lunes, 26 de febrero de 2024

Excursión X462: La Jarosa y Vía Crucis de Cuelgamuros

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: La Jarosa. Guadarrama
Final: La Jarosa. Guadarrama
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 10,9 Km
Desnivel [+]: 355 m
Desnivel [--]: 355 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta





















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Hacía tiempo que no visitaba uno de los lugares más místicos y sorprendentes de la Sierra y que además alguna del grupo no conocía, las Capillas del Valle de los Caídos, ahora rebautizado con su nombre original, Cuelgamuros.

Partiendo del área recreativa La Jarosa, continuamos hacia el embalse, al que accedemos tras cruzar la alambrada por una puerta para pescadores que queda enfrente. El nublado cielo le daba un aspecto plomizo al horizonte, a la vez que al gua la hacía parecer de estaño.

Continuamos a la derecha por la ribera del embalse de la Jarosa, construido en el año 1968. Cruzamos el arroyo de la Calle de los Álamos para continuar a la izquierda bordeando el embalse. Cruzamos el arroyo del Picazuelo con la ayuda de unas piedras y continuamos hasta las proximidades del arroyo Calle de los Álamos, donde salimos de nuevo al camino que habíamos dejado antes, continuando a la izquierda paralelos al arroyo.

A la que subíamos, paramos a ver el túnel del trasvase del embalse de la Aceña a La Jarosa, una obra de 8 km de longitud que llevaba bastante agua.

Curiosamente esta misma agua puede que acabe en el embalse de Valmayor, pues otra canalización une el embalse de la Jarosa con éste otro.

Continuamos subiendo y en, una bifurcación, giramos a la izquierda, para ascender por una pista que hace unas zetas y después discurre paralela al muro del Valle de los Caídos, hasta llegar al Collado del Picazuelo, donde giramos a la derecha para traspasar el muro y seguir la pista a la izquierda que pasa junto al Risco de la Brulera.

Un poco más adelante, dejamos esta pista, para seguir por la derecha y ascender entre el pinar hasta alcanzar el Vía Crucis, justo donde se encuentra la capilla de la estación V.

El Vía Crucis se empezó a construir en 1944. Simboliza, a lo largo de XIV estaciones y 5 capillas, los últimos momentos de la vida de Jesús. Tiene unos 2.200 escalones.

Con inmejorables vistas del valle, nos hicimos la foto de grupo en la explanada de la capilla presidida por una columna que le da a todo el conjunto una solemne grandiosidad al estilo de las construcciones grecorromanas.

Iniciamos el recorrido por la escalinata, que sin querer te transporta a un mundo lejano y misterioso, a mi siempre me ha parecido que, salvando las distancias, me traslada a la muralla china. Singular lugar, casi completamente desconocido, a pesar de su cercanía a la capital.

Por la empedrada calzada llegamos pasamos por las estaciones VI y VII, en las que no hay capilla, si no postes indicativos, con una cruz que señala el punto donde rezar.

Con algo de más pendiente, subimos los escalones que nos llevan a la capilla VIII, donde se encuentra la ermita del Altar Mayor la más alta, situada a 1328m, en la cima del Risco de la Brulera.

Desde allí, se tiene unas panorámicas impresionantes de todo el valle, destacando las de la Basílica y su enorme cruz y las correspondiente al embalse de la Jarosa.

Soplaba un viento helador, por lo que tras las fotos nos apresuramos para continuar el vía crucis. Descendimos unos pocos escalones y a resguardo de las rocas paramos a tomar el aperitivo de media mañana.

Tras el breve descanso, continuamos descendiendo el Vía Crucis por la larga y amplia escalinata que parecía no tener fin. Sin duda una colosal obra a la que, cuestiones religiosas aparte, se debería prestar más atención por su interés paisajístico e incluso turístico.

Cuando el enlosado se allana, nos desviamos a la derecha para continuar por un sendero que nos lleva a la capilla de la estación IX, que está cerrada con una valla por peligro de desprendimientos. Una pena que lleve así tanto tiempo sin que nadie haga nada para evitar que algún día acabe en el suelo, como ya ha ocurrido con otra.

Continuamos descendiendo por el Vía Crucis, nuevamente por escalones y pista enlosada hasta alcanzar las últimas viviendas del Poblado del Valle de los Caídos. Desde allí continuamos por camino unos metros para seguir una pista que sale por la derecha y unos metros más, por un camino que cruza el muro del recinto.

Proseguimos por el Camino de las Hoyadas, cruzamos el arroyo del Picazuelo, donde el camino se hace pista y tras vadear el arroyo del Barranco del Tomillar, continuamos hasta el Camino de la Carrasqueta, asfaltado y sin pérdida lo seguimos hasta llegar al área recreativa La Jarosa II, continuando hacia la izquierda por un bonito sendero que entre pinos cruza el arroyo del Picazuelo a poco de llegar al área recreativa donde habíamos dejado los coches.

Terminamos la jornada yéndonos a comer un menú en el bar Casa Pozas Tartajo de Guadarrama. Por las especiales vistas que tiene esta excursión, le otorgo 4 estrellas.
Paco Nieto

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