lunes, 2 de mayo de 2016

Excursión X055: Presa del Pradillo y las Presillas

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: La Isla. Rascafría
Final: La Isla. Rascafría
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 11 Km
Desnivel [+]: 161 m
Desnivel [--]: 161 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 3

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RESUMEN
Quería enseñarle a mi sobrino Alejandro dos lugares muy apreciados por mi y llenos de encanto, el remanso de agua de la Presa del Pradillo y las no menos atractivas Presillas.

Aparcamos en la Isla, el área recreativa situada en el Km 31,8 de la carretera M-604, la de de bajada del puerto de Cotos a Rascafría. Desde allí, remontamos la margen izquierda del arroyo de la Angostura, poco antes de pasar a ser el río Lozoya.

Enseguida nos dimos cuenta que nos acercábamos a la presa por el estruendo que producía el agua al caer desde varias decenas de metros de lo alto de su muro, todo un espectáculo. Había que ver la cara de sorpresa y felicidad de mi sobrino.

Tras las fotos de rigor, continuamos por la senda que bordea el embalse de la Presa del Pradillo, contemplando cómo los árboles se reflejaban en sus cristalinas aguas.

En este precioso lugar, se almacenaba el agua que luego, un par de kilómetros aguas abajo, servía para mover los motores de la fábrica de luz, por la que luego íbamos a pasar y que está en desuso hace tiempo. 

Al alcanzar la caseta que sirve para medir el caudal del arroyo, nos dimos la vuelta y acompañamos al arroyo en su descenso hacia La Isla.

Por el puente de madera cruzamos el angosto paso por el que el agua se escurre entre las rocas en varios saltos y, proseguimos por la senda que acompaña al río en su descenso, ahora dejándolo a nuestra izquierda.

En placentero paseo, fuimos siguiendo los amplios meandros que realiza el río. Pasamos junto a lo que queda de la fábrica de la luz, y más abajo, junto a otro puente de madera, con una bonita poza bajo él.

Un poco más abajo, vadeamos el arroyo Aguilón, que unos kilómetros más arriba forma las famosas cascadas del Purgatorio. Disfrutando del murmullo del agua, llegamos a las Presillas, zona recreativa en la que una hermosa pradera verde y las piscinas naturales formadas por el río Lozoya atraen a mucha gente los fines de semana.

Desde su extensa y verde pradera, bajamos al encuentro del puente del Perdón, donde allá por 1085 se estableció la costumbre de dilucidar en una de las orillas del puente la inocencia de los reos.

Escuchada su defensa, los cuatro quiñoneros decidían si era culpable o no. Si lo era lo conducían valle arriba hasta la Casa de la Horca, donde era ajusticiado.

Si no, le dejaban cruzar el puente, libre. Por ello y aunque eran pocos los que se libraban de la culpa, el puente pasó a llamarse del Perdón.

Desde aquí hay una bonita panorámica del puente con el Monasterio de El Paular al fondo.

Hechas las fotos, emprendimos el camino de regreso, pasando nuevamente por Las Presillas, por las que cruzamos a la otra orilla del río, la margen izquierda, remontando el río Lozoya hasta llegar a una poza que hay bajo un puente. Continuamos el ascenso del río.

Al alcanzar la abandonada central eléctrica, cruzando el puente que hay junto a ella para echarle un vistazo. La fábrica de luz abastecía antaño a Rascafría y otros pueblos cercanos. Es una pena que se encuentre en tan lamentable estado.

Regresamos al puente y seguimos remontando el río hasta alcanzar el restaurante los Claveles, donde paramos a comer un suculento cochinillo, y a continuación andamos los escasos metros que hay hasta el aparcamiento de la Isla, dando así por finaliza esta bonita ruta con el agua como protagonista omnipresente, que se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

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