miércoles, 15 de septiembre de 2021

Excursión X294: Vuelta al Cabo de las Huertas

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Playa de San Juan
Final: Playa de San Juan
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 15,4 Km
Desnivel [+]:  43 m
Desnivel [--]: 43 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 18

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta





























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Con los calores veraniegos, llevaba tiempo sin salir de ruta por Alicante, y al ver anunciada ésta por el litoral entre las Playas de San Juan y de la Albufereta, pasando por el Cabo de las Huertas, que prometía ser más fresquita, me animé a caminar, además era por la tarde-noche, otro aliciente más.

La convocaba Antonio Lautriz, toda una institución senderista de esta zona. Había un problema, ellos la iniciaban en la playa de la Albufereta y yo estaba en la de San Juan, así es que opté por hacer la primera parte en solitario hasta conectar con lo que para ellos sería el inicio de la ruta.

Salí de casa, pasé por la parada del Tram de Costa Blanca y accedí al paseo marítimo de la Playa de San Juan, una alargada recta que de sur a norte va desde el Cabo de las Huertas hasta El Campello en algo más de 7 Km.

Con el cielo muy nublado y la vista puesta en el Cabo, fui recorriendo el litoral, en agradable paseo, mientras me entretenía haciendo algunas fotos de esta playa que ya me es muy familiar.

Cuando el paseo marítimo se terminó, en la salida señalizada como 30, proseguí por la arena, acercándome a la playa hasta alcanzar las estribaciones del Cabo, desviándome a la derecha para acortar, por el camino del Faro, el recorrido y así poder llegar a tiempo a la cita.

Volví a retomar la costa en la Cala de la Palmera, bonita playa rocosa en la que se estaban bañando algunos en sus aguas turquesas, hoy algo revueltas.

Caminado por las rocas que hacen de playas o el escueto sendero que hay junto a ellas, fui recorriendo las sucesivas calas, que conforman el entorno sur y oeste del Cabo, que fue conocido antiguamente como Cap de l’Alcodre, que proviene del árabe “al-kodra”, la verde.

Enseguida alcancé la zona de ambiente nudista, en la que algunos tomaban el sol sin prendas que les limitasen. Es esta parte también se pueden encontrar entre las rocas fósiles de erizos o grandes bivalvos incrustados.

Otros preparaban sus cañas de pesca con la esperanza de capturar algún pez confiado que mordiera el anzuelo que estaban afanosamente preparando con mimo. 

La siguiente cala por la que pasé fue la Cala Cantalar, y como el recorrido de aquí a la Playa de la Albufereta también lo hice de vuelta, mejor lo cuento en ese sentido.

Por fin llegué a la playa de la Albufereta y me acerqué a la torre de vigilancia de los socorristas, punto de encuentro del grupo, pero aún no había nadie. Poco a poco fueron llegando, de los primeros Hendrik, que haría de guía, otra leyenda del senderismo alicantino.

Puntuales, a la 19:00, nos pusimos en marcha en dirección sureste, hacia al club náutico Alicante Costa Blanca. Por una pasarela de madera, muy fotogénica, bordeamos la punta de la cala, desde donde se tienen unas preciosas vistas de toda la bahía, con la Sierra Grossa de fondo.

En esta zona se encuentran vestigios romanos, lo que sería una factoría de salazones y también el puerto de la ciudad ibero-romana de Lucentum y muy cerca de aquí se encuentra el yacimiento del asentamiento.

El primer poblado se remonta al siglo IV/V a.C. (entonces como Akra-Leuka), siendo sus primeros pobladores de origen íbero contestano, que mantenían estrechos contactos comerciales y culturales tanto con griegos como con fenicios. Fue aniquilada en la II guerra púnica.

Fueron los romanos los que dieron el nombre de Lucentum a la ciudad tras la conquista del levante por Publio Cornelio Escipión, bajo el mandado del emperador romano, Augusto I, y los que construyeron la mayor parte de los restos de lo que hoy forma el conjunto histórico, en el Tossal de Manises se conserva toda la superficie urbana, unos 25.000 m2, aunque en el III d.C. quedó abandonada. El motivo principal de esta decadencia se encontraba en la vecina ciudad de Ilici (la actual Elche), por estar mejor comunicada por tierra y por mar.

Pasado el club náutico, llegamos a la playa de la Almadraba, nombre que proviene del árabe que significa "lugar donde se golpea o lucha", referido al arte de la pesca del atún. Por debajo de ella desemboca en el mar un río subterráneo de agua dulce, que provoca el aspecto de playa enfangada. Allí se nos unieron dos más al grupo.

Recorrimos la orilla de esta tranquila playa de arenas oscuras y aguas transparentes, atravesada por el espigón de Gargoris.

Rebasado el siguiente espigón, la costa toma dirección este y es bañada, entre rocas salientes, en la que se conoce como Cala del Amor, quizás por ser lugar habitual de parejas que vienen aquí a buscar algo de intimidad.

Pasando por estrechas sendas y pequeños cantales escarpados hacia el mar, enseguida llegamos a la Cala de los Judíos. Un poco más adelante paramos a hacernos la foto de grupo, continuando por una senda entre frondosa vegetación hasta alcanzar La Caleta, íntima y preciosa playa que en su reducido espacio, combina roca y arena.

Bordeamos el espigón oriental de la cala, caminando por los voladizos acantilados en busca de la cala de las Nereidas, una preciosa playa bastante “salvaje”. Se llama así porque estos personajes mitológicos calmaban fácilmente las olas del mar y las ráfagas del viento y esta zona es una de las más tranquilas del Cabo, aunque en realidad es su situación y los salientes o lenguas de mar los verdaderos causantes de esta quietud.

Un poco más adelante, alcanzamos la cala Cantalar, una cala pequeñita de arena y rocas planas desde la que se tienen unas vistas preciosas de la ciudad de Alicante.

En este punto, Hendrik decidió dejar momentáneamente la costa y adentrarse por los cerros que conforman las laderas del Cabo, donde se extiende una reserva natural de especies de plantas protegidas autóctonas. En estas 1,2 hectáreas crece la Siempreviva Alicantina, planta que sólo crece en la provincia de Alicante (¡en todo el mundo!).

Tras un par de subidas por borrosos senderos de imponentes vistas, regresamos a la costa descendiendo por una empinada cuesta, poco antes de alcanzar la Cala de la Palmera, dotada de una fina capa de arena, que la hace muy atractiva para el baño.

Con las primeras luces de la noche, bordeamos el Cabo, pasando por lo que fue una antigua cantera, salpicada de rincones muy bellos provocados por la plataforma costera y el efecto del viento sobre las dunas fosilizadas.

Al poco, llegamos al pie del faro, una torre cilíndrica blanca de 38 metros de altura, cuya linterna cilíndrica, con cierre esférico de 1,75 m de diámetro, proyecta su luz a más de 14 millas náuticas

El Cabo de las Huertas establece una separación entre la playa de San Juan y la bahía de Alicante. A su vez, la bahía de Alicante se encuentra delimitada por este cabo al norte y por el cabo de Santa Pola al sur. Unas bonitas vistas aéreas de todo lo recorrido se pueden ver en este vídeo.

Aquí, la mayoría inicio el regreso por la costa hacia la playa de la Albufereta, mientras que otros continuamos bordeando el Cabo en dirección a la Playa de San Juan, disfrutando de un precioso atardecer.

Al llegar al mirador que se alza sobre el mar, mis últimos compañeros de caminata también iniciaron el regreso hacia sus puntos de origen.

Yo hice lo propio, recorriendo de nuevo el bonito paseo marítimo, en el que los bañistas se habían batido ya en retirada y habían dado paso a los disfrutaban recorrido su amplio paseo, jalonado por las esculturas "Monumento a los jubilados”, "Niños jugando a pídola" y "Madre con su hija", además de las terrazas de cafeterías, bares y restaurantes, que estaban muy concurridos.

Con una cerveza en la terraza del Niza finalicé esta estupenda y refrescante ruta costera, plagada de bellas calas, historia y paisajes, que  bien se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

1 comentario:

  1. Me ha encantado toda la parte histórica, adoro la historia. Esta noche, haré esta ruta, ya que me apetecía hacerla, ahora con más razón! Gracias Paco.

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