lunes, 24 de septiembre de 2018

Excursión X150: Majada Hambrienta y la Chorranca

FICHA TÉCNICA
Inicio: CNEA Valsaín

Final: CNEA Valsaín
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 15,8 Km 
Desnivel [+]: 722 m 
Desnivel [--]: 722 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 5
Participantes: 4

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Después de la calurosa excursión de la semana pasada, nos propusimos una por pinares, y puestos a elegir, los de Valsaín son sin duda una de las mejores opciones. Además queríamos que tuviese posibilidad de baño, y la Chorranca era una buena opción y por último, que no fuera la clásica ruta para llegar a ella, y acercarnos primero a Majada Hambrienta y al refugio Aranguez era una buena propuesta, y así surgió esta bonita excursión.

Iniciamos la ruta en el aparcamiento del Centro Nacional de Educación Ambiental (CNEA), situado en La Pradera de Navalhorno y que lleva desde 1987 trabajando para promover la responsabilidad en relación con el medio ambiente, que buena falta hace.

Bordeamos el centro, donde han colocados grandes fotos de Parques Nacionales y otros entornos naturales. Giramos a la derecha por su lado norte y tras pasar un portón en la alambrada, seguimos una pista que se interna en dirección sureste en un espléndido robledal, en la zona conocida como Charcón de Navalongilla.

Enseguida llegamos a una laguna dedicada a la recuperación de anfibios, que a estas horas de la mañana reflejaba el cielo como si fuese un espejo. Continuamos por la pista en suave ascenso, cruzamos un canal que capta el agua del cercano arroyo de Peñalara y enfilamos la senda que poco después pasa junto a la bonita fuente del Ratón, donde paramos a llenar las botellas con su agua fresquita.

Al alcanzar una pista, la seguimos hacia la derecha, en dirección sureste, y nada más cruzar el arroyo de Peñalara, otra fuente llama nuestra atención, es la de la Cruz de Abastas, medio oculta y con poquito caudal. Es de alabar que todas las fuentes de la zona estén señalizadas, aunque sea con carteles hechos a mano.

Seguimos en continuo ascenso, cruzamos el arroyo de Regajos Fríos, donde giramos a la derecha y no haciendo caso a las bifurcaciones que salen, una a la derecha y otra a la izquierda, alcanzar la fuente de la Cabaña del Tío Levita, y tras otro desvío que cogemos a izquierdas, cambiamos de dirección para llegar a la fuente de la Majada Hambienta.

Continuamos por la pista 60 metros más y nos desviamos a la derecha campo a través para, a unos 100 metros, acercarnos al Chozo de la Majada Hambrienta. Construido con piedras y maderos, está situado en un bonito claro del bosque.

Tras las pertinentes fotos, volvemos a recuperar la pista que habíamos dejado, previo paso por una zona de turba encharcada. A unos 500 metros la pista desaparece y se convierte en senda, por la que caminamos siguiendo la misma dirección noreste que traíamos, para girar a la derecha siguiendo una supuesta senda que no vimos, paralela a un arroyuelo, que asciende unos 100 metros de altura hasta llegar al refugio de Aranguez.

Nos sorprendió gratamente la reciente reforma y restauración que ha tenido, lo que unido al estratégico enclave al pie del macizo de Peñalara, con amplias vistas hacia Segovia, nos hizo pensar en una futura ruta pernoctando en este alpino e idílico lugar.

Junto al refugio paramos a comer y hacernos la foto de grupo, aprovechando la presencia de dos ciclista que estaban allí cuando llegamos. Repuestas las fuerzas, cruzamos la hermosa pradera de la Majada Aranguez, recorrida por los incipientes arroyos de Peñalara y el de las Almas del Diablo, inquietante nombre para tan bello lugar y en suave descenso, llegamos al arroyo de la Chorranca.

Nada más cruzar el arroyo, giramos a la izquierda, siguiendo una senda que en dirección oeste se aleja de él, para luego descender hacia el sur hasta alcanzar una pista forestal y, nada más cruzarla, llegar a la fuente de la Chorranca, de la que manaba un buen chorro de agua.

Tras un breve descanso en la fuente, continuamos el descenso por una senda paralela al arroyo hasta acercarse unos metros más adelante a las pozas y cascadas de la Chorranca, en la que algunos nos dimos un refrescante baño en sus gélidas aguas.

Continuamos el descenso, con el arroyo a nuestra izquierda para, terminada la fuerte pendiente, vadearlo y dejarlo a la otra mano mientras en dirección oeste alcanzamos la pista que nos llevó a la Cueva del Monje, lugar de leyenda y encanto, donde hicimos una breve parada.

El regreso al punto de origen lo realizamos volviendo a la pista, para enseguida abandonarla por una senda que nos sale a la izquierda, que a pocos metros da con la fuente de Marcos y entre pinos y sombra, en agradable paseo hacia el oeste, paralelos al arroyo de la Cueva del Monje, va a dar con él.

Siguiendo un canal de agua, entre pinos y mucha sombra, salimos a Navalhorno, a los pies del Cerro del Puerco, lugar plagado de trincheras construidas entre 1937 y 1938, durante la Guerra Civil, y pertenecen al bando sublevado. Escenario, el 30 de mayo de 1937 de parte de la batalla de La Granja. En un recorrido señalizado visitamos nidos de ametralladora, ruinas de construcciones para la tropa y muchas trincheras.

Tras la visita, conectamos con la pista que enseguida nos llevó al CNEA, en cuya fuente, paramos a beber su agua, no tan buena como la de las otras fuentes de las que hemos disfrutado en el camino.

Alcanzado el aparcamiento donde habíamos dejado el coche, solo quedaba celebrarlo con unas buenas cervezas, para ello nos acercamos al Bar de la Tomasa, antes la Pradera, donde además degustamos una exquisita morcilla, dando así por finalizada esta bonita ruta que cumplió con todas nuestras expectativas, ganándose 5 merecidas estrellas.
Paco Nieto

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