lunes, 10 de junio de 2019

Excursión X184: Paseo por el río Cambrones

FICHA TÉCNICA
Inicio: San Ildefonso
Final: San Ildefonso
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 9,5 Km 
Desnivel [+]: 194 m 
Desnivel [--]: 194 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 1

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta





















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Esta excursión me la planteé de exploración de un nuevo camino para llegar a las calderas del río Cambrones. Lo habitual es salir de la Granja de San Ildefonso y por la calle del Pocillo hasta llegar al discreto puente de la Princesa y seguir la pista que, tras continuar por una senda que sale a la izquierda, nos lleva al puente de madera que cruza el río.

Pero si se fija uno en los mapas, hay otras posibilidades de alcanzar el cauce del Cambrones, facilitando el realizar rutas circulares, mucho más interesantes que las de ida y vuelta. Y para ver si era posible sobre el terreno encontrar una variante, me fui a San Ildefonso, una mañana estupenda, con nubes blancas para adornar los cielos en las fotos.

Partí de la explana del Palacio, me dirigí a la plaza de los Dolores cuando aún se estaba desperezando, sin apenas gente en ella, bajé hasta la Puerta de la Reina y continué a la derecha, dejando el Museo Real de la Fábrica de Cristales a la izquierda, descendiendo por la calle Pocillo, hasta la Fábrica de Vidrio.

Allí continué por el camino de la Mata de la Sauca, cruzando el arroyo de las Flores, el del Chorro Grande y al poco el del Chico, hasta llegar al portón de la finca de la Junta de Castilla y León,  conocida como Mata la Saúca. La idea era seguir por ella si hubiera posibilidad de paso, y efectivamente, el portón dejaba a la derecha un paso estrecho, pero cómodo para el paso de personas.

Siguiendo una pista que surge nada más pasar el portón de entrada, me acerqué a una preciosa laguna que hay en su interior. La bordeé por su cara este, parando a contemplar su quieta agua, remanso de paz y sosiego que invitaba a hacer fotos de los árboles reflejándose en su espejo de plata, mientras miles de ranas croaban sin parar.

Con tan magnífico espectáculo, me costó ponerme de nuevo en marcha, regresé sobre mis pasos para bordear la laguna por su cara occidental, enlazando seguidamente con una pista al norte.

Por ella continué descendiendo paralelo al arroyo del Hueco, al que esperaba cruzar más adelante, pero al poco vi una estrecha senda  que se dirigía hacia el arroyo. La seguí y para mi agradable sorpresa, cruzaba el arroyo por un rustico puentecillo de madera, justo lo que quería encontrar.

Ahora solo tuve que seguir una desdibujada senda paralela al arroyo, que entre esbeltos pinos descendía al encuentro con el río Cambrones, co el arroyo del Hueco siempre a mi izquierda. Llegado al río, lo vadeé sin dificultad alguna en un punto intermedio entre la Cacera Madre y la Caldera Primera: objetivo conseguido.

Contento por haber dado con este otro trazado alternativo, me propuse darme un baño en las tres primeras calderas, buscando para ello los senderos más próximo al río. Sin embargo, en dos ocasiones hay que alejarse momentáneamente del agua para salvar grandes riscos que impiden seguir la ribera. Una vez entre la Caldera Primera y Segunda y otra entre ésta y la Tercera.

Cada poza es distinta, la Primera es muy bonita, con un pequeño salto de agua en su inicio, la Segunda es la más oculta y salvaje y, por ello, también muy atractiva, con unas enormes marmitas gigantes labradas a base de paciencia y el roce de piedras arrastradas por el agua. La Tercera es alargada y profunda, alcanzando casi los tres metros, con una cascada que forma una especie de jacuzzi en su inicio, invisible desde el otro extremo de la poza.

Cumplido el deseo y bien fresquito tocaba, por la hora, regresar a tiempo de comer en la Granja, para ello desde la Caldera Tercera volví unos metros para ascender la ladera que encajá el río hasta dar con la senda principal, que mucho más alejada de su cauce nos lleva hasta la caseta de la Casera Madre y la acequia de captación de agua.

Detrás de la caseta sale una senda, que nada más pasar un portón de hierro se interna en un placentero bosque de robles. con el río a nuestra izquierda, hasta otro portón de hierro y un romántico puente de madera que cruza el río Cambrones, que continua su camino hacia el embalse de Portón Alto, donde entrega sus aguas.

Cruzado el puente, continué hasta alcanzar la pasarela que accede a la pista que baja hacia San Ildefonso, y que seguidamente cruza el arroyo del Chorro Grande por el puente de la Princesa, siguiendo por la calle del Pocillo, Puerta de la Reina y el Parador, regresando así al punto de inicio, la explanada del Palacio de la Granja, dando así por finalizada esta exitosa exploración. Por todo ello, esta excursión se merece 3,5 estrellas.
Paco Nieto

P. D.: Cundo, mes y medio más tarde, quise repetir este recorrido, me encontré con la desagradable sorpresa de no poder acceder a la laguna porque el paso que existía junto al portón de entrada a Mata de la Sauca lo habían tapado con una cutre valla, siguiendo la creciente moda de ponerle puertas al campo, por lo que si alguien quiere seguir este track, debe tenerlo en cuenta.

FOTOS
Fotos de Paco Nieto

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