Inicio: Puerto de Navacerrada
Final: Puerto de Navacerrada
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 11,7 Km
Desnivel [+]: 502 m
Desnivel [--]: 502 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 4
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
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RESUMEN
Por todo ello, esta excursión se merece 3,5 estrellas. Aprovecho para desearos a todos un muy Feliz Año 2017. Estoy convencido de qué nos traerá muchas y magníficas marchas.
Enrique Peso
FOTOS
* Fotos de Paco Nieto
Pasadas las
nueve horas, una vez aparcado el coche en el puerto de Navacerrada (1.860 m.
altura), los miembros del grupo, en esta ocasión con la ausencia de José Luis y
la incorporación de un nuevo senderista, Manuel (aunque su compañía duró poco
porque tuvo que retirarse), comenzamos este itinerario alpino dirigiendo
nuestros pasos a la residencia del Ejército del Aire, llamada de los Cogorros,
pasando antes por la pista del Escaparate.
Nos
internamos por un camino que pasa cerca del mirador Gallarza, llamado así en
honor al que fue ministro del Aire entre 1945 y 1957, aunque pasamos de largo y
no lo vimos. Posteriormente nos encontramos con un segundo mirador, el de
Maravillas, un peñasco desde el, que con una posición hacia el norte, se
contemplan los puertos de Navacerrada y Cotos y al fondo, Valsaín, con una masa
de pino silvestre también llamado pino albar.
Tras estas
espléndidas vistas, bajamos por la empinada senda que nos condujo a la pradera
de la Machorra (1.618 m. de altura). Desde la misma fuimos a buscar el arroyo
del Telégrafo, afluente del Eresma, y continuamos por el Cargadero del Hoyuelo.
Con un
tiempo extraordinario y disfrutando de estos magníficos lugares, sin dejar de
recrearnos haciendo fotos, pasamos diferentes arroyos hasta atravesar el arroyo
Ventoso.
Ensimismados con estos parajes que valoramos tanto, nos introducimos en
la bella pradera de Navalviento (1.724 m. altura). Aquí, con la urgencia de los
estómagos vacíos, los animados compañeros de fatigas nos dispusimos a
solucionar el problema con unas ricas viandas. Sólo se rompió esta idílica
imagen con la mala pata que tuvo Paco, al resbalar sobre la superficie helada,
aunque sin más consecuencias que un patinazo, eso sí, con mucho estilo.
Repuestos
del susto reanudamos la marcha; subimos a la senda de los Cospes, enfilando ya
hacia el Camino Schmid, que presentaba un suelo digno de una pista de
patinaje sobre hielo.
Proseguimos con sumo cuidado por el mismo y más adelante
decidimos bajar a la pradera de Navalusilla o Navilla, dónde encontramos más
nieve, ésta sí, cómoda de pisar.
Volvimos al
camino Schmid y ya con muchísima precaución, unas veces bajando y separándonos
de la senda y otras por el camino, atravesamos la pista del Bosque, algo que
fue bastante arduo, puesto que además del hielo había una ingente muchedumbre
(cuál si fueran las rebajas de principios de enero). En fin, con el ánimo de
haber pasado una jornada estupenda, llegamos al coche, terminando
posteriormente tomando unas cervezas para despedir el año.
Por todo ello, esta excursión se merece 3,5 estrellas. Aprovecho para desearos a todos un muy Feliz Año 2017. Estoy convencido de qué nos traerá muchas y magníficas marchas.
Enrique Peso
FOTOS
No lo tenía que haber leído, imperdonable no haber podido ir. Lo siento, tendréis que volver (conmigo).
ResponderEliminarJosé Luis