Distancia: 12,7 Km
Desnivel [+]: 840 m
Desnivel [--]: 840 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 3
Desnivel [+]: 840 m
Desnivel [--]: 840 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 3
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
RESUMEN
Este lunes habíamos sido convocados por Juan a las 09:30h en el parking de Cotos, para realizar una excursión, en principio corta.
Después de la salida que realizaron a Gredos algunos compañeros el fin de semana anterior, y con todas esas maravillosas experiencias vividas durante esos tres días de esfuerzo, calor y adrenalina, aún recientes, alguno ya tenía las piernas inquietas y mono de más montaña. Sin embargo, a otros todavía les debía pesar el cansancio y el esfuerzo de progresar por tanta roca, ya que solo respondimos a esta convocatoria tres de nosotros.
Y en verdad debía haber mono de patear, porque 20 minutos antes de la hora prevista, ya estábamos todos en el puerto. Comenzamos a andar desde el extremo superior del parking de Cotos, y antes de cruzar el pequeño puente que separa el parking inferior y el pequeño aparcamiento superior que hace las veces de helipuerto, giramos dirección sureste, para una vez superada la pequeña valla que separa la zona de estacionamiento de vehículos del incipiente arroyo de Cotos, y cruzado este, buscar un pequeño sendero que parte de ese punto y transcurre entre pinos en paralelo a la carretera de acceso a la estación de Valdesquí.
Esta carretera está cerrada fuera de temporada de esquí, y ya en el mismo Puerto de Cotos, hay una valla impide el acceso de vehículos no autorizados a los estacionamientos de la estación.
Continuamos por este sendero prácticamente sin perder cota durante kilómetro y medio, hasta converger con la pista que parte desde la carretera de Valdesquí en dirección hacia el cerro Pingarrón.
Tomamos esa pista que rápidamente se transforma en sendero y se dirige hacia el citado cerro. Antes de llegar a la misma, giramos dirección suroeste rodeando el cerro sin llegar a coronarlo.
Haciendo un inciso en este punto, si hubiéramos subido a él, nos hubiéramos encontrado que en su punto más alto y colgado sobre el valle que está a sus pies, está enclavado el Albergue Juvenil Pingarrón. La ubicación del mismo es inmejorable y ofrece unas vistas impresionantes hacia el valle de la Angostura/Lozoya (No toma el nombre de río Lozoya hasta que el arroyo de la Angostura suma las aguas del arroyo Aguilón, prácticamente a la altura del área recreativa de las presillas) y las cuerdas de los montes carpetanos y cuerda larga.
Desde este punto podemos divisar hacia el Este las cumbres de Dos Hermanas y Peñalara, techo este último de las provincias de Madrid y Segovia. La prolongación de cumbres de la cuerda de los Montes Carpetanos hasta el Puerto de Navafría. Delante de nosotros tendríamos el cerro de cabeza Mediana, justo encima de los aparcamientos de los restaurantes de la zona de la Isla. Por el Sureste parte de la Cuerda Larga, incluyendo el collado de Valdemartín y las dos Cabezas de Hierro Mayor y Menor, el collado Entrecabezas y la loma del Empalotado, con sus famosos pulmones y canales tan ansiadas por los amantes de la escalada invernal.
Por último, indicar que este refugio lo gestionaba hasta hace unos meses la Comunidad de Madrid, pero sin embargo ahora mismo ya no aparece en su WEB entre los refugios que se pueden reservar. Por lo último que he leído ha dejado de gestionarlo la entidad autonómica, y es conveniente contactar con el centro de interpretación del parque Nacional si se tiene interés en pernoctar en el mismo, ya que no he sido capaz de encontrar si sigue operativo.
Volviendo de nuevo a la ruta que estábamos siguiendo, y una vez que giramos a la izquierda del cerro, vamos buscando el desdibujado sendero que tras unos metros localizamos, casi paralelo de nuevo a la carretera de Valdesquí. Tras andar por el mismo unos 900 mts, se cruza el arroyo de las Guarramillas, que nace en las laderas del Alto de las Guarramillas, mas conocido por el público en general como Bola del Mundo.
Una vez franqueado el citado arroyo tomamos dirección Este por un sendero poco definido, que poco a poco va ascendiendo hacia la loma de las Cerradillas que baja desde las cercanías del cerro de Valdemartín.
Desde aquí tenemos una panorámica prácticamente de todas las pistas de la estación. Una vez alcanzada la loma, cota aproximada de 1960 mts, el sendero prosigue en prolongado y ligero descenso hacia la otra vertiente encaminado nuestros pasos hacia el fondo del circo glaciar de las Cerradillas, que preside una pequeña pradera herbosa.
Buscamos un lugar entre las rocas al abrigo del cerro de Valdemartín y tomamos el tentempié de media mañana. Tras recobrar fuerzas, se nos abren ahora dos alternativas para continuar. La primera y más fácil sería subir al collado de Valdemartín y luego ascender el cerro del mismo nombre. La segunda alternativa, es tirar por la vía directa sin sendero aparente en fuerte subida hacia el cerro de Valdemartín por las Cortadillas.
Ni que decir cabe, cual fue la alternativa que tomamos. Parece ser que las pedreras de Gredos no dejaron mucha mella en la confianza de algunos. Pues voilá, allá vamos. Mientras Juan y Flor suben realizando zig-zags buscando las zonas más pisadas, un servidor decide tirar por la directa subiendo por la pedrera.
Al cabo de un rato, y tras un baño de realidad, uno se va dando cuenta que además de los kilos demás, también empiezan a pesar los años, y tengo que realizar varias paradas para recuperar el resuello durante la subida. Afortunadamente hace una temperatura agradable y esto también facilita la ascensión.
Después de ascender algo más de 300 mts de desnivel desde el circo, alcanzamos la cuerda y tenemos que desviarnos unos 150 mts al suroeste para poder alcanzar la cima del cerro de Valdemartín, primer reto del día, o segundo si se toma como el primero el circo de las Cerradillas.
En la cuerda sopla con algo de fuerza el viento, y Flor pierde por un momento las gafas de sol que se había puesto sobre la cabeza para realizar la foto en el cerro. Finalmente hubo suerte, y pudimos localizarlas entre unas piedras, y las pudo poner a buen recaudo. Nos quedamos un rato disfrutando de las vistas a ambos lados de la cuerda.
En un momento dado, observando la loma de las Cabezas y el Escalerón, sugiero que un día tenemos que hacer esa ascensión partiendo del Puerto de Navacerrada, bajando a la confluencia de los arroyos de Valdemartín y Manzanares y subiendo a las cabezas de Hierro. Cuando me escucha Juan, piensa por qué dejarlo para otro día, cuando se puede hacer hoy.
En un principio la idea era bajar por la loma del noruego, pero vimos que la ruta se nos iba a quedar algo corta y había ganas de más. Visto esto Juan nos invita en ese momento a proseguir hacia al Alto de la Guarramillas, de ahí luego a la Maliciosa, bajar al río Manzanares y coger la loma completa hasta las Cabezas.
Cuando Juan terminó de describirnos su propuesta, Flor y yo nos miramos unos segundos, y casi al unísono decidimos que era mejor dejarlo para otro día, porque augurábamos que lo que se planteaba era una buena pateada rompe piernas de subir y bajar, a sumar a casi los 500 mts de desnivel que ya llevábamos hoy. Viendo la negativa a esta propuesta, Juan nos propuso bajar al collado de Valdemartín y proseguir la subida en dirección a la Cabeza de Hierro Menor, y realizar la vuelta al Puerto de Cotos por el collado entre ambas cabezas, siguiendo el PRM-27.
Aceptada esta segunda propuesta nos encaminamos, primero hacia el collado de Valdemartín y luego en sosegada subida a la Cabeza Menor, siguiendo las trazas del PRM-11. Una vez alcanzada la cima y sin mayor dilación, bajamos de la misma buscando su franco izquierdo siguiendo unos hitos que en poco tiempo nos enlaza con el camino que desciende del collado entre ambas Cabezas, conectando con el PRM-27.
Tras pasar la zona del Hombro de las Cabezas, vamos perdiendo altura siguiendo el arroyo que nace bajo la cumbre de Cabeza Menor. La bajada la realizamos por la parte izquierda del arroyo, que aunque con más rocas, resulta más cómoda de bajar que la zona más descompuesta que comparte trazado con el lecho del arroyo, que por esta época en las zonas altas tiene el cauce seco.
En este punto, me adelanto, recordando viejos tiempos donde solía saltar como las cabras de piedra en piedra, aunque siempre con precaución. Más pausadamente y en animada conversación me siguen a cierta distancia mis dos compañeros.
Antes de llegar al arroyo de las Cerradillas, Juan nos busca un lugar con una pequeña pradera para realizar el almuerzo.
Justo en esta zona el arroyo que hasta ahora se mostraba seco, nos enseña parte del agua que transporta bajo su lecho, aunque sea en un corto tramo, antes de volver a esconderla de nuevo bajo las piedras.
Tras unos 20 minutos de asueto, retomamos la marcha. Pasamos el arroyo de las Cerradillas que en este tramo también viene seco. Continuamos por el sendero bordeando la zona de las Navas de Cabeza de Hierro, siguiendo el sendero marcado con franjas blancas y amarillas.
En este tramo Juan nos va contando historias de rescates en los que se ha visto implicado, haciendo más amena la bajada. Llegado a la zona llamada de El Pinar, nos acercamos a un mirador natural que nos muestra unas buenas vistas hacia el valle de la Angostura.
Proseguimos la senda, cruzando el arroyo de las Guarramillas que, sí trae algo de agua y, rodeando de nuevo por su parte izquierda el cerro del Pingarrón, alcanzamos de nuevo la pista que sale a la carretera. Para la vuelta hacia el puerto desde este punto, tomamos un sendero que transcurre por la parte inferior y paralelo a la carretera que da acceso a Valdesquí. En 15 minutos llegamos a aparcamiento, dando así por finalizada la excursión de hoy que califico con 4,5 estrellas.
Carlos Revilla
FOTOS