo había hecho, no nos lo podíamos creer, menuda locura y sin ayuda de ningún tipo.

La bajada por el sitio oficial y la ayuda de la cuerda de Juan le debió parecer una cosa de nichos después de lo que había hecho.

Con cierta complicación por un saliente rocoso que hay que bordear son escasos apoyos, descendimos hasta el sendero principal y de allí a la Portilla del Crampón, un collado desde el cual podemos admirar las dos vertientes, donde nos esperaba nuestro resignado compañero.

Comimos un poco, porque en mi caso no me entraba nada, supongo que por el cansancio acumulado, y emprendimos el descenso.

Yo me rezagué un poco del resto porque se me acercó un chico que me pidió que le acompañara en la bajada porque le daba un poco de vértigo, y la verdad es que la imponente pendiente de la canal impone bastante y con hielo, se puede convertir en un peligroso tobogán.

Siguiendo mis pasos y pisando donde yo pisaba, descendimos con tanto acierto que hasta adelantamos a los escapados, al seguir una ruta más recta que la de ellos.

Continuamos el descenso por este corredor hasta enlazar con la canal de la Bermeja que nos deposita en Hoya Antón y poco después en el Refugio de la Laguna Grande (Elola), no sin antes buscar la charca Esmeralda para refrescarnos, pero que al comprobar lo lejos que nos quedaba, optamos por otra más pequeña y cercana al refugio que nos valió igual de bien para quitarnos el calor acumulado.

Llegados al refugio, cuatro optamos por las comodidades de pasar la noche en él y el resto prefirió hacerlo de nuevo bajo las estrellas, en uno de los muchos vivac que hay en las proximidades del refugio.

Una reponedora cena a basa de pasta y carne, regada con vino, invitación de Juan por su reciente cumpleaños, puso el punto final a este día cargado de emociones.

De nuevo le otorgo la máxima nota, 5 estrellas, a esta exigente y dura excursión que sin embargo otorga las mejores vistas y panorámicas de la Sierra de Gredos.
Paco Nieto

FOTOS