lunes, 8 de abril de 2019

Excursión X169: Dehesas de Robledo y lagunas de Castrejón

FICHA TÉCNICA
Inicio: Zarzalejo

Final: Zarzalejo
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 15,5 Km 
Desnivel [+]: 324 m 
Desnivel [--]: 324 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 3,5
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
No estaba el día para presumir de buen tiempo, pero a pesar del pronóstico de lluvia, nos animamos a realizar esta ruta, con la esperanza de que no fuera para tanto.

Nos acercamos a Zarzalejo Estación, y al pie de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción echamos a andar, en dirección oeste, por la carretera M- 533, que pronto dejamos para continuar a la izquierda por la calle de las Eras. En un recodo del camino, pasamos junto a la fuente Zuzana, excavada aprovechando un un pequeño talud.

Enseguida cruzamos las vías del ferrocarril Madrid-Ávila por un puente, girando a continuación a la derecha para salir a campo abierto. Giramos nuevamente a la izquierda, ahora en dirección sur, en busca de una cantera abandonada, no sin antes pasar junto a la fuente del Zozo, labradas en piedra a modo de pilas y sin que su manantial manara agua. La explotación de la cantera nos han dejado caprichosas formas y hendiduras.

A los pocos metros nos internamos en el Rocódromo, curioso lugar plagado de grandes bloques graníticos, muy apreciado por los escaladores de bloques o boulder, como puede verse en este vídeo.

Aunque estaba previsto acercarnos desde aquí a las lagunas de los Picoruchos, al ver que no tenían agua, desistimos de hacerlo. Continuamos en dirección suroeste hacia el camino del Molino Patatero por el que seguimos entre fincas con cercas de piedra.

Poco antes de un kilómetro, nos desviamos a la derecha, justo donde sale el desvío hacia el molino. Remontamos una senda que nos llevó a las ruinas del Torreón de Fuentelámparas que fue utilizado como fortín del mando republicano en la Guerra Civil. El lugar tiene unas impresionantes vistas de Las Machotas.

Este conjunto defensivo en altura dominaba todo el frente de Fresnedillas. Está compuesto por varios bunkers y una larga trinchera con muro de piedra aspillerado con rocas a modo de troneras para los disparos de la fusilería, que en la actualidad está restaurado en parte para servir como valla divisoria de las fincas, y al final de esta trinchera se encuentran los restos de tres edificaciones cuadradas que podrían ser barracones o lugares de refugio de la tropa.

Tras las fotos pertinentes, regresamos sobre nuestros pasos hasta el cruce del camino del Molino Patatero, por el que seguimos de frente, siguiendo un estrecho camino entre vallas de piedra y denso matorral, alcanzando enseguida las ruinas del molino harinero de rodezno de Manuel Santos Ventura, situado en las márgenes del Arroyo de Portezuela.

La edificación original no es conocida, aunque es probable que por el tipo de construcción se trate del siglo XIII, dado que es esa la época de mayor difusión de este tipo de molinos de rodezno, es decir de rueda horizontal y que habitualmente se construían en zonas montañosas, estando datado la fecha de su reedificación en el año 1881 por el maestro Manuel Santos Ventura, tal como aparece en la inscripción sobre la enorme piedra conservada, que a forma de dintel, da paso a la entrada a la edificación.

Se abastecía de las aguas del arroyo de la Pontezuela, traídas a través de un canal aguas arriba, recogiéndola en una represa desde la que se hacía llegar, por un acueducto, con fuerza a los mecanismos que movían las piedras del molino.

Nada más traspasar el umbral bajo el dintel donde se halla su piedra conmemorativa, se encuentra una sala que probablemente se tratara de la estancia del molinero con su cocina y la piedra que se usaría como lecho. Esparcidas por el suelo y en algún caso semienterradas se encuentran algunas de las ruedas del molino, en sorprendente buen estado.

Proseguimos en dirección sur, vadeando el arroyo de la Portezuela, asomándonos a la derecha para ver el mencionado acueducto. Continuamos siguiendo el arroyo aguas abajo, que volvemos a cruzar junto a una valla de piedra para continuar después por un camino que, entre muros de piedra y vacas, discurre hacia el este por la dehesa de Fuentelámpara, con estupendas vistas de las Machotas.

Al pasar junto al Caserío de la Dehesa de la Sierra, giramos hacia el sureste hasta alcanzar un observatorio republicano utilizado en la Guerra Civil, con amplias vistas desde lo alto de las dos enormes rocas donde se situó, a las que se accede por una escalera de piedra construida entre ellas. Aquí paramos a tomarnos los bocadillos.

Nada más reanudar el camino, comenzó a chispear de forma más insistente como lo había hecho hasta entonces. Al poco, tras descender un poco, cruzamos la carretera M-532, que une Zarzalejo con Fresnedillas de la Oliva, y continuamos, en dirección este hasta dar con el camino de la Mata.

Giramos a la izquierda y por este camino continuamos, pasando junto a la finca ganadera El Pajar Blanco, que se hizo famosa por ser una de las propiedades de Juan Antonio Roca, cerebro del Caso Malaya.

Tras una curva a la derecha, continuamos en dirección este, para enseguida girar a la izquierda, pasando una valla, para buscar el arroyo Puentedelgado, que con cierta dificultad vadeamos. Enlazamos con una senda, que en dirección norte nos lleva hasta un camino franqueado por restos de lo que debió ser fortines que custodiaban los accesos a esta zona.

A los pocos metros, nos salimos del camino, giramos a la derecha y ascendemos al cerro del Águila, donde se ubica un fortín circular, en lo que cabe bien conservado, con estupendas vistas del valle.

Proseguimos junto a una valla metálica, hasta localizar un paso que da a una extensa pradera en la que se encuentra una fuente que sirve de abrevadero para el ganado. Sin mayor dificultad, alcanzamos el camino que cruza la Colada del Camino de la Crucijada.

En dirección noroeste, seguimos el camino hasta alcanzar las lagunas de Castrejón, que destacan por su importante flora y fauna acuática, representada por macrófitos como Ranunculus peltatus, que durante la primavera cubren las tres lagunas con millares de flores blancas y que sirvió de apeadero y abrevadero a los rebaños que trashumaban por la cercana Cañada Real Leonesa. Desgraciadamente hoy contaban con poca agua y no lucían su habitual belleza.

Continuamos el camino, conectando enseguida con la mencionada carretera M-532 y, unos metros más allá, la M-533. que cruza las vías del ferrocarril por un puente, girando a continuación a la derecha para seguir por una variante del GR-10, que entra en Zarzalejo Estación, llegando enseguida a la plaza donde habíamos iniciado la ruta, al poco de rebasar la fuente de los Pabellones.

En uno de los bares de la plaza nos mojamos por dentro, después de haberlo hecho por fuera gran parte del camino, mereciéndose así esta excursión 3,5 estrellas.
Paco Nieto

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