sábado, 22 de noviembre de 2025

Excursión X544: Pozo de nieve del Carrascal y Sierra de La Argueña

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: La Argueña. Castalla
Final: La Argueña. Castalla
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 13 Km
Desnivel [+]: 421 m
Desnivel [--]: 421 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 17

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Planteamos esta ruta con el objetivo principal de ir a conocer el Pozo de Nieve del Carrascal (Pou de Neu del Carrascal), situado a los pies de la Sierra de La Argueña (Serra de l’Arguenya), una alineación montañosa del sector prebético valenciano, entre los municipios de Castalla, Sax y Petrer, en el Alto Vinalopó, en el área dominada por el macizo del Maigmó (1.296 m) del que es considerada un contrafuerte.

El lugar de partida estaba situado en un camino perpendicular a la carretera CV-80, en los arcenes cercanos al Paraje el Charco, aquí las coordenadas.

Otra opción, unos metros más arriba, es en los ensanche de la carretera junto a una casa con una valla de color blanco, poco antes de acabarse el asfalto.

Iniciamos la ruta caminando por la carretera, dejamos en una curva atrás la mencionada casa. Nos esperaban 6,5 km de constante ascenso y otros 6,5 km de descenso, con un desnivel de poco menos de 450 metros.

El paisaje que nos rodea está caracterizado por un mosaico que alterna los cultivos tradicionales como el almendro y olivos, con otras zonas de bosque de pinares y carrascal. Con varias masías a los pies de la sierra, que se dedicaban a la explotación agrícola-forestal de la comarca.

Un cartel nos anuncia que entramos en el Paisaje protegido de la Sierra del Maigmó y Sierra del Sit y es que uno de los aspectos destacados de la ruta es la presencia de una microrreserva de flora, «La Replana», una figura de protección de especies botánicas raras, endémicas o amenazadas que ayuda a su conservación.

Caminamos por una pista ancha de tierra. Al alcanzar el primer kilómetro, cruzamos el Barranco de Carrión y aumenta la presencia de pinos a ambos lados de la carretera.

Por el segundo kilómetro, pasamos junto a cultivos de almendros y algunos olivos y, un poco más adelante, vimos a lo lejos la Masía de la Fuente del Lobo de Abajo (Más de la Font del Llop de Baix), de paredes blancas y teja marrón, que parece estar habitada.

Desde aquí descendemos apenas unos metros y llegamos a la Fuente del Lobo (Font del Llop), con un caño del que manaba un hilo de agua, que se desparramaba por su alargado pilón.

Una alberca cercana debería recoger este agua, pero estaba completamente seca porque no le llegaba nada.

El camino se empina, pasa a ser de cemento durante unas decenas de metros y tras una curva divisamos la Masía de la Fuente del Lobo de Arriba (Más de la Font del Llop de Dalt), de color tierra y con el tejado en mal estado, señal de que está abandonada.

Más a lo lejos divisamos la Masía de la Torreta, de buen porte y bien conservada.

Poco después, abandonamos la pista y, por la izquierda de ella, bordeamos un campo de cultivo plagado de almendros, entre los que una pequeña charca sirve de abrevadero para los animales.

Llaneamos durante casi un kilómetro, divisamos a lo lejos la Masía del Carrascalet, que queda a la izquierda, al igual que un bien rehabilitado y conservado carrascal, que vemos en la distancia.

Junto a la carretera encontramos unos madroños con sus característicos frutos de bolas ya maduros.

Giramos a nuestra derecha para iniciar otra subida por una pista muy arbolada entre almendros y carrascas que nos lleva al Pou de la Neu del Carrascal tras dejarla por otra que sale a la derecha. De haber continuado hubiésemos llegado al Collado de las Hermosas.

Una escalinata nos sitúa al pie del túnel de acceso a la base del pozo, por donde se extraía la nieve cuando estaba operativo.

Un poco más arriba, girando a la derecha llegamos a la parte superior del pozo, del siglo XVIII y muy bien restaurado en 2010 por la propiedad privada donde se encuentra.

Según un panel informativo está situado a 1.000 msnm. Tiene forma hexagonal, nada habitual en este tipo de construcciones, con una profundidad de 9,10 m. y un diámetro de 8,80 m., que le confiere una capacidad de almacenaje de 600 m3.

Aquí mas detalles de esta singular obra, única en Alicante.

En este precioso lugar que rodea el pozo, descansamos cómodamente sentados en los muretes que lo circundan, con bonitas vistas del valle, las sierras de Biar y la población de Onil y tomamos un tentempié durante un buen rato. Al finalizar nos hicimos la foto de grupo.

Volvimos a ponernos en marcha subiendo por una pista que sale detrás del pozo, Al cabo de unos 500 metros alcanzamos la cota de mayor altura de la ruta. Desde aquí nos quedaban 6,5 kilómetros de descenso, sin prácticamente dificultades.

Lo hicimos siguiendo un sendero con piedra suelta, por la Umbría de la Sierra de La Argueña, entre pinos y carrascas y una pendiente moderada a los pies de la Replana (1.229m).

En una pronunciada curva, enlazamos con el Camino de la Replana, sendero que en poco más de un kilómetro alcanza la cresta donde está situada esta cumbre. Proseguimos por la Umbría de la Font del Llop y la Solana del Barranco de Sax, donde volvemos a girar bruscamente a la derecha para descender hacia el Barranco Les Solsides y alcanzar una explanada plagada de almendros.

Por la Ladera del Alto de Castillés divisamos bonitas panorámicas de las montañas circundantes rodeadas de nubes blancas que realzaban su belleza. Por la Loma Larga continuamos el descenso, ahora más suave, hasta alcanzar la pista por la que subimos esta mañana.

Volvimos a cruzar el Barranco de Carrión y tras la pequeña ahora subida, descendimos hasta el lugar donde dejamos los coches.

Un muro próximo a la carretera sirvió de improvisada barra y asiento para tomarnos los bocadillos, mientras una pesada avispa perseguía sin tregua a una de las compañeras, quizás atraída por el queso de su bocadillo. No paró hasta irnos.

Los cafés de sobremesa nos los tomamos en el restaurante Xirau, punto habitual de encuentro de senderistas que suben al Maigmó o visitan el pantano de Tibi. Una bachata estupendamente bailada por dos de nuestras chicas puso la nota festiva al fin de ruta.

En resumen, una estupenda jornada donde descubrimos algunos de los encantos que esconde la Serra de l’Arguenya y que bien merece 4 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

jueves, 16 de octubre de 2025

Excursión X539: Camino Francés. Etapa 22. León - San Martín del Camino

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: León
Final: San Martín del Camino
Tiempo: 7 a 8 horas
Distancia: 25,7 Km
Desnivel [+]: 139 m
Desnivel [--]: 106 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: Sí
Valoración: 3,5
Participantes: 5

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta
























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
A las 8:15 ya estábamos en la calle tras haber desayunado en el propio apartamento con lo que compramos el día anterior, ventaja de tener cocina en la habitación.

Dejamos las maletas y abandonamos León siguiendo las conchas de bronce clavadas en el suelo, que parten de la misma Catedral, pasando por el Parador de San Marcos, donde entramos para conocerlo. Los sábados, domingos y festivos hay visita guiada y gratuita a las 10.

Tras las fotos, cruzamos el puente de piedra, del siglo XVI, sobre el río Bernesga y seguimos de frente por la avenida de Quevedo en dirección a Trobajo del Camino.

Cruzamos otra larga avenida y un paso peatonal que se eleva sobre las vías del tren, al que se llega bordeando a la derecha la rotonda de la Infanta Sancha Raimundez, no por el lateral izquierdo como parece indicar una enorme concha en una pasarela. Todo este recorrido tiene poco atractivo.

Entramos en Trobajo del Camino sin darnos cuenta, convertido en un barrio más de León, empujado por el crecimiento de la ciudad, no hay discontinuidad.

A pie del Camino y de la carretera, se encuentra la ermita de Santiago, nacida probablemente al amparo del Monasterio de Venedrices, ya desaparecido.

En la fachada principal, sobre un arco de piedra que enmarca la entrada, hay una cartela con la fecha de 1777, la Cruz de Santiago y una concha de peregrino. Cuenta en su interior con una escultura representativa y muy querida en Trobajo, el Cristo barroco del siglo XVIII conocido como “Santiago Matamoros”.

A menos de un kilómetro, giramos a la derecha, dejamos la carretera y seguimos, unos 200 metros, por la empinada calle de la Cruz, con bodegas subterráneas a ambos lados de la loma de una colina, desde donde la ruta discurre paralela a la N-120.

Coronamos la subida en la zona conocida como El Mirador, por sus buenas vistas, continuamos por la parte trasera de un polígono industrial interminable, sin duda uno de los tramos más feos del Camino.

Y así llegamos a La Virgen del Camino y a la misma puerta del moderno Santuario, edificado en 1961. 

Llaman la atención en su fachada las 13 enormes figuras de bronce, de seis metros cada una, que representan a los Apóstoles y a la Virgen, obra del escultor Subirachs. El enorme campanario tiene 53 metros de altura.

En el interior se encuentra la imagen de la Virgen del Camino, patrona de León, un retablo barroco del siglo XVIII, y una Piedad del siglo XVI. La Basílica Santuario de La Virgen del Camino fue en sus orígenes una pequeña ermita construida en 1505 en el lugar donde, según la leyenda, se apareció la Virgen al pastor Alvar Simón Fernández.

Justo a la salida del Santuario y a la izquierda de la carretera tomamos un camino de tierra que pasa junto a la bonita fuente el Cañín, presidida por una imagen en hierro de un peregrino ataviado con toda la simbología del Camino.

Enseguida tenemos que tomar una decisión: Continuar por el camino clásico más histórico hasta San Martín del Camino, pegados a la carretera N-120, o bien desviarnos por la variante que pasa por Villar de Mazarife, alejados de la carretera, mucho más tranquilos.

RUTA PRINCIPAL
Por la primera opción, se continua paralelos y pegados a la carretera N-120, se pasa bajo la A-66, la Autovía de la Plata, y por un ancho arcén de la N-120 nos situamos, a poco más de 3 kilómetros, en Valverde de la Virgen, hasta hace poco Valverde del Camino. Perteneció a la antigua Hermandad de Valdoncina.

Su iglesia está dedicada a Santa Engracia, fue construida en 1961 y sustituyó a la primitiva de la que se conserva la espadaña de la cabecera con dos cuerpos y abundantes nidos de cigüeñas.

Una imagen en hierro de un peregrino se ha colocado delante del conjunto, sirviendo de estupenda escusa a los peregrinos para hacerse la foto de su paso por aquí.

A poco más de un kilómetro, por el camino paralelo a la N-120, se alcanza San Miguel del Camino, con el constante tráfico como única distracción. Se entra en el pueblo dejando la carretera momentáneamente por la calle de la iglesia, dedicada al Arcángel San Miguel, contenía una imagen de Santiago del siglo XV, que fue trasladada al Museo de León. Una casa con flores en sus balcones llama la atención.

Poco más de 7 km hay hasta el siguiente pueblo Villadangos del Páramo, al que llegamos pegados a la carretera, entre tierras de cultivo que algunas parecen estar abandonadas. Se puede sellar la credencial a la entrada del pueblo que es el mismo sello que en el Ayuntamiento.

En su plaza hay una estatua de Doña Urraca, ya que este lugar fue escenario de un enfrentamiento armado entre gallegos partidarios de ella y aragoneses partidarios de Alfonso I El Batallador, que se disputaban la posesión del príncipe Alfonso, hijo de la primera y futuro rey Alfonso VII .

Se entra y sale del pueblo por su Calle Real. Su iglesia está dedicada a Santiago Apóstol, patrón de la Villa.

Es un templo de planta de cruz latina de finales del siglo XVII o principios del XVIII. El retablo barroco está presidido por la imagen de “Santiago matamoros” del siglo XVIII.

Villadangos del Páramo cuenta con un moderno refugio, El Albergue La Santa Siesta, tiene una buena valoración y sugestivo nombre.

A la salida del pueblo, tras cruzar el canal de Villadangos, regresamos a la carretera, por la que se sigue hasta San Martín del Camino, unos tramos por pista de tierra paralela a la carretera y otros por el asfalto de la cuneta para completar los poco más de 4 kilómetros que hay de distancia.

En el Albergue-Hostal La Huella, a la entrada del pueblo, pernoctamos. Sitio con piscina y buenas instalaciones, muy recomendable.

RUTA ALTERNATIVA
Detallamos a continuación los datos técnicos y recorrido de la ruta alternativa

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN RUTA ALTERNATIVA
Por la variante de Villar de Mazarife nos quitamos el trasiego del tráfico, internándonos en el tranquilo páramo leonés, lejos del infernal ruido. Es lo más aconsejable, aunque pocos peregrinos optan por esta opción, quizás porque supone 5,52 km más de distancia respecto al camino clásico.

Nosotros elegimos separarnos de la carretera y continuar por esta variante, señalizada también con flechas amarillas y las típicas conchas de Santiago. Seguimos una pista de tierra, con ligera pendiente, que sale a la izquierda nada más pasar la fuente el Cañín.

Un nutrido grupo de ciclista extranjeros, que estaban haciendo el Camino en bicicleta, nos adelantaron a toda velocidad.

Pasamos una rotonda y descendimos hacia un nudo de comunicaciones, que nos obliga a pasar bajo la A-66 por un largo túnel, entrando enseguida en Fresno del Camino.

Un hito nos indica que desde aquí nos quedan 306,1 kilómetros para alcanzar nuestra meta.

Situado sobre el arroyo del Truévano que vierte sus aguas al arroyo de la Oncina, afluente del río Esla.

En el único bar del pueblo, que tiene el sugerente nombre de El Descanso de Fresno, paramos atraídos por un mensaje escrito en una pizarra "El día comienza con un buen café", esto sí que es marketing y no lo que se estudia en las Escuelas de Negocios.

Reconfortados por el descanso y las propiedades estimulantes del café, afrontamos con más ganas los 2 kilómetros que en suave ascenso nos separan de Oncina de Valdoncina, al que llegamos por carretera asfaltada y previo paso por encima de la línea de ferrocarril León-La Coruña. El nombre de esta localidad procede muy probablemente del latín uncina ‘curvada en ángulo’. No es fácil precisar si se aplicó al sustantivo val (‘valle en forma de ángulo’) o bien a una población (‘pueblo en ángulo’) que, a su vez, habría dado lugar al nombre del valle

Dejamos a la izquierda su iglesia, consagrada a San Bartolomé, y poco más que ver. Siguiendo su corta Calle Real, salimos de nuevo a la pista de tierra.

Atravesando el páramo, salpicado de arbustos y alpacas de cereal, en las que Ángel se dio el gusto de posar, y tras poco más de 5 kilómetros, llegamos a Chozas de Abajo.

Junto a una fuente bajo la sombra de unos árboles, sentados en unos bancos de madera nos dispusimos a tomar algo de fruta y frutos secos que nos vinieron muy bien. Su iglesia está dedicada a San Martín de Tours.

Por camino asfaltado llegamos a Villar de Mazarife. Esta localidad reivindica con fuerza el paso del Camino por sus tierras. Una antigua vía romana y el patronato del Apóstol son dos de los argumentos esgrimidos con más fuerza.

Nos acercamos a su iglesia, dedicada a Santiago, tiene un retablo de seis tablas, tres de ellas dedicadas a historias relacionadas con el Apóstol. En el centro del retablo está Santiago Peregrino. También se puede ver a Santiago en la aguas y en la batalla de Clavijo. El cuerpo principal es obra del siglo XVI, y del primer tercio del siglo XVIII la espadaña, la pila bautismal, gran copa de piedra pulida con bellos motivos ornamentales, data del primer tercio del siglo XVII.

Cuenta con varios albergues y bares. En el Albergue Tío Pepe, situado justo enfrente de la iglesia, paramos a comer un estupendo menú, cómodamente instalados en un patio adornado con aperos de labranza.

Con 21,5 kilómetros a la espalada, la barriga llena y el calor, nos replanteamos el continuar y pedimos un taxi que nos llevó al Albergue-Hostal La Huella, en San Martín del Camino, donde teníamos las reservas para pasar la noche. De esta forma haríamos una parte por el camino alternativo y otra por el tradicional.

De haber continuado, cruzaríamos la carretera de Santa María del Páramo a Villadangos, y en línea recta, después de caminar unos cinco kilómetros en suave descenso llegaríamos a la granja “Las Matillas”, un kilómetro y medio después, pasaríamos por el desvío a San Martín del Camino y por la pista de tierra, que entre campos de cereales, llegaríamos a Villavante

Se puede optar por seguir el desvío a Villavante, que queda a nuestra derecha y visitar su iglesia de Santa María de las Candelas, del siglo XVII, o continuar recto hacia una chopera, cruzar la vía férrea, la autovía AP-71 por un paso elevado, la N-120 y entrar en Hospital de Órbigo. Para los que hacen más de una etapa al día, ésta es una buena opción, aunque a costa de caminar 35,7 kilómetros desde León.

Una vez descansamos un rato en el albergue, nos fuimos dando un paseo a 
San Martín del Camino, nos acercamos a hacer unas compras para la cena y conocer su iglesia de San Martín de Tours, en cuyo interior están las estatuas de San Antonio Abad, San Martín, San Miguel y San Roque, protectores también de los peregrinos.

La iglesia, de humilde espadaña, está sumamente cuidada y con un retablo relativamente reciente, que preside un inmenso Cristo sobre un cuadro de tonos tenebrosos, a cuya izquierda se halla San Martín, el santo titular de la parroquia, montado a caballo y en actitud de cortar su capa para entregarla a quien la necesite.

En la placita de entrada de la iglesia existe una fuente y un curioso cruceiro con una virgen tallada en granito. Preside el pueblo un alto depósito de agua en forma de copa.

Una cena fría en la terraza del albergue, a la luz de las estrellas, junto a la piscina, puso fin a esta larga jornada por el extenso e interminable Páramo Leonés, que aunque llega a ser algo cansino, bien merece 3,5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

ETAPAS DEL CAMINO FRANCÉS