Distancia: 13,7 Km
Desnivel [+]: 188 m
Desnivel [--]: 188 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 23
Desnivel [+]: 188 m
Desnivel [--]: 188 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 23
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
RESUMEN
Buscábamos una ruta con mucha sombra para evitar el calor que pronosticaban los del tiempo y Kika sugirió ésta por Muro de Alcoy, integrado en la comarca del Condado de Cocentaina, junto a las sierras de Mariola y de Benicadell, que cumplía perfectamente las condiciones.
Quedamos en el aparcamiento que hay frente al IES de Muro de Alcoy, desde donde comenzamos la ruta cruzando la carretera para seguir por un camino a salvo de los coches por un muro de hormigón.
Continuamos por el puente de Setla, que cruza el río de Agres y, un poco más adelante, nos desviamos a la izquierda por un camino que asciende a la pedanía de Setla de Nuñez (Cela de Núñez), formada por unas cuantas calles alrededor de la iglesia de San Juan Bautista y San Joaquín, de alta torre fundada en 1343, ambas en la plaza. Cuenta con una fuente, con agua abundante y de buena calidad, y un pequeño lavadero.
Salimos del poblado en dirección este, cruzamos la carretera CV-705, que une Muro de Alcoy con Castellón de Rugat, continuando por un camino de tierra rodeado de almendros, olivos y viñedos, que luego gira bruscamente a la derecha en busca del río de Agres y lo cruza por un puente, rodeado de una extensa vegetación.
Junto al río, se encuentra el Molino de Pedro, un antiguo molino harinero que ha sido bien conservado. Recoge el agua mediante un azud y una mina para llegar al edificio. Destacaba un pequeño lavadero, frente al molino, por el que corre el agua, inundado de líquenes y helechos crecidos a la húmeda sombra. Este molino lleva el nombre de Pedro Vilanova Samper, uno de sus últimos propietarios, que lo compró en 1920.
Una suave cuesta nos sube a otra zona de cultivos, con márgenes en la carretera plagados de amapolas que mostraban con orgullo sus rojos pétalos.
Al poco, llegamos a la pedanía de Alquerieta de Jordá, llamada por los vecinos Alqueria dels Capellans. Está formada por una única calle, con una longitud de 83 metros, en la que destaca, en una esquina a la derecha, una casa señorial, con una gran puerta de madera y reloj de sol en la fachada.
En sus orígenes debió ser algún rahal árabe. Jordá parece ser que eran unos antiguos religiosos propietarios del lugar.
Posee una ermita dedicada a la Virgen del Pilar. Solo se abre al culto en la fiesta de San Agustín, el 28 de agosto. Viene mucha gente de los alrededores a la Santa Misa. Después de la función religiosa, en la Casa Jordá, se sirve un refresco. Los actuales propietarios de son el matrimonio Senabre. Juan Senabre es el pintor de los dos grandes lienzos de la Ermita de la Virgen de los Desamparados de Muro.
Proseguimos por el Camino Viejo de Setla, entre almendros, pasamos junto al aparcamiento del Instituto, donde habíamos dejado los coches y a unos metros, a unos metros del puente de Setla, nos desviamos a la izquierda por un sendero que baja hacia el río, no confundir con otro privado anterior que va a una casa.
Ahora el paisaje cambia por completo, estamos rodeados de frondosa vegetación de tipo bosque de ribera, donde encontramos especies como el álamo blanco (populus alba), la zarza (rubus ulmifolius), el majuelo o espino albar (crataegus monogyna) y el roldón (coriaria myrtifolia). Además, de grandes chopos, así como encinas y pinos que se mezclan entre ellos, un verdadero vergel, paraíso de árboles, plantas y flores.
El sendero sigue el cauce del río, primero por su margen derecha, por debajo de pinos y chopos cubiertos de hiedra. Cruzamos el puente de l’Almoroig, de hormigón con seis tubos que facilitan el paso del agua, junto a él una gran poza.
Cambiamos de margen, ahora el río nos queda a nuestra izquierda, pero la exuberante vegetación verde nos sigue acompañando,
Al inicio de uno de los meandros que forma el río, vemos el azud donde se captaba el agua para el pueblo, la pequeña presa forma un pequeño salto de agua seguido de una pequeña charca que embellece este precioso rincón.
En el siguiente meandro, pasamos junto a uno de los pilares del antiguo puente de hierro por el que pasaba el antiguo tren que circulaba entre Cieza (Murcia) y Muro de Alcoy (Alicante).
La empresa propietaria era la Compañía de los Ferrocarriles Económicos de Villena a Alcoy y Yecla. El tren se conocía de forma abreviada como VAY, aunque popularmente era conocido como tren chicharra, dado su aspecto exterior y el monótono ruido de las máquinas.
En el año 1884 se inauguró su primer tramo entre Villena y Bañeres. Un año después, se amplió la ruta hasta Bocairente y en 1887 se completó el itinerario desde Villena hasta Yecla
Con otros propietarios, se enlazó con la línea a Valencia, terminando la ruta en Muro de Alcoy. Allí se conectaba con la costa gracias a la línea Alcoy-Gandía, que se había puesto en marcha en el año 1893 y pasaba por la localidad. Con este propósito, en el año 1906 se inauguró el tramo Bocairente-Agres y en 1909 la vía llegó hasta Muro de Alcoy.
Por la competencia del transporte por carretera fue perdiendo relevancia y el tren fue cerrado definitivamente el 1 de julio de 1969, y poco después se desmantelaron las vías y los puentes metálicos. Aquí un vídeo que recorre su historia.
Un par de meandros más y llegamos al puente de la caseta Senabre, que no cruzamos, donde aprovechamos para tomar el tentempié de media mañana. Repuestas las fuerzas, continuamos bajo la sombra de pinos, chopos y retamas en flor.
Cruzamos en tres ocasiones el rio de Agres por pasarelas de madera que nos hacían cambiar alternativamente de orilla, siguiendo una senda encantadora tamizada de amarillo.
La senda nos lleva a la carretera N-340, donde nos desviamos a la izquierda para acercarnos a conocer la Ermita de San Antonio, que estaba cerrada.
En la fachada, bajo el campanario, destaca una representación de San Antonio de Padua y San Antonio Abat, en cerámica valenciana enmarcados con una cenefa.
Volvimos sobre nuestros pasos para continuar el sendero junto al río, al que accedimos tras cruzar por debajo la N-340 y por encima del puente de San Gonzalo.
Tras numerosos meandros del río, que siempre lo teníamos a nuestra izquierda, y pasar frente a unas ruinas de lo que fue un famoso restaurante Els Fontanars, llegamos al área recreativa de la Font del Baladre, situada en el paraje conocido como l’Estret d’Agres.
Posee una fuente, junto al río, siempre con agua, donde hay una pequeña presa. Los márgenes del río se encuentran poblados con grandes chopos entre los que aparecen encinas y pinos.
El Rio de Agres nace en termino de Agres, tiene un recorrido de 12 km. pasando por los municipios de Muro de Alcoy y Alcocer de Planes, desembocando en la mágen izquierda del Rio Serpis.
Desde este bello rincón se observa una magnifica panorámica de las estribaciones de la Sierra Mariola, con impresionantes cortados verticales de gran altura y belleza, donde pudimos disfrutar de la paz del lugar sentados en las mesas y bancos que hay a la sombra de una encina gigantesca y centenaria.
Una vez descansados y repuestas las fuerzas, iniciamos el camino de regreso siguiendo el mismo sendero utilizado a la ida, pero lógicamente, en sentido contrario, disfrutando nuevamente del colorido recorrido, hasta llegar al aparcamiento donde habíamos dejado los coches.
Los bocadillos y las cervezas nos las tomamos en la terraza del bar La Taula de Paula, en Muro, dando así por finalizada esta bonita y sombría ruta a la que le otorgo 4,5 estrellas sobre 5.
Paco Nieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario