lunes, 23 de diciembre de 2019

Excursión X198: Puente de la Cantina - Refugio del Cancho de Citores

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puente de la Cantina
Final: Puente de la Cantina
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 8,7 Km 
Desnivel [+]: 785 m 
Desnivel [--]: 785 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 7

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta


TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Como comienzo de una nueva etapa para este grupo de senderistas decidimos hacer una excursión corta (pero intensa) ya que teníamos acordado rematarla con una comida pre-navideña en el restaurante de Las Postas.

Además de alguno de los habituales, nos acompaña en esta ocasión Teresa, Sol y su perro Nuno, esperamos que repita. Completamos un grupo de siete y tres canes.

Partimos del Puente de la Cantina que, a pesar de ser acueducto festivo, cuando llegamos sobre las 10:30, somos los primeros en aparcar allí. La previsión meteorológica era buena, sin precipitaciones y con temperatura moderada.

Nada mas comenzar a caminar comprobamos los efectos de las abundantes precipitaciones de los últimos días, el terreno está muy húmedo y, además, la pista que tomamos ha sido removida recientemente por maquinaria pesada. El resultado es que comenzamos a pegar patinazos por lo que decidimos ir por los bordes de la senda en ese tramo.

Además, desde el primer minuto las pendientes son bastante pronunciadas, vamos a subir hasta el refugio sin apenas descansos, en menos de cuatro kilómetros superaremos unos 750 metros de desnivel, rondando una pendiente media del 20% y, según Google Earth, con tramos superiores al 40%, que no está nada mal.

El caminar se hace mas cómodo al dejar las zonas con barro, transitamos entre alargados pinos y zonas de espectacular musgo, con paso tranquilo pero constante, al pasar por zonas abiertas podemos contemplar, hacia el sur, Siete Picos y el Montón de Trigo, sin apenas nieve debido a las lluvias y al aumento de la temperatura. 

Hemos superado la zona conocida como La Solana y Majarrompe, cruzamos en dirección NE una pista forestal por una senda relativamente bien marcada, nos quedan 200 metros de desnivel para llegar al paraje conocido como Tetas de Vaca, por senda fácil, a veces discurriendo entre rocas pero sin necesidad de usar las manos.

Rápidamente llegamos al Boquete Bajo de Majalgrillo, estamos viendo algunos árboles caídos, efecto de los fuertes vientos que ha hecho en la zona durante los últimos días.

Seguimos subiendo, dejamos atrás el Boquete Alto de Majalgrillo y, rápidamente, por entretenido sendero, llegamos al Mirador del Cancho con impresionantes vistas hacia el N. No nos queda otra que hacer un montón de fotos. El cielo está cubierto y, superados los 2000 metros nos tenemos que abrigar un poco por el viento.

En un pispas llegamos al Refugio del Cancho o de Citores, es una pequeña cabaña, hecha en piedra, en caso de necesidad dos o tres personas podrían dormir en el suelo, nosotros siete, sentados, pasada por poco la hora del Ángelus, comemos algo acompañado de un estupendo vino que había traído Jorge.

Desechamos subir a Peña Citores por la hora y comenzamos una vertiginosa bajada por una senda al E de la de subida, con alguna pequeña dificultad la seguimos hasta llegar al Arroyo del Cancho que en esta zona baja bastante encajado y, hoy, con bastante caudal, bajamos por la derecha del mismo 300 metros y, siguiendo la senda, lo cruzamos camino de la Nariz de Peña la Cabra en dirección al Camino Viejo del Paular (GR 10.4). Lo dejamos atrás y, en descenso suave, llegamos a unas grandes y bonitas rocas, cubiertas de musgo, donde nos hacemos la foto de grupo.

Seguimos a toda prisa, y, al poco de dejar a nuestra izquierda el Camino de la Canaleja, volvemos a cruzar el Arroyo del Cancho, en un ratito cruzamos el de las Lombrices y llegamos enseguida donde tenemos aparcados los coches.

Con un poco de prisa salimos hacia Las Postas donde nos encontramos con Sol, alias La Nueva. En esta ocasión el comedor del restaurante me ha parecido mas acogedor que nunca, con su chimenea encendida y poca gente. Tenemos la suerte que nos atienda un gran profesional y una gran compañía. ¿Qué mas se puede pedir?

Bonita ruta con gran final y 4 estrellas bien merecidas.
José Luis Molero

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