lunes, 30 de septiembre de 2019

Excursión X194: Riscos y Atalayas de Las Navas del Marqués

FICHA TÉCNICA
Inicio: Las Navas del Marqués
Final: Las Navas del Marqués
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 14,2 Km 
Desnivel [+]: 329 m 
Desnivel [--]: 329 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 3,5
Participantes: 8

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Esta excursión discurre en parte de su recorrido por la ruta señalizada con el mismo nombre en la web de senderismo de Castilla y León.

Para conocerla, nos acercamos a Las Navas del Marqués, aparcando junto al restaurante Magalia, situado frente a la rotonda de acceso a la localidad, al suroeste del pueblo y donde comeríamos al finalizar la ruta.

Una vez cruzada la carretera CL-505 (existe un paso subterráneo), enseguida enlazamos con un sendero que se interna en el hermoso pinar que hacia el sur se extiende entre riscos y dehesas.

Unos carteles informativos a la entrada dan cuenta de los senderos, fauna y flora de la zona. Cruzamos un paso canadiense y en lugar de seguir el sendero de la izquierda que nos llevaría al Risco del Dinero, el más alto de la zona, continuamos por el de la derecha.

El camino es amplio, de tierra y jalonado con largos bancos de piedra. Nos acompañan las habituales mascotas de Sol, más otra que le han dejado por unos días. Al poco de caminar por el grato paseo, le echamos en falta y obliga a su cuidadora a ir a buscarle ¡al pie del coche, donde había regresado a toda velocidad!

Mientras tanto, el resto hemos avanzado y nos hemos asomado a contemplar las vistas desde unos riscos que nos quedan a la derecha, aprovechando un claro del pinar. Reunidos todos de nuevo, continuamos el camino, bordeando la loma del Risco de los Dineros, dejamos a la derecha unas casas para después continuar por el camino que nos sale a la derecha, una vez alcanzado el pinar del Alijar.

Al poco, nos salimos del camino para acercarnos a unos riscos que nos quedan a la derecha, desde los que tenemos unas soberbias panorámicas de la Sierra de Gredos, al este, y de los Montes de Toledo, al sur.

Unos pocos de metros más adelante, nos acercamos a la fuente Conejeras, que a pesar de tener un gran frontal de piedra, no manaba ni una gota de agua de su caño. A la izquierda de la fuente, más al este, nos llama la atención una caseta a la que nos acercamos, comprobando que parecía ser un refugio.

Continuamos en dirección sur y, a poco más de un kilómetro, rodeamos y ascendemos finalmente a unos riscos coronados por una edificación a modo de atalaya, ahora en deprimente ruina, desde la que se tienen muy buenas vistas.

Descendemos del privilegiado mirador en dirección suroeste, sin senda que nos guíe, hasta alcanzar el Paso Coronas, un puente sobre las vías de ferrocarril de la línea Madrid-Hendaya,​ también llamada línea General del Norte.

Al otro lado de la línea, continuamos por una tenue senda, paralelos al trazado ferroviario, vadeamos el arroyo del Valladal, sin agua, y nos internamos un poco en el enorme túnel por el que discurre bajo las vías, desde luego preparado para riadas de cualquier magnitud.

Proseguimos hasta dar con una carretera que cruza de nuevo las vías sobre el túnel de Choza Moral. Al otro lado, giramos a la derecha para continuar por el Camino del Zarzalán, en dirección sureste, entre pinos resineros de los que cuelgan las cubetas para recoger el dorado néctar.

Pasamos junto a una vaqueriza en la que las vacas retozaban tranquilamente mientras a nuestra derecha, no muy lejos vemos pasar los trenes hacia ambos sentidos de las vías. Al poco, pasamos junto al antiguo apeadero de Fontuana, hoy en ruinas, y enseguida alcanzamos la fuente Verato, construida en piedra y adornada con un gran tronco de madera, en ella nuestras mascotas se refrescaron a placer.

Tras un giro de noventa grados pasamos junto a un búnker bastante deteriorado y tras una corta trepada, subimos al risco de Peñarrubia, coronado por un vértice geodésico, desde donde disfrutamos de una inmejorable panorámica de toda la comarca.

Un poco más abajo se encuentra la Atalaya de Los Picazos, donde se encuentra un puesto de vigilancia contra incendios con techumbre de madera. Desde este punto iniciamos el descenso por el pequeño cordal, alcanzando rápidamente una pista, por la que retrocedemos unos metros para encontrar los restos de otro búnker de la Guerra Civil, con notables signos de deterioro.

Nos introducimos por una zona de pinar denso en la Pimpollada del Robledillo, en donde volvemos a ver los cubos recoge resina. Cruzamos el cortafuegos que protege la línea de alta tensión y es aquí donde de nuevo nuestra mascota invitada echa a correr en dirección al punto de inicio de la ruta.

Unos intentamos seguirla, llamándola insistentemente en vano, el resto continua la ruta prevista. Alcanzada el área recreativa el Valladal, preguntamos a unos paseantes si habían visto a nuestro fugitivo, y efectivamente, le vieron en dirección al pueblo.

Con la esperanza de que se hubiese detenido, lo buscamos sin éxito por el pinar de La Tarayuela, paralelos a la carretera CL-505, y por el del Alijar, donde seguimos el camino que habíamos traído a la ida, presumiendo que es el que con más probabilidad habría seguido nuestro fugitivo perro, pero ni rastro de él.

Al llegar al aparcamiento esperábamos encontrarle allí, como en la fuga anterior, pero tampoco. Alguno se volvió a pinar para seguir su búsqueda, otros miramos en un parque cercano, incluso hablamos con la policía local, pero nadie sabía dónde estaba.

Perdidas las esperanzas de encontrarle y con la lógica preocupación de no saber dónde estaría ni si aparecería antes de tener que regresar a Madrid, nos acercamos al restaurante Magalia, donde para nuestra sorpresa estaba cómodamente echado en la terraza trasera del bar, a la sombra, para no pasar calor.

En la comida festejamos el feliz encuentro y el regreso del grupo a las andadas, otorgando 3,5 estrellas a esta accidentada excursión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario