domingo, 10 de diciembre de 2023

Excursión X445: Paraje Natural del Baladre y río Agres

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Font de Baladre. Muro de Alcoy
Final: Font de Baladre. Muro de Alcoy
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 16,2 Km
Desnivel [+]: 256 m
Desnivel [--]: 256 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 14

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Amaneció un día espléndido a pesar de encontrarnos en el mes de diciembre. En Alicante los inviernos son muy templados y el clima ofrece la posibilidad de realizar rutas todo el año.

Iniciamos la ruta en el punto de encuentro: el área recreativa de la Font del Baladre y visitamos la fuente ubicada en un bonito paraje, a la sombra de una encina gigantesca y centenaria. Tras las oportunas fotos, seguimos sendero hasta tomar la carretera de Agres y durante unos 2 km pudimos observar campos de cultivos de aceitunas y frutales. Cruzamos la carretera N-340 para dirigirnos por el Camino de Muro y del Puerto a la primera pedanía: Turballos.

Después de recorrer calles, entramos en su pequeña iglesia de San Francisco de Paula que estaba cerrada pero no con llave, por lo que al empujar la puerta, ésta cedió y pudimos entrar. Una vecina se asomo retirando un visillo para observarnos, en un intento de vigilancia.

El pequeño templo, presentaba un interior humilde y rudimentario, adjetivos que lo convertían en entrañable, pues carecía de bancos, tenía sillas y taburetes de enea dispuestos en círculo delante de una mesa redonda. Pudimos también visitar la sacristía, amueblada con cómodas y armarios llenos de ropa, utensilios y libros religiosos.

Una vez en el exterior, visitamos la fuente de Turballos y un lavadero en el que una vecina pedánea aprovechaba la comodidad espacial para fregar una gran paellera.

Siguiendo la ruta nos dirigimos a la Font de la Carrasca, descendiendo por el Barranco de la Perla y seguidamente por el del Rull. Una vez en la fuente realizamos parada para reponer fuerzas.

Dejamos la fuente, tomando una pista que atravesaba la autovía del Mediterráneo (A-7) por debajo. Nos dirigíamos a la pedanía de Setla de Nuñez, formada también por unas cuantas calles alrededor de la iglesia de San Juan Bautista y San Joaquín, ambas en la plaza.

En esta ocasión no pudimos visitar el templo pues estaba cerrado. Abandonamos Setla de Nuñez, no sin antes ir a la fuente y el pequeño lavadero.

Desde allí recorrimos unos cuantos metros más y viramos a la derecha para realizar el regreso por la Vía Pista que cruza el rio de Agres, pasa junto al Molino de Pedro, un viejo molino con sus correspondientes construcciones en el que destacaba un pequeño lavadero inundado de líquenes y helechos crecidos a la húmeda sombra confiriéndole un aspecto mágico.

Continuando, llegamos a la pedanía de Alquerieta de Jordá, formada por una única calle en la que destaca, en una esquina, una casa señorial. También pudimos visitar una ermita dedicada a la Virgen del Pilar, con un interior blanco inmaculado y adornada con múltiples poinsettias repartidas por todo el espacio, que avisaban de la inminente llegada de la Navidad.

Abandonamos la ermita por el Camino Viejo de Setla y a unos metros, cerca del puente de Setla que salva el rio Agres, nos desviamos a la izquierda y nos adentramos por un sendero siguiendo el cauce del rio y el entorno cambió repentinamente, ofreciendo un paisaje propio de almanaque de otoño, con las tonalidades características de esta estación (ocre, amarillo, verde y rojo).

El sendero seguía el rio y discurría por debajo de pinos, chopos y otras especies de hoja caduca, ahora con sus ramas hechas sarmientos, otras veces la hiedra había cubierto el tronco de algunos árboles, dando la sensación de haber ganado una batalla por la supervivencia.

A nuestros pies, una alfombra de hojas multicolores. De vez en cuando un tronco caído y atravesado en el sendero. Cruzamos el rio Agres por varios puentecillos de madera pues el sendero intercalaba su trayecto entre ambas orillas, siguiendo una senda ecológica.

Tras varios kilómetros, llegamos al área recreativa desde donde habíamos iniciado la ruta, y pudimos disfrutar de nuestras viandas sentados en las mesas y bancos dispuestos a tal fin.

Puntuación de la ruta: 4,5 sobre 5.
Kika Silvestre

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