martes, 23 de agosto de 2022

Excursión X353: Travesía por Gredos. Etapa 3: Refugio Laguna Grande de Gredos - Navalperal de Tormes

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Refugio Laguna Grande de Gredos
Final: Navalperal de Tormes
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,4 Km
Desnivel [+]: 209 m
Desnivel [--]: 922 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Media
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Nos levantamos de los primeros en el refugio, con el objetivo de tener todo preparado nada más terminar de desayunar.

Al poco, se incorporaron los que habían preferido el vivac, a costa de perderse el confort de la colchoneta de las literas, pero evitando, eso sí, los inconvenientes inherentes a este tipo de aposentos, léase ronquidos. Con la cena, la estancia y el desayuno, nos salió todo por 25,5 euros por persona.

El refugio tiene varios dormitorios, con un total de 65 plazas, la han asignado nombres de las montañas cercanas, a nosotros nos tocó dormir en el Morezón. La pena es que carece de duchas y agua caliente, aunque se agradece lo cuidado que está.

Nos hicimos la foto de grupo antes de abandonar el refugio y nos pusimos en marcha a poco más de las 8 de la mañana. El refugio era ya un hervidero de gente que iba y venía, preparándose para sus respectivas rutas.

Nos dirigimos hacia la Laguna Grande, bastante menguada de agua, nos esperaban más de 14 km y casi mil metros de desnivel en bajada. La bordeamos por la izquierda, muy cerca de sus aguas.

La laguna se formó por la acción de grandes masas de hielo würmiense, que modelaron la cubeta de sobreexcavación glaciar que ocupa la laguna a una altura de unos 1940 msnm.

Se trata de una laguna exorreica, de aguas transparentes que se hiela en invierno. Es una laguna oligotrófica por los escasos nutrientes que recibe desde su cuenca. Tiene una profundidad máxima de 6,5 metros.

Desde su parte final se tienen unas excelentes vistas del Circo de Gredos y todas las montañas que lo rodean: los Hermanitos, Cerraíllos, el Morezón al este; por Risco Moreno y Cerro de las Huertas al oeste y presidida por la cumbre del Almanzor al sur.

Nueva foto de grupo con tan imponente marco y continuamos el descenso siguiendo los hitos. a los que hay que estar atentos para no desviarnos por los que llevan al Gargantón y Portilla del Rey, la otra forma de ir a las Cinco Lagunas.

La consigna era no alejarnos nunca de la Garganta de Gredos, a la que siempre teníamos a la derecha, excepto hacia el kilómetro 2, en la llanada de los Pinarejos, que lo cruzamos para después recorrer por una bella pradera llena de vacas casi un kilómetro por su margen derecha, esto es con el río a nuestra izquierda. El sendero es inexistente y seguimos los esporádicos hitos de pastores y marcas del ganado.

Tras este último cruce, ya siempre tuvimos el río a nuestra derecha. Estamos en la zona conocida como los Callejones, donde se empieza a complicar un poco el paso debido a que los hitos son discontinuos y hay que aguzar la vista en ocasiones, duplicándose a veces las posibilidades de paso por el casi inexistente sendero sorteando canchales y lancheras, e incluso, tras el paso de un arroyo hay que remontar unos riscos.

A la sombra de uno de ellos paramos a agruparnos y tomar algo, además de mucha agua porque el calor ya se hacia notar. Continuamos, cada cual a su ritmo.

Un par de regajos más y llegamos al arroyo de Cervunal, éste rodeado de vegetación y con un buen chorro de agua que nos permitió llenar las cantimploras.

Unos metros más adelante nos aproximamos al río, llevándonos la grata sorpresa de que había un estupenda y gran laguna en la que no tardamos en refrescarnos. Lo mejor de la ruta, sin duda.

De nuevo en marcha, cruzamos una pradera delimitada con muretes de piedras a modo de grandes corrales para el ganado.

El sendero, a partir de aquí, se hace más reconocible. Entramos en la zona conocida como Roncesvalles, de mucho matorral y algo escarpada, separada del río.

Cruzamos otro regajo seco y un poco más adelante, desde la altura en que estamos, a media, ladera, vemos el Puente de Roncesvalles, de madera, sobre el Barranco de Gredos.

Cruzarlo y seguir por la margen derecha del río era una buena alternativa, pero nosotros preferimos no hacerlo y continuar por la que íbamos y eso que bajo el puente se veía una gran poza que parecía estar llamándonos, pero el tiempo apremiaba al tener reservada mesa en Navalperal de Tormes.

Al poco, llegamos al refugio Labradillo. Es un refugio libre en buen estado de conservación. Está dividido en dos estancias del mismo tamaño equipadas con mesas, bancos, chimenea y camas corridas con plazas para al rededor de 14 personas.

Me sorprendió que en las estanterías había muchas botellas y alimentos dejados por visitantes. En la entrada dispone de un banco largo y de un pequeño patio delimitado por un muro de piedras para impedir la entrada de ganado.

A partir de aquí, el sendero se hace más agradable de seguir y más cercano al río, en el que incluso rozamos su lecho, es la zona conocida como Las Vegas. No tenía muchas sombras, por lo que agradecíamos sobremanera cada árbol que encontrábamos en el camino para disfrutar de un efímero descenso de la temperatura.

Un poco más adelante, enlazamos con el sendero que seguimos el primer día de subida a las Cinco Lagunas, en el Soto.

Por camino ya conocido, cruzamos el bello robledal, ahora de subida, donde coincidimos con unos chavales que venían de las Cinco Lagunas.

Cruzamos el puente de las Tenadas, el de las Ranas y al llegar al de las Cadenas, junto al aparcamiento donde habíamos dejado los coches, como nos sobraba algo de tiempo, nos refrescamos en las cristalinas aguas del río Tormes.

Fresquitos y más relajados, cargamos los coches (¡por fin sin mochilas!) y nos fuimos a comer al restaurante El Marinazo, situado a la entrada del pueblo, dando así por terminada esta dura travesía, pero que nos ha revelado alguno de los más bellos rincones que esconde celosamente la Sierra de Gredos.

A esta ruta exigente por su longitud, pero llena de encantadores paisajes, le otorgo 5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

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