martes, 26 de junio de 2018

Excursión X140: El Laberinto de la Pedriza por la Arteria

FICHA TÉCNICA
Inicio: Canto Cochino

Final: Canto Cochino
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 9 Km 
Desnivel [+]: 569 m 
Desnivel [--]: 569 m 
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 5

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL

* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Nueva exploración por el Laberinto, en busca de aventura asegurada, de la mano de Paco Cantos, que poco a poco está descifrando las encrucijadas y los vericuetos secretos de esta maraña de pasadizos que esconde la Pedriza.

Iniciamos la ruta en el aparcamiento de Cancho Cochino, cruzamos el puente de madera sobre el río Manzanares, para a continuación remontar la ribera derecha del arroyo de la Dehesilla por la senda conocida como la Autopista, hasta alcanzar el Llano del Peluca.

Cruzamos el arroyo de la Majadilla para dirigirnos hacia las proximidades de la fuente Pedro Acuña, ascendiendo a continuación por el GR-10 hasta el Tolmo, haciendo una parada previa en la fuente Carmina, cercana a él, de la que emanaba un buen chorro de agua muy fresca que nos calmó la sed.

Rebasamos el Tolmo, en el que algún incívico ha dejado en forma de pintada su demostración de subnormal, que con poco éxito trato de borrar. A unos 200 metros de esta enorme roca, nos desviamos a la izquierda, siguiendo una estrecha senda que por poco nos la pasamos. cruzamos el arroyo de la Dehesilla y en dirección noreste nos internamos en territorio desconocido.

Entre moles graníticas y rocas de curiosas formas, unas veces por arriba de ellas y otras por debajo, tratamos se encontrar la entrada al Laberinto. Nos topamos con el Risco Cuestolotrónico, y a falta de una mejor entrada, lo rodeamos por la izquierda, gracias a una especie de escalera de piedra adherida a la enorme mole.

Continuamos el dificultoso ascenso, y en una zona menos rocosa y protegidos por robles, paramos a dar cuenta de los bocadillos. La intuición nos guía en el ascenso, y a menos de cien metros de la parada alcanzamos el camino más conocido del Laberinto, justo pasado el Capuchino, a unos 200 metros de la entrada "oficial". En los lanchares que hay junto al jardín del Centinela, disfrutamos de unas vistas inmejorables del Collado de la Dehesilla y todo su entorno.

Continuamos en dirección este, pasando por un vivac que Paco Cantos califica con cinco estrellas, por su buen acondicionamiento, que incluye tarima de madera para mayor comodidad. Al fondo, la Loncha nos sirve de faro, mientras dejamos a la izquierda el Pasadizo Granulado, El Botijo y El Puro Nervio.

Al alcanzar La Loncha, nos sorprenden unas cabras que había bajo su enorme piedra, que huyen ante nuestra presencia. Nada más rebasarla giramos a la derecha, en dirección sur, para entre cuevas de difícil acceso y más de una complicada destrepada, bordear el Risco Matrizolándico y conectar con el recorrido seguido en el ascenso.

Para no repetir el trayecto, nos desviamos a la derecha para buscar en dirección oeste la Arteria y el Hueso, enorme roca alargada con forma de pata de jamón separada de la roca madre en sorprendente equilibrio.´

A la izquierda, mapa preparado por Paco Cantos con todos los caminos explorados del Laberinto (amarillo), pasadizos (rojo) y los pendientes de explorar (trazos azules), que promete nuevas aventuras por este singular y fantástico rompecabezas hasta conseguir conocerlo por completo.

Solo nos quedaba descender por la senda del Hueso hasta alcanzar el arroyo de la Dehesilla, que cruzamos para buscar el GR-10, pasando de nuevo por el Tolmo, En la fuente Carmina paramos de nuevo a beber y repostar agua, descendiendo hasta cruzar de nuevo la plataforma de madera sobre el arroyo de la Majadilla y descender por la Autopista hasta Canto Cochino, donde celebramos el fin de nuestra aventura con unas refrescantes cervezas.

Por la emoción que supone buscar nuevas rutas, esta excursión se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

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